Fotografia coloreada a un grupo de soldados marroquies de Regulares esperando para ser transportados a la península en uno de los Junker 52 facilitados por Hitler a los sublevados. |
Donde se iba a jugar el destino de la Guerra Civil Española era en la aguas del Estrecho de Gibraltar.
A pesar la gran diferencia inicial de fuerzas, los nacionales iban a intentar todo para pasar los soldados bloqueados al otro lado del estrecho. El problema era el tiempo disponible antes de la posible aniquilación de las pocas fuerzas levantadas en algunas capitales de provincia.
Sin la Armada, el paso del estrecho de las tropas iba a ser un proceso muy penoso, lento y sin ninguna garantía de éxito.
Los dirigentes del Frente Popular, el mismo día 18 colocaron dos destructores bloqueando los puertos de Melilla y Ceuta.
A pesar de esto, en un viejo y destartalado cañonero, desde Ceuta lograron pasar un tabor (batallón) de regulares a Cádiz, y otro tabor a Algeciras a bordo de un cañonero.
El día 19, la armada del Frente Popular controlaba las aguas del estrecho con un crucero, dos guardacostas y un cañonero. La propuesta de Franco fue pasar fuerzas mediante un convoy nocturno, protegido mediante los dos aviones de que disponía.
El plan no sería viable porque al día siguiente se presentaron además, otro crucero, un acorazado, tres destructores y un torpedero. Ante este despliegue de fuerzas, Franco desistió y pensó en otro plan.
Franco, aconsejado por Kindelán, vio posible la idea de trasladar su ejército por aire.
Franco informó a Mola del proyecto. El problema del primer puente aéreo de la historia era el reducido número de aviones disponibles y la también escasa capacidad de transporte por avión.
Otro riesgo adicional que podría llevar al fracaso el proyecto era la reducida disponibilidad de cazas: 62 del Frente Popular y 12 los nacionales. No obstante se pusieron a trabajar en el proyecto.
El 20 de julio se ponen manos a la obra y comienza el puente aéreo. El paso de los primeros 30 legionarios a Cádiz, se hace mediante 2 aviones.
****
Sin embargo, antes de producirse el transporte masivo de tropas de agosto, se produjo otro traslado aéreo de tropas de no menos importancia.
Por medio de “los aviones españoles de la escuadrilla de Cabo Juby, un “DC-2”, un “JU-52”, varios aviones menores de Sevilla, Tetuán, Larache y Nador más los transportados en hidroavión alcanzaron un total de 2065 hombres. Con esas tropas se aseguran Sevilla y Cádiz y se pudo tomar Huelva el 29 de julio, asegurando además Granada con un vuelo de refuerzo directo a esta población.”, en esta operación desempeño un importantísimo papel como estratega el piloto e ingeniero Francisco Arranz Monasterio.
Tampoco podemos olvidar que el mismo 18 de julio en el vapor Ciudad de Algeciras, propiedad de Juan March, llegarían a Cádiz a petición del General López Pinto un tabor de regulares, una bandera del tercio y un escuadrón de regulares sin caballos.
Así mismo sin la intervención de los aviones que habían quedado en poder de los sublevados, “no se hubiera podido realizar el paso marítimo del Estrecho, llamado el “convoy de la victoria” el 5 de agosto de 1.936 con un cierto eufemismo. Este paso del convoy compuesto por tres barcos propiedad de Juan March: el “Ciudad de Ceuta”, “Ciudad de Algeciras” y “Arango” con la sola protección del cañonero “Dato”, mas un remolcador y un torpedero, permitió transportar 3.000 hombres más con municiones, cañones e incluso algunos mulos y caballos.”
****
Ayuda Extranjera
Posiblemente uno de los errores de Mola, el director o cerebro del alzamiento, fue pensar que no iban a necesitar ayuda extranjera. Como iba a ser un golpe militar no se estableció ningún contacto con potencias extranjeras.
Mola lo único que había previsto era la ayuda de la Falange y el Requeté (Navarra). El 19 de julio, Franco se da cuenta que el golpe ha fracasado y que en consecuencia la guerra va a ser larga y dura.
El gobierno del Frente Popular, el mismo 18 de julio piden ayuda a los gobiernos de Francia y Méjico.
Francia tenía un gobierno amigo, también de Frente Popular (Front Populaire); y Méjico tenía el mismo modelo político que el de la II República Española, un régimen controlado por la masonería y con apariencia democrático.
En los días siguientes, esto es bastante revelador, el Frente Popular pidió también ayuda a Gran Bretaña pero se negó rotundamente. Tenían muy claro lo que se estaba dilucidando en España; y no quería ayudar al frente Popular a implantar en España y régimen revolucionario al estilo soviético.
El 23 de julio, Franco trató de conseguir recursos aéreos, mandando comisiones a Alemania , Italia y Gran Bretaña, en este último caso sólo consiguió la neutralidad.
Gran Bretaña no quería intervenir en la guerra civil española pero tenían muy claro que una victoria del Frente Popular sería peor. Mientras tanto el puente aéreo continuaba con unos 9 aviones españoles y un Junquer alemán requisado.
Por su parte, el gobierno del Frente Popular, también intentó conseguir aviones de Francia y Alemania. Finalmente el 25 y 26 de julio, llegaron a un acuerdo los nacionales con Berlín e Italia y el Frente Popular con París.
Se inicia la guerra de columnas
El 2 de agosto, salieron de Sevilla en dirección Extremadura, dos pequeñas columnas de legionarios y regulares que había organizado Franco. Objetivo, unir Andalucía con la zona nacional del norte peninsular y suministrar munición a Mola. Antes del 5 de agosto las tropas de Yagüe estaban a 60 km de Mérida
Hasta el 5 de agosto no dispuso Franco en la zona del estrecho de un número significativo de aviones italianos y alemanes. Hasta este día, con mucho esfuerzo, los nacionales consiguieron pasar a la península unos 2.000 soldados por aire, y alrededor de un millar por agua, sin más intervención germana que el Junquer requisado. Fuerzas mínimas, pero de alta calidad que permitieron consolidar la situación de Queipo en Andalucía y seguir progresando.
Después del 10 de agosto, la mayoría de los aparatos que volaban en el puente aéreo ya eran extranjeros. El día 8 llegan nueve aviones de transporte, Junquers JU 52 y algunos cazas Heinkel 51. La velocidad del paso de las tropas africanas comenzaba a animarse.
El 11 de agosto, las columnas nacionales consiguen su objetivo, las dos zonas sublevadas ya están unidas.
El puente aéreo sobre el Estrecho de Gibraltar, permitió a los nacionales nivelar en parte la superioridad del FP en recursos de la armada. A mediados de agosto la situación no era ya tan angustiosa para las tropas de Franco.
Se había desbloqueado el Ejército de África, consolidado los débiles enclaves de Andalucía y abastecido de munición al Ejército del Norte de Mola. Hay que reconocer que este éxito lo habían logrado sin la ayuda alemana ni italiana.
Franco con el puente aéreo sobre el estrecho de Gibraltar, consiguió nivelar la victoria inicial decisiva de sus enemigos con la flota. Partiendo de una situación desesperada logró: superar el bloqueo del ejército de África, convertir los precarios enclaves andaluces en una zona amplia, impedir el colapso de Mola, y unir las dos zonas de los nacionales.
El primer puente aéreo de la historia se gestó de una forma muy original y bastante espontánea en el aeródromo de Tetuán, durante los primeros días de la Guerra Civil española.
Los mandos de Aviación española del Protectorado de Marruecos dieron muestras de una gran imaginación y de valentía al sugerir la posibilidad de utilización de los tres trimotores coloniales Fokker F-VII 3m para afrontar el paso por el aire del Ejército de África a la península, en unas fechas en las que nadie había pensado en algo similar con anterioridad, y la propuesta fue aceptada de inmediato por el mando.
El puente aéreo comenzó el mismo 20 de julio de 1936, efectuándose vuelos de los tres Fokker F-VII militares entre los aeródromos de Sania Ramel (Tetuán) y de Tablada (Sevilla).
Dos hidroaviones Dornier «Wal» de la Aeronáutica Naval se unieron a este cometido desde un principio, realizando vuelos entre los puertos de Ceuta y Algeciras (Cádiz), y un bimotor Douglas DC-2, procedente de la Líneas Aéreas Postales Españolas, a partir del día 25 de julio, todos ellos con pilotos españoles a los mandos.
Entre el 20 y 28 de julio de 1936 se trasladaron a Sevilla las 4ª y 5ª Banderas del Tercio, a un ritmo medio de 120 legionarios por día.
Los trimotores Fokker F-VII 3m alternaban estos vuelos con otros nocturnos de bombardeo y reconocimiento, hasta puntos tan lejanos como Albacete y Madrid; los pilotos dormían, por turnos, en su asiento de la cabina o en los breves descansos entre los servicios.
Un nuevo aeródromo
El día 29 de julio se habilitó el nuevo aeródromo de Jerez de la Frontera (Cádiz), lo que acortó sustancialmente el viaje, y se incorporó al puente aéreo el primer trimotor Junkers Ju 52 3m alemán, aunque también era volado por pilotos españoles en estos momentos. Ello permitió aumentar la carga y la frecuencia de los vuelos de transporte, ya que el día 30 se transportaron 241 soldados.
****
Los Junkers Ju 52: los aviones de transporte alemanes que permitieron a Franco ganar la Guerra Civil.
En diecisiete días, del 19 de julio al 4 de agosto de 1936, fueron ocho batallones de choque los que fueron trasladados desde África a la Península, de los que seis lo fueron en vuelo y los otros dos en barco, lo que constituía casi el 40% de los batallones existentes en el Protectorado español de Marruecos.
Alemania contribuyó sustancialmente a consolidar el puente aéreo, con la llegada de los primeros trimotores Junkers Ju 52, de los cuales una decena, con tripulación germana, se dedicó partir del 10 de agosto de 1936, en exclusiva a efectuar servicios de transporte de tropas y material de guerra entre los aeródromos de Tetuán, Sevilla y Jerez.
Los Junkers Ju 52 germanos, durante los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre de 1936, transportaron a la península dos Banderas de la Legión y los nueve Tabores de Regulares restantes.
Los aviones alemanes comenzarían a llegar a Tetuán a partir del 29 de julio, dando comienzo a una frenética actividad que duraría poco más de un mes: “El “Puente Aéreo” se dio por finalizado en el transporte de hombres terminando en septiembre al convertir a los transportes en aviones, aunque lentos, de bombardeo, después de haber llevado a 23.395 hombres, mas de 400 toneladas de material y haber efectuado cientos de servicios de bombardeo y observación marítima sobre la flota republicana”.
Dos cazas Hinkel 51 idénticos a los que participaron en el paso del Estrecho. Estos aviones formaron parte de la generosa ayuda que presto la Alemanía de Hitler a los militares golpistas españoles
***
Dicen que, cuando Adolf Hitler recibió a los emisarios de Francisco Franco el 25 de julio de 1936 (días después del alzamiento del 18) y escuchó de su boca que estaban desesperados por contar con algunos aviones alemanes para poder iniciar la contienda, el líder nazi respondió con una frase lapidaria: «Este no es modo de comenzar una guerra».
No iba desencaminado el « Führer» pues -aunque los militares contaban con un ejército profesionalizado, carecían en ese momento de potencial económico, transporte directo a España, y capacidad económica suficiente para responder a una guerra extensa.
Sin embargo, el dictador no se mostró dubitativo y envió al Marruecos hispano 20 aviones JU-52 que, durante aquel verano, transportaron a cientos de combatientes hasta la Península. Una ayuda que -junto con la italiana- fue determinante para que estuviesen en igualdad de condiciones a la hora de enfrentarse a la República.
Desde aquel 25 de julio se pueden contar por decenas los manuales que afirman que Hitler no esperaba obtener de España más que un campo de pruebas en el que probar su flamante Legión Cóndor, sus futuras tácticas de combate y las armas que usarían sus soldados durante la Segunda Guerra Mundial.
¿Sin el envío de aviones por parte de Alemania podría Franco haber comenzado la Guerra Civil?
No. Hugh Thomas siempre decía que España era muy pobre para una guerra, y más especialmente para una guerra contra ella misma.
El 18 de julio el bando franquista estaba principalmente ubicado en Marruecos, económicamente carecía del poder del estado, y no tenía ni el control de centros industriales de importancia ni de grandes ciudades como Madrid o Barcelona.
Por ello, los diplomáticos republicanos pensaron desde el principio que el levantamiento estaba condenado y que sus enemigos no tenían posibilidades. Pero ya no solo de ganar una guerra, sino ni tan siquiera de afrontarla. Es por ello que la intervención fascista fue determinante.
¿Franco hubiera perdido la guerra sin los aviones y el apoyo de Hitler?
Creo que si. Sin Hitler los militares españoles no hubiesen podido sostener el esfuerzo de la guerra durante los primeros días. No solo les salvaron de la encrucijada en esas primeras jornadas de la guerra, sino que les auparon a la victoria.
¿Por qué Alemania colaboró con Franco?
Los emisarios de Franco contactaron con la persona indicada en el momento indicado. Si hubiera sido por el ministerio de asuntos exteriores alemán, a los franquistas les hubieran dicho que no colaborarían.
Al fin y al cabo eso ya había sucedido con el general Mola, cuyos emisarios ya habían tratado de contactar con los alemanes sin conseguir nada. Hitler, de hecho, decidió ir en contra de las recomendaciones de la mayoría de sus consejeros, y especialmente del ministerio de relaciones exteriores alemán (muy conservador para la época), y enviar ayuda. Creo que lo hizo por un tema estratégico. Quería sacar algo.
¿Hitler tomó la decisión en persona?
Sí. La gran transformación que se vivió en Alemania fue que Hitler tomó a título personal siempre las grandes decisiones de política exterior. Gracias a ello Franco consiguió su ayuda.
Además, el mensaje llegó, curiosamente, en el mejor momento del día para que aceptase: por la noche y tras ver una ópera, cuando a él le gustaba hablar de estrategia. En ese momento estaba receptivo. Por otro lado, la operación realizada en España tuvo un nombre wagneriano, “fuego mágico”, porque Hitler acababa de salir precisamente de ver un espectáculo de este autor.
¿Con que armamento se ayudó a España (ya fuera a coste o no)?
Aunque el ejército español era bastante grande debido a su historia y al proyecto imperial en Marruecos, no estaba bien provisto debido a la crisis económica que por entonces atravesaba la República. Además de estar desfavorecido por la idea del gobierno de que los militares eran peligrosos.
La ayuda fue variada. En primer lugar la Legión Cóndor dio a los nacionalistas la supremacía en el aire.
Italia envió principalmente hombres, hasta 85.000.
Con todo, los 15.000 alemanes vinieron tan bien preparados y con un equipo tan bueno que, de alguna manera, Franco les prefería a los italianos. Los alemanes venían, en definitiva, con recursos caros que los españoles no tenían.
La República solo pudo contestar mediante la ayuda soviética, un país que no quería el bien de la República, sino su propio bien. A nivel armamentístico enviaron tanques, aviones, bombarderos, defensas antiaéreas, artillería...
¿Cómo quería Alemania que España pagase ese armamento?
Alemania dio a crédito ese armamento porque Franco no tenía dinero para pagarlo. Era sencillo. Alemania le daba las armas, pero no de forma gratuita. Eso creaba una deuda. Como los alemanes sabían que los españoles no podían pagar todo aquello, tomaban posesión de lo que de verdad les interesaba: el hierro, la pirita, las minas...
Luego, eventualmente, quisieron crear un conglomerado de empresas para manejar todas las inversiones alemanas en tierra española. Pero porque no les convenía hacerse solo con las materias primas, sino también tener el control de las empresas para después, cuando terminasen la guerra, evitar que aquellos recursos fueran vendidos al resto del mundo. Querían que fueran exclusivamente a Alemania.
enlace1
enlace2
enlace3
enlace4
No hay comentarios:
Publicar un comentario