San Isidro vivió en lo que hoy es el Madrid más castizo, labraba las tierras de sus patrones los señores de Vargas, una importante familia nobiliaria (Don Luis de Vargas) cuya casa se encontraba en la plaza de San Andrés en lo que hoy es la Casa Museo de San Isidro.
Uno de los días del año más esperados por los madrileños es el 15 de mayo, día de San Isidro, patrón de los ciudadanos de esta Villa, patrón de los labradores y santo milagrero por antonomasia.
Todos los años, la pradera de San Isidro se llena de madrileños y visitantes dispuestos a vivir una jornada festiva en donde se escuchan chotis, se toman rosquillas, se bebe limonada y se pasa por la ermita del santo para beber un vaso de agua de su pozo milagroso.
***
Un santo labriego solo podía celebrar su fiesta en primavera, la época en la que todo renace, en la que todo brota.
Con San Isidro, un año más, Madrid termina de despojarse de los fríos grises, se despereza del recogimiento invernal y se despliega como es: cálida, abierta, acogedora luminosa y diversa.
El santo, nuestro santo, abraza a Madrid cada mayo, como Madrid lo hace con su gente. No en vano esta ciudad ha hecho de algo tan sencillo y a la vez tan entrañable como es el abrazo su seña de identidad.
Son días en los que se fusionan como nunca el ayer y el hoy. Los barquillos y los churros, los farolillos y las guirnaldas, los claveles y los nardos endulzan el aire, iluminan los balcones y arropan las calles porque es en la calle donde se vive la fiesta y este año tenemos más calles para disfrutar, pasear y compartir.
Cuando llegué a la Alcaldía me acompañaba ese empeño de recuperar espacios para que quienes viven en esta ciudad y quienes la visitan la sientan suya y la disfruten como tal.
Un empeño como en su día lo fue el de mi antecesor Enrique Tierno, el viejo profesor, por recuperar unas fiestas que languidecían.
Hoy vemos con orgullo como Madrid enfila la primavera con la ilusión y la expectación puesta en el 15 de mayo, en su fiesta grande. Madrid tiene un santo labriego, un recordatorio permanente de la conexión con la naturaleza, de la necesidad de que el mundo urbano y el rural estén siempre enlazados y de que la ciudad no es una isla, sino un motor para lograr un futuro mejor y más sostenible.
Durante el paseo por ese Madrid en fiestas no sé si nos encontraremos con muchos gatos, los así llamados porque sus padres, abuelos y bisabuelos nacieron en Madrid. No importa.
En esta ciudad nunca se pregunta a nadie su procedencia. El plural es nuestra riqueza. Todos somos Madrid, todos hacemos los Madriles.
Por eso cada año afrontamos con ilusión renovada el reto de elaborar una programación en la que todos y cada uno encuentren un hueco, una actividad que sientan propia, un motivo para salir a la calle y para disfrutar de San Isidro.
MANUELA CARMENA CASTRILLO
Alcaldesa de Madrid
Enlace a las actividades programadas por el Ayuntamiento
15 mayo - 00.00 h
ESPECTACULO PIROTECNICO
****
****
San Isidro
San Isidro vivió en lo que hoy es el Madrid más castizo, labraba las tierras de sus patrones los señores de Vargas, una importante familia nobiliaria cuya casa se encontraba en la plaza de San Andrés en lo que hoy es la Casa Museo de San Isidro.
Según cuenta la tradición, en esta bella casa nobiliaria del siglo XVI (reconstruida previa excavación arqueológica) vivía y moría San Isidro junto a su esposa Santa María de la Cabeza.
Hoy en día este espacio es el conocido como Museo de San Isidro y se trata de un pequeño museo municipal que nos muestra la historia de nuestra villa desde los primeros pobladores en la Prehistoria hasta que se convirtió en capital de la corte. En su interior se conserva la capilla de los siglos XVII y XVIII, el Pozo del Milagro, numerosos lienzos dedicados a San Isidro, estatuillas, maquetas, restos y piezas arqueológicas y un espectacular patio renacentista en el que se conservan esculturas de notable valor histórico.
En una de mis visitas al museo, descubrí algo que había escapado a mis ojos en anteriores ocasiones. Se trata de una selección de carteles antiguos de las fiestas de San Isidro. Estos carteles se encuentran en la planta baja, justo en zagúan y pasillo que da acceso a los cuartos de baño, ¿por qué los colocan aquí? de no haber tenido ganas de ir al servicio me hubiese perdido esta maravilla que forma parte también de la historia de nuestra ciudad.
Hubo un tiempo en que los carteles de las fiestas de nuestro patrón eran auténticas obras maestras de la cartelería, juzguen ustedes mismos:
Visitar el Museo de San Isidro en la Plaza de San Andrés 2 y bajar a la planta de abajo.
enlace |
Rosquillas Listas, de almendras, Tontas y de Santa Clara
Existen varios tipos según la cobertura que tengan por encima, aunque todas ellas tienen la misma base. En función del acabado, puedes preparar algunas de las mejores y más típicas, como son:
Las rosquillas tontas. Pueden parecer un poco secas al principio pero son las más tradicionales y ligeras. No llevan nada por encima, de ahí su nombre.
Las rosquillas listas. Con los mismos ingredientes que las anteriores, pero acabadas con un glaseado a base de huevo, azúcar y zumo de limón.
Las rosquillas de Santa Clara. Con un acabado a base de merengue seco y presentan por fuera un aspecto crujiente de color blanco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario