¿El Rey, enemigo de la unidad de España?
“Don Tancredo” Rajoy es de la opinión que la crisis catalana se resolverá dialogando.
Mariano Rajoy miente una vez más, y últimamente lo hace tan a menudo que para él es una forma de vida. Debería recordar lo que dice Salmos 5:6.
El género más común de Salmo en el libro de los Salmos será el lamento.
Salmo 5 - El salmo comienza con un lamento y continúa con alabanzas y pide que Dios castigue a los malhechores.
Salmo 6 - Destruirás a los que hablan mentira; al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.
Pues no Mariano, lo de Cataluña es bastante más que una crisis, y no hay nada que dialogar, ni en el Parlamento ni en ningún sitio.
La unidad de España no se negocia, aunque el bobo solemne, como llamaste a Zapatero, dijera que “España es un concepto discutible”. Deberían darle el Premio Nobel de la Estulticia, pero los hay tan ignorantes que le pagan 60.000 € por abrir la boca. Y entonces se le conoce por su rebuzno.
¿Crees Mariano que a los que persisten en su idea tomando la calle se les para con diálogo? ¡Ay que miedo les das!
Está visto que la inteligencia para los estudios nada tiene que ver con el sentido común aplicado a la política.
¿Y que dice mi amigo el Rey Juan Carlos?
Con el cuento de que “su monarquía no gobierna” escurre el bulto, cuando debiera ser el primero en ponerse delante de los españoles para decirles a los independentistas lo que sentimos en nuestro corazón.
¿Quién fue el que dijo cuando el PSOE de Zapatero negociaba con ETA: “y si sale, sale”?.
Retrata al personaje.
Pero a Él, inimputable, le importa una higa el destino de España, a él lo único que le ha importado durante su reinado son las comisiones monárquicas, las golferías y el puterío, tapados toda la vida por el antes CESID, ahora CNI.
Dicen que cuando Juan Carlos llegó a España, por decisión del General Franco, venía con lo puesto, con una mano delante y otra atrás.
Os di un dato en otro artículo que intitulé “El Rey y Adolfo Suárez”, el periódico New York Times y la revista Forbes le atribuían en Noviembre 2012 una fortuna de 1.800 millones de euros.
A lo mejor es el doble.
Ese es el único interés de Su Majestad, que aspira a ser el más rico del cementerio.
Es el mayor enemigo del sistema monárquico, no defiende la institución ni le importa nada su hijo Felipe, al que debería legar una monarquía prestigiada y querida por los españoles.
¿Apela el Rey a los españoles para salvaguardar la unidad de la nación?
¿Cuánto duraría la situación si mañana se pusiera el uniforme, aunque fuera con muletas, diera un puñetazo en la mesa y dijera “¡Basta ya!”?
Debería recordar el estribillo de la canción del cubano Carlos Puebla, “Y en eso llegó Fidel”: “…llegó el Comandante y mandó a parar”.
No fue tan remilgado para conspirar contra el señor Adolfo Suárez.
¿Tomaron alguna medida Aznar, Zapatero o Rajoy suspendiendo definitivamente la autonomía catalana (o la vasca)?
La Constitución se incumple tanto en el Parlamento Nacional como en el Parlamento catalán.
El PP sigue el pacto con el PSOE de romper a España.
¿Tendrá que ver algo con esto la masonería?
¿Tendremos que ser los ciudadanos los que rebasemos a estos políticos traidores y plantemos cara a los independentistas catalanes, vascos y cualquier otro en la calle?
No es la mejor solución ni la deseo, pero ante la dejación de funciones del gobierno y del Rey, tendremos que hacerlo.
A mi amigo el Rey no le preocupa, él ya está bien forrado.
Ya sucedió aquello de “España se acostó monárquica y se levantó republicana”.
Pues nada, si es eso lo que quiere, que siga por ese camino que está a la vuelta de la esquina.
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