¿Por qué se celebran en jueves?
Los británicos votan generalmente los jueves. Lo vienen haciendo así desde 1918, salvo algunas excepciones.
¿La razón? La historia dice que para evitar que el electorado fuera influenciado, bien por los partidos políticos de los viernes en el pub al que se acudía tras la paga semanal, bien en la iglesia los domingos.
El jueves parecía el día más seguro, alejado de cualquier influencia.
Los Partidos
Partido Conservador, apodados los tories, (suelen inclinarse hacia la derecha, es el partido más antiguo del país, fundado en el siglo XVIII.)
Partido Laborista. (hacia la izquierda, con sus orígenes en los sindicatos, nació en 1900)
Los liberal-demócratas, (los centristas en el pasado llegaron a ser un partido poderoso pero después de formar
coalición con Cameron en 2010 casi han desaparecido del mapa.)
El eurófobo UKIP (Partido por la Independencia del Reino Unido) es el partido del brexit.
Situado en la extrema derecha, empezó a emerger en 2013. Sin embargo, tras varios problemas de liderazgo y un endurecimiento del discurso de los tories en materia de inmigración que parece haberle robado los votos, es un misterio qué resultado obtendrán en estas elecciones. Los pasados comicios locales no fueron nada halagüeños.
El Partido Verde es el que aboga por políticas de mayor conciencia medio-ambiental y se parece a los partidos verdes tradicionales del resto de Europa. Tiene cierto poder en algunas ciudades del sur del país como la popular Brighton.
El Partido Nacional Escocés (SNP) es el que aboga por la independencia de Escocia del Reino Unido. Tras la convocatoria de un segundo referéndum, estas elecciones servirán a la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, para medir el grado de aprobación ante una nueva consulta.
¿Quiénes son los líderes de los partidos?
Theresa May es la líder del partido Conservador y quien aspira a repetir como primera ministra. Ocupó seis años la cartera de Interior y ahora se le culpa de los fallos de seguridad para frenar los ataques como el de Westminster, Manchester o London Bridge.
Jeremy Corbyn capitanea los laboristas, con fuertes vínculos en los sindicatos. Ha tenido muchas dificultades para mantener a su partido unido y contar con el favor del público pero en las últimas semanas ha resurgido en la encuestas.
Tim Farron es el líder de los liberal-demócratas, sucediendo a Nick Clegg que formó el tándem con Cameron en 2010. Farron ha criticado bastante la actuación de los liberal-demócratas durante el gobierno de coalición y asegura que non habrá pactos con ningún partido tras estas elecciones.
Paul Nutell es el líder de UKIP y sucesor del polémico Nigel Farage. UKIP contaba hasta antes de las elecciones con un sólo diputado, que además se pasó a independiente. Nutell asegura que el brexit es un trabajo a medio hacer y que el UKIP debe garantizar que se cumpla la voluntad de la gente.
Caroline Lucas se reparte el liderazgo del Partido Verde con Jonathan Bartley. Con un sólo escaño en el Parlamento aspiran a conseguir al menos dos en estas elecciones.
Nicola Sturgeon es la líder de SNP. Tiene malas relaciones con Theresa May y ha sido muy beligerante en contra del brexit. Escocia votó mayoritariamente ‘no’ a abandonar la Unión y Sturgeon tiene un examen este jueves para repetir los grandes resultados de 2015 cuando ganó 56 de los 59 escaños posibles.
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Un total de 46,9 millones de ciudadanos están censados para participar en estos comicios anticipados, que convocó la primera ministra conservadora, Theresa May, a fin de afianzar su mandato de cara a las negociaciones con Bruselas para el 'Brexit'.
May, que gozaba de una ventaja de unos 20 puntos porcentuales cuando llamó a las urnas, aspira a ampliar su mayoría parlamentaria, actualmente de 17 diputados en una Cámara de los Comunes con 650 escaños, si bien algunos sondeos indican que, en contra de su objetivo, podría perder terreno.
El inesperado avance de su rival laborista, Jeremy Corbyn, sugiere que los conservadores podrían reducir o incluso perder su mayoría, lo que desembocaría en un Parlamento "colgado" o bloqueado y obligaría a los pactos parlamentarios.
Corbyn, con una amplia base militante pero cuestionado por su grupo parlamentario, vería refrendado su proyecto socialdemócrata si logra aumentar el porcentaje de voto del 30,4% o los 229 escaños que obtuvieron los laboristas en las elecciones de 2015.
Una encuesta difundida por la firma demoscópica Opinium otorga la victoria a los conservadores con un 43% del voto, frente al 36% de los laboristas, pero otras publicadas en los últimos días indicaban que la distancia entre los dos grandes partidos se ha acortado hasta casi el empate.
El independentista SNP escocés, liderado por la ministra principal de la región, Nicola Sturgeon, busca retener la mayoría de los históricos 54 escaños en el Parlamento de Londres que consiguió en 2015, de un total de 59 que corresponden a Escocia en los Comunes.
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El programa de Theresa May
El proyecto de Theresa May es hacer que Reino Unido sea un país "más fuerte, más justo y más próspero". Para ello la primera ministra británica pretende romper con el legado "tory" de David Cameron, que favorecía a las clases medias a través de beneficios fiscales, y centrarse en políticas sociales como fondos para la educación y la sanidad pública.
El partido que abandera el libre mercado defiende en este 2017 la ampliación de la influencia de los trabajadores sobre las juntas de dirección y un mayor intervencionismo estatal, como el planteado con el tope a las facturas energéticas. De igual modo, se ha deshecho de otra de las grandes apuestas que la mantenían rehén de la Administración Cameron y, si bien descarta aumentar el IVA, ha abandonado la promesa de no tocar el IRPF ni las contribuciones a la Seguridad Social.
En su programa, la jefa del Gobierno se muestra firme ante el Brexit y reitera que el Reino Unido abandonará el mercado único europeo y la unión aduanera. No obstante, May se compromete a asegurar los derechos de los comunitarios que viven en el Reino Unido. Asimismo, someterá a votación parlamentaria el acuerdo final sobre la salida británica de la UE.
En materia de inmigración, su gobierno obligará a las empresas a pagar más por la contratación de inmigrantes que no procedan del bloque europeo (unas 2.300 euros anuales) y a su vez éstos deberán hacer un aporte mayor por beneficiarse de la sanidad pública.
Entres sus medidas sociales, May ha tenido que dar marcha atrás en un punto de su programa electoral sobre el cuidado de ancianos que le había costado críticas y que había sido bautizado como 'el impuesto a la demencia'. Hasta ahora, la gente estaba obligada a pagar hasta 82.000 euros por el cuidado de un anciano con demencia senil y a partir de ahí el Estado asumía el resto. Pero en su programa, la candidata había impuesto que las familias pagasen ilimitadamente hasta que les quedasen 115.000 euros de patrimonio.
El programa de Jeremy Corbyn
El rival de Theresa May, el laborista Jeremy Corbyn, ha garantizado por su parte un retorno a las esencias que imperaban en el Laborismo en los años 80. Una época en las que se incorporó al Parlamento como un diputado más preocupado por la agenda ideológica y una izquierda más pura que por respetar la disciplina interna.
El Laborismo descarta elevar el IVA o tocar las contribuciones a la Seguridad Social, pero sí tiene reservadas subidas del IRPF al 5% de las rentas más altas, en orden con la ambición de redistribución de la riqueza. Corbyn apuesta además por clausurar la era de la austeridad e incrementar el gasto en los servicios públicos y nacionalizar las industrias de referencia como la ferroviaria, el servicio de Correos o el agua.
Sobre el Brexit, Corbyn insiste en respetar el resultado del referéndum, en tratar de construir una relación de confianza con la Unión Europea y en garantizar los derechos de los ciudadanos europeos que viven en el Reino Unido.
En cuanto a sus políticas de inmigración, recalca que se llevará a cabo "una gestión razonable de la inmigración, sin fijar cifras ni objetivos estrictos que acaban no cumpliéndose", aunque la libertad de movimientos de ciudadanos comunitarios "terminará" al abandonar la Unión Europea.
En el apartado de las medidas sociales, la enseñanza y la sanidad públicas serían financiadas sin casi restricciones. Los laboristas abolirían la matrícula universitaria de 10.500 euros por estudiante y por año. Además, el programa prevé la construcción de 100.000 viviendas al año para paliar la carencia de casas.
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La 'premier' Theresa May ha decidido seguir en su puesto pese a haber perdido la mayoría absoluta y ante las peticiones de dimisión de su propio partido por el fiasco electoral del 8-J. El Partido Conservador venció al final por un escaso margen de dos puntos (42% a 40%) ante el Partido Laborista de Jeremy Corbyn, que ha reiterado su petición a May para que abandone su puesto.
miércoles, 7 de junio de 2017
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