Abre la nueva Gran Vía, el corazón más grande de Madrid
• Con la ampliación de aceras, el peatón ha ganado 6.800 m2, lo que supone un incremento de espacio peatonal del 31,24 % respecto a la superficie anterior
• La calzada ha quedado configurada con dos carriles de circulación por sentido: uno para transporte público y uno para coches y bicicletas
• En el tramo entre las plazas de España y de Callao se ha creado un carril bici independiente del resto de los vehículos, en sentido subida
• Se han creado seis nuevos pasos de peatones para mejorar la permeabilidad transversal
• Ha mejorado la calidad ambiental y paisajística mediante la plantación de nuevo arbolado, un mobiliario urbano innovador, y una imagen homogénea y contemporánea
• Se ha instalado alumbrado de eficiencia energética, pavimento drenante y asfalto fonoabsorbente
Tras la remodelación, la calzada de la Gran Vía ha quedado configurada con dos carriles de circulación por sentido -uno para transporte público y uno para coches y bicis-.
Además, en el tramo entre las plazas de España y de Callao, se ha creado un carril bici independiente del resto de los vehículos, en sentido subida dada la pendiente de la calle en esta zona. De este modo, este tramo tiene cinco carriles, ya que en sentido bajada hacia plaza de España, las bicicletas compartirán calzada con otros vehículos.
En cuanto a las aceras, se han ensanchado entre 2,6 y 3,4 metros dependiendo del tramo, lo que da una media aproximada de ampliación de 3 metros.
La calle, por tanto, mantiene su papel como eje fundamental del centro histórico, pero mejorando su funcionamiento al redistribuir el espacio destinado a las distintas formas de movilidad más acordes con las demandas y necesidades actuales: mejora de la comunicación peatonal, la accesibilidad universal, la movilidad ciclista, y la sostenibilidad.
Además, se han reordenado las marquesinas de autobús para optimizar el transporte público acercándolas a los pasos de peatones.
El espacio se vuelve más amable con la plantación de 89 árboles de la especie Pyrus Chanticleer -peral de flor-, que tiene hoja caduca y da flores blancas en primavera y se tiñe de amarillo en otoño, marcando el paso de las estaciones.
Son de bajo porte, por lo que darán sombra sobre la acera y no limitarán la percepción del magnífico patrimonio arquitectónico de la calle.
Bancos y semáforos de estreno
La nueva Gran Vía luce mobiliario de nuevo diseño y otros elementos urbanos que se adaptan a la nueva imagen de la calle.
Así, en total se han instalado 143 bancos, con lo que ha terminado la anterior escasez de puntos de descanso. De ellos, 110 son bancos de granito y, por primera vez se ha instalado el nuevo diseño de banco de madera elegido en el concurso de ideas, 33 unidades en total.
Se trata del diseño ganador del concurso “Bancos para compartir”, convocado en 2016 por el Área de Desarrollo Urbano Sostenible: una pieza de madera y estructura metálica, con respaldo y apoyabrazos, y cuyo diseño modular le permite adaptarse a distintas circunstancias espaciales y personales. Se compone de tres piezas que ofrecen distintas posibilidades de combinación, lo que facilita su adaptación al espacio donde se ubique.
También se estrena nuevo modelo de semáforo. De las 95 unidades instaladas, 61 son columnas de un modelo adaptado especialmente para la nueva Gran Vía; y 34 báculos -semáforos altos con extremo superior curvo-, cuyo modelo se ha diseñado exclusivamente para esta calle. Además, sus ópticas luminosas son igualitarias, de esta forma aparecen dibujos de diferentes tipos de parejas.
En cuanto al alumbrado, se han instalado 228 luminarias de última generación con tecnología led que cumple los requisitos actuales de eficiencia energética. El mobiliario se completa con papeleras y fuentes para beber en puntos estratégicos de la calle.
Por último, cabe destacar la colocación de pavimento drenante en las zonas ajardinadas, lo que permite mayor capacidad de desarrollo a los árboles; y el asfalto fonoabsorbente en toda la calle para mejorar la calidad acústica de la misma.
Tráfico y accesibilidad
Todas las transformaciones adaptan la estructura de movilidad de la calle a su condición de eje fundamental del nuevo Madrid Central, parte esencial del Plan A Cero Emisiones.
Este nuevo modelo de movilidad permite mejorar la calidad del aire, el paisaje urbano, la movilidad ciclista y peatonal, y el transporte público, lo que se refuerza con una serie de acciones complementarias, tales como la adaptación de toda la calle a la normativa de accesibilidad universal y supresión de barreras arquitectónicas; y la reordenación del mobiliario para mejorar el espacio público y suprimir obstáculos e impactos negativos.
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