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Queen Elizabeth II, 1926-2022 Thursday 8 September 2022
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Ruta de las especias. ¿Qué era y qué se comercializaba?
La ruta de las especias fue un camino comercial que abarcaba gran parte de Asia Central. Fue una de las rutas comerciales más importantes durante gran parte de la historia, al igual que otra famosa ruta comercial llamada la ruta de la seda, siendo muy importante para Europa desde los primeros siglos de nuestra era, cobrando mucha relevancia durante la Edad Media en adelante.
El origen de la expedición de Magallanes
El origen de esta expedición se encuentra en el cierre de la Ruta de la Seda, conocida ruta comercial que unía a toda Asia y la conectaba con los más importantes mercados europeos, llevando productos como las valiosas especias a las mesas del antiguo mundo.
Esta ruta se mantuvo abierta hasta 1453 cuando el Imperio Turco Otomano invade Constantinopla y provoca la caída del Imperio Romano de Oriente, cerrando así la ruta de conexión entre Asia y Europa.
La necesidad por tener acceso a los productos asiáticos provocó que los reinos europeos comenzaran a buscar rutas alternativas.
Entre ellos destacó Portugal y España, quienes por contar con acceso directo al por entonces inexplorado Océano Atlántico, tenían una ventaja frente a sus pares.
Portugal eligió la ruta del sur por las costas de África, y luego de descubrir el Cabo de Buena Esperanza con Bartolomé Diaz en 1488, logra completar su ruta hacia las Indias y las especias en 1498 con Vasco de Gama.
España decide tomar la ruta del Oeste. Envía a Cristobal Colon con sus tres carabelas a cruzar el Atlántico, llegando accidentalmente al nuevo continente que hoy conocemos como América, el 12 de octubre de 1492.
Aún con todos los recursos que América ofreció a España, esta no poseía las especias de Asia.
España ahora necesitaba una forma de cruzar América por mar y navegar hasta las Indias.
Aquí es cuando aparece Hernando de Magallanes, portugués de nacimiento y con gran experiencia en navegación por Asia.
Magallanes logra etener el apoyo del Rey de España Carlos I y firma con éste la capitulación de Valladolid, contrato que hacía al Portugués Hernando de Magallanes, lider de la expedición, para realizar la explotación y encuentro de un paso entre los Océanos Atlántico y Pacífico.
En agosto de 1519 zarpan de los muelles de Sevilla, al sur de España.
Eran 5 naves: La trinidad, la San Antonio, la Concepción, la Santiago y la Nao Victoria, las ocupan 239 tripulantes.
La expedición cruza el Océano Atlántico y llega a lo que hoy es costa de Brasil, Río de Janeiro; comenzando a buscar el misterioso paso hacia el "Mar del Sur", exploran la costa del Atlántico Sur, y se detienen en cada posible paso marítimo.
Son los primeros en indagar por las aguas del Río de la Plata y el Río de Santa Cruz, y también los primeros en ver la Patagonia.
Luego de sufrir un intento de Motín en "San Julián", incluyendo tener que ejecutar a un capitán por traición; y la perdida de una nave destrozada en las costas; la expedición se encuentra el 21 de octubre a las puertas de lo que sería su primer objetivo: el paso hacia el otro mar, el Estrecho de Magallanes.
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Hace 500 años Magallanes y Elcano se lanzaron a una peligrosa aventura marítima. La expedición comercial, para encontrar nuevas rutas comerciales, acabó convirtiéndose en la primera vuelta al mundo.
Si heroico había sido salir, lo verdaderamente épico fue regresar. “Nadie en el porvenir se aventurará a emprender un viaje parecido”.
Lo escribía el navegante italiano Antonio Pigafetta, consciente de las consecuencias históricas que tendría en el devenir mundial su llegada al puerto de Mulas de Sevilla el 8 de septiembre de 1522, tras conseguir completar la primera vuelta al mundo en un periplo que narró en los pasajes de un diario escalofriante escrito durante la travesía.
Descalzos, cadavéricos y al límite de la resistencia humana, 17 supervivientes ―Pigafetta entre ellos― de la gran expedición marítima organizada tres años antes por el navegante portugués Fernando de Magallanes, y que tenía como propósito abrir una ruta comercial con la isla de las especias (las actuales islas Molucas), regresan a Sevilla. Magallanes, al igual que un altísimo porcentaje de la tripulación, había muerto en Filipinas durante un combate con la población indígena en 1521.
Los que consiguen completar el viaje lo hacen capitaneados a partir de ese momento por Juan Sebastián Elcano en una única nave, la nao Victoria, de las cinco que habían partido del mismo puerto sevillano en agosto de 1519.
Puedes ver "El viaje más largo" en RTVE Play (Disponible hasta el 22-09-2022)
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"Rumbo a las Molucas"
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"Los supervivientes del viaje de Magallanes-Elcano"- Dra. Consuelo Varela"
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Antonio Pigafetta (Vicenza, Italia, c. 1480 - ib., c. 1534) fue un noble italiano del Renacimiento que se desempeñó como explorador, geógrafo y cronista al servicio de la República de Venecia.
Tomó parte en la expedición de Magallanes, que culminaría con la primera circunnavegación del globo en 1522, realizada a bordo de la nao Victoria, única que regresó a España. Pigafetta fue uno de los 18 hombres, de los 265 de la tripulación inicial, (que sobrevivieron al viaje) que volvieron en la nao.
Otros 18 sobrevivieron de la Nao Trinidad que quedaron en las Molucas reparándola y los trajeron como prisioneros los portugueses a Lisboa y varios otros que habían quedado en Cabo Verde y volvieron por la misma vía.
Su relato de los hechos se titula Relación del primer viaje alrededor del mundo (1524), también conocido como la Relación de Pigafetta. Este relato es la fuente principal de información sobre el viaje de Magallanes y Elcano, y de la propia vida de Pigafetta.
Por primera vez un europeo relataba el descubrimiento del estrecho de Magallanes, donde se constataba el paso navegable al océano Pacífico (masa de agua conocida desde 1513 por Vasco Núñez de Balboa, que la llamó «mar del Sur»), la Patagonia o el primer documento disponible acerca del idioma cebuano, de Filipinas.
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La increíble historia de Pigafetta, el cronista de la primera vuelta al mundo
Las gestas y penurias de la primera vuelta al mundo, hace ahora quinientos años, han llegado a nuestros días gracias a la bitácora de Antonio Pigafetta, un caballero véneto al que la historia reservó una de sus páginas más fascinantes.
Pigafetta nació en torno al 1492 en el seno de una familia de la nobleza de Vicenza, ciudad de la Serenísima República de Venecia, y su figura aún en la actualidad sigue envuelta en interrogantes.
Es "el personaje más importante que la historia ha olvidado", indica a Efe Stefano Soprana, presidente de la asociación que la ciudad italiana ha instituido para reivindicar este año la figura de uno de sus personajes más ilustres a la par que desconocidos.
El noble se encargó de escribir un cuaderno de viaje durante toda la expedición del portugués Fernando de Magallanes, una tormentosa aventura con la que España buscaba una ruta alternativa a las Indias con la que controlar el importante mercado de especias.
En el documento, del que se conserva una copia hallada en el siglo XVIII, describió todo lo que vio en aquella epopeya, la primera vuelta al mundo, como la flora, la fauna, los pueblos y costumbres de los sitios a los que llegaba.
En 1519 Pigafetta se encontraba en la corte española, en ese momento en Barcelona, y ahí pronto se enteró de que en la ciudad de Sevilla se estaba ultimando una gran expedición marítima.
En la ciudad del Guadalquivir se embarcó en uno de los cinco navíos preparados para una exploración hacia el oeste, junto a 237 hombres y de la que, tres años después, solo regresaron 18 a causa de las guerras, las deserciones, las hambrunas y las enfermedades.
Pigafetta explica las razones que le llevaron a sumarse a una gesta tan arriesgada. Entre sus virtudes, presumía de conocimientos en navegación, una curiosidad voraz y un sueño dorado de celebridad.
"Siendo yo conocido por haber leído muchos libros y por diversas personas que hablaban de las grandes y estupendas cosas del mar Océano, deliberé buscar experiencia y ver dichas cosas, para que me granjearan satisfacción y un nombre para la posteridad", relata.
Pigafetta describió el impiedoso Atlántico, su cielo estrellado, el "muy abundante" Verzín o Brasil, los albores de la evangelización en el continente americano, animales inimaginables, como cerdos con el ombligo en la espalda, el calmo Océano Pacífico o los aguerridos pueblos nativos que poblaban sus infinitas y abruptas islas.
Y dejó para la posteridad el hallazgo del paso que une los dos océanos: "El miércoles 28 de noviembre de 1520 desembocamos desde este estrecho al mar Pacífico, que navegamos durante tres meses y 20 días sin provisiones", escribe.
Ya en aquel momento la situación a bordo era dramática: "El bizcocho que comíamos ya no era tal, sino un polvo con puñados de gusanos que se habían comido la sustancia. Tenía un hedor de orina y bebíamos agua amarilla putrefacta desde hacía días", rememora.
En su texto incluyó varios dibujos y hasta cuatro diccionarios con palabras del guaraní, como el "maíz", el filipino y el patagonio para comprender a las poblaciones y tribus de los mares del sur.
Tras dar la primera vuelta al mundo, Pigafetta entró en la bahía de Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522 en la única nao que había sobrevivido, consciente de haber hecho historia.
Con él regresaron diecisiete hombres "mayormente enfermos". Entre ellos estaba el vasco Juan Sebastián Elcano, al que no menciona a pesar de que se puso al mando tras la muerte de Magallanes en 1521 en una batalla contra los indígenas de la isla filipina de Mactán.
Una escaramuza en la que, por cierto, Pigafetta resultó herido en la frente a causa de una flecha envenenada.
"Desde el tiempo que zarpamos desde esta bahía hasta el día presente recorrimos más de 14.460 leguas y cumplimos la vuelta al mundo, desde levante a poniente", certifica al final del texto.
El lunes 8 de septiembre echaron el ancla en un muelle sevillano. Desde entonces Pigafetta se dispuso a buscar la notoriedad que tanto ansiaba, dirigiéndose a las principales cortes europeas para narrar los pormenores de sus exploraciones y buscar editores para su relato.
En primer lugar se reunió con Carlos I, que en ese momento se encontraba en la ciudad castellana de Valladolid: "Presenté a la sagrada majestad de Don Carlos, no oro ni plata, sino cosas muy apreciadas por un señor como él. Entre estas un libro de nuestro viaje", narra.
Sin embargo la Corona española no le reservaba gloria alguna, se cree que por su lealtad al portugués Magallanes.
Quizá por eso después acudió a Portugal, para ilustrar la proeza al rey Juan III de Avis, y acto seguido se encaminó a Francia, donde entregó algunos regalos "del otro hemisferio" a la madre del rey Francisco y regente, Luisa de Saboya.
Por último Pigafetta, agotado e ignorado por las potencias europeas, acabó regresando a Italia para llevar su bitácora a los gentilhombres más influyentes, como los Gonzaga de Mantua, el dogo Andrea Gritti de Venecia o el papa Clemente VII.
La copia conservada, en italiano y de estilo epistolar, fue encargada por el Gran Maestre de la Orden de Rodas, Filippo De Villers Lisleadam, quien le animó a dejar escrita su proeza.
Las causas de su muerte, situada en torno a 1531, están aún por esclarecer, como muchos aspectos de la vida del hombre que contó la primera circunnavegación del planeta.
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The exploits and hardships of the first round-the-world voyage, five hundred years ago now, have come down to us thanks to the logbook of Antonio Pigafetta, a Venetian knight to whom history has reserved one of its most fascinating pages.
Pigafetta was born around 1492 into a noble family in Vicenza, a city of the Serenissima Republic of Venice, and his figure is still shrouded in mystery today.
He is "the most important figure that history has forgotten", Stefano Soprana, president of the association that the Italian city has instituted this year to vindicate the figure of one of its most illustrious yet unknown figures, told Efe.
The nobleman was in charge of writing a travelogue throughout the expedition of the Portuguese Ferdinand Magellan, a stormy adventure with which Spain sought an alternative route to the Indies with which to control the important spice market.
In the document, a copy of which was found in the 18th century, he described everything he saw in that epic, the first round-the-world voyage, such as the flora, fauna, people and customs of the places he reached.
In 1519 Pigafetta was at the Spanish court, at that time in Barcelona, and there he soon learned that a great maritime expedition was being finalised in the city of Seville.
In the city on the Guadalquivir he embarked on one of the five ships prepared for an exploration to the west, together with 237 men, from which, three years later, only 18 returned due to wars, desertions, famine and disease.
Pigafetta explains the reasons that led him to join such a risky venture. Among his virtues, he boasted a knowledge of navigation, a voracious curiosity and a golden dream of celebrity.
"Since I was known to have read many books and to various people who spoke of the great and stupendous things of the Ocean Sea, I decided to seek experience and to see these things, so that I might gain satisfaction and a name for posterity," he recounted.
Pigafetta described the impious Atlantic, its starry sky, the "very abundant" Verzín or Brazil, the dawn of evangelisation on the American continent, unimaginable animals, such as pigs with their navels on their backs, the calm Pacific Ocean or the brave native peoples who populated its infinite and abrupt islands.
And he left for posterity the discovery of the passage that joins the two oceans: "On Wednesday 28 November 1520 we entered from this strait into the Pacific Sea, which we sailed for three months and 20 days without provisions", he wrote.
Already at that time the situation on board was dramatic: "The biscuit we ate was no longer biscuit, but a powder with handfuls of worms that had eaten the substance. It had the stench of urine, and we had been drinking rotten yellow water for days," he recalls.
In his text he included several drawings and up to four dictionaries with Guarani words, such as "maize", Filipino and Patagonian, to understand the people and tribes of the South Seas.
After sailing around the world for the first time, Pigafetta entered the bay of Sanlúcar de Barrameda on 6 September 1522 in the only surviving ship, aware that he had made history.
Seventeen men "mostly sick" returned with him. Among them was the Basque Juan Sebastián Elcano, whom he does not mention although he took command after Magellan's death in 1521 in a battle against the natives of the Philippine island of Mactan.
A skirmish in which, incidentally, Pigafetta was wounded in the forehead by a poisoned arrow.
"From the time we set sail from this bay to the present day, we have travelled more than 14,460 leagues and circumnavigated the world, from east to west," he certifies at the end of the text.
On Monday, 8 September, they dropped anchor at a dock in Seville. From then on, Pigafetta set out to seek the notoriety he so longed for, going to the main European courts to recount the details of his explorations and to seek publishers for his account.
First he met Charles I, who was then in the Castilian city of Valladolid: "I presented to the sacred majesty of Don Carlos, not gold or silver, but things very dear to a lord like him. Among these was a book of our journey," he recounts.
However, the Spanish Crown did not reserve any glory for him, it is believed because of his loyalty to the Portuguese Magellan.
Perhaps this is why he then went to Portugal, to illustrate his exploits to King John III of Avis, and then set off for France, where he gave some gifts "from the other hemisphere" to the mother of King Francis and regent, Louise of Savoy.
Finally Pigafetta, exhausted and ignored by the European powers, ended up returning to Italy to take his log to the most influential gentry, such as the Gonzagas of Mantua, the Doge Andrea Gritti of Venice and Pope Clement VII.
The surviving copy, in Italian and in epistolary style, was commissioned by the Grand Master of the Order of Rhodes, Filippo De Villers Lisleadam, who encouraged him to write down his exploit.
The causes of his death, which took place around 1531, are still to be clarified, as are many aspects of the life of the man who wrote about the first circumnavigation of the planet.
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Primera circunnavegación de la Tierra en la historia 1519-1522
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500 años de la primera vuelta al mundo (1): La armada española de la Especiería
Con motivo del V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo (2019-2022) se han iniciado numerosas actividades para conmemorarlo. La primera de ellas en marzo de 2018 con la celebración de los 500 años de las Capitulaciones de Valladolid, por las que Carlos I de España nombra capitanes de la armada española de la especiería al navegante Fernando de Magallanes y al cosmógrafo Ruy Falero y les da instrucciones para el viaje en busca de las islas de la especiería y la localización de un paso por América para llegar a ellas que no estuviera dentro de la delimitación de Portugal.
Esta armada española mandada primero por el portugués Fernando de Magallanes hasta su muerte el 21 de septiembre de 1521, después por varios capitanes y finalmente por el navegante vasco Juan Sebastián Elcano, consiguió un hecho histórico, dar la Primera Vuelta al Mundo y volver con un cargamento de especias a bordo de La Nao Victoria tres años después de su partida.
500 años de la primera vuelta al mundo (2): El gran viaje de Magallanes y de Elcano
El 20 de septiembre de 1519 las cinco naos de la armada española de la Especiería abandonaron Sanlúcar de Barrameda, comenzando una travesía llena de incógnitas en busca del oro del momento, las especias. La armada, dirigida por el experimentado navegante portugués Fernando de Magallanes, muerto durante la expedición, estaba formada por cinco naves, la Trinidad, que era la capitana, La Concepción, La Santiago, La San Antonio y La Victoria.
El rey de Castilla, Carlos I, les había dado la orden de encontrar las Islas del Maluco, donde crecían en abundancia el clavo, la canela, y otras especias. Para cumplir con este objetivo era necesario encontrar un paso por el sur del continente americano, en la zona de navegación española, para evitar un conflicto con el reino de Portugal. La travesía duró casi tres años y sólo regresó una de las naves, la Victoria, con el navegante vasco Juan Sebastián Elcano al frente, quien con su tripulación y tras muchas vicisitudes consiguió llegar a España por el lado contrario al previsto, culminando así un hito histórico, la Primera Vuelta al Mundo. No era el objetivo de la expedición, pero varios acontecimientos acaecidos en el viaje cambiaron el rumbo de esta historia.
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MOLUCAS
Se cumplen 500 años de la llegada de Magallanes y Elcano a las islas Molucas. Su aventura tenía el objetivo de encontrar la ruta de las valiosas especias. Pero sin pretenderlo, aquella expedición demostró que la tierra era, efectivamente, redonda. Un diario de a bordo y una novela tienen las claves del viaje que revolucionó nuestro mapa del mundo.
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Ruta de las especias. ¿Qué era y qué se comerciaba?
La ruta de las especias fue un camino comercial que abarcaba gran parte de Asia Central. Fue una de las rutas comerciales más importantes durante gran parte de la historia, al igual que otra famosa ruta comercial llamada la ruta de la seda, siendo muy importante para Europa desde los primeros siglos de nuestra era, cobrando mucha relevancia durante la Edad Media en adelante.
Por dónde iba la ruta de las especias
Las especias provenían en gran parte de los actuales India, Indonesia, China y otras regiones circundantes, desde donde se producían especias como el clavo de olor, la nuez moscada (en China e Indonesia), la canela (Ceilán), la pimienta (India) y de ahí llegaba a Europa por el Mediterráneo por medio de mercaderes árabes en su momento álgido.
En realidad la ruta de las especias a Europa no era una sola, sino varias, siendo dos las más importantes, ya que existían dos caminos destacados para la llegada de estas especias a Europa en su momento más importante, una por Egipto y la otra por Siria. Una vez llegaban a Italia eran distribuidas a toda Europa desde sus dos puertos principales, Venecia y Génova.
Uso de especias
Para entender la importancia de la ruta de las especias hay que entender también el papel de las mismas. El uso de especias data al menos del período Neolítico, ya que se han encontrado restos de las mismas en excavaciones de hace miles de años.
Aunque fueron los romanos en el siglo I los que comenzaron a importar especias a gran escala, principalmente pimienta, no fue hasta el siglo IV cuando la ciudad de Constantinopla se convirtió en una destacada ciudad comercial. Fue allí donde llegaron por primera vez otras especias como la nuez moscada y el clavo de olor.
Durante la Edad Media, en Europa, el uso de especias se relacionaba con las clases altas y el estatus social, y su precio era tan alto que se las trataba como reliquias o joyas. Para poner un ejemplo, la pimienta en el siglo XV valía 30 veces su precio cuando llegaba a Venecia, ciudad que en esa época era el principal nodo del comercio de la ruta de las especias en Europa.
Al parecer, es uno de los motivos que llevaron a las embarcaciones españolas a buscar un camino rápido a las Indias, con la historia y su desenlace que todos conocemos.
Las especias más usadas a nivel mundial son la pimienta, el pimentón, el chile, el cardamomo, el clavo de olor, el macis, la nuez moscada y la canela. En países como Francia se usan mezclas de hierbas, mientras que en otras regiones como India las llamadas especias indias suelen ser una mezcla de muchas de ellas como el Garam masala o el curry, o en el norte de África se emplean mezclas de especias, siendo la más importante el ras al hanut.
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LA BATALLA DE LAS ESPECIAS - ELCANO regresa a las islas Molucas 1525-1526 * Luis Mollá *
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Alentado por el éxito comercial de la expedición de Magallanes tras el regreso de la Victoria cargada de clavo al mando de Juan Sebastián Elcano, Carlos I decide enviar a Las Molucas una segunda flota más ambiciosa a las órdenes de don García Jofre de Loaísa, secundado por el propio marino de Guetaria.
Si en la primera expedición la división entre marinos españoles y portugueses estuvo a punto de dar al traste con los objetivos más importantes, en esta segunda será la división de clases entre los nobles capitanes castellanos lo que pondrá los resultados en el filo de la navaja, pues si por una parte considerarán a Loaísa falto de los conocimientos náuticos suficientes para encabezar la flota de siete barcos, por otra despreciarán a Elcano por no reunir la hidalguía suficiente para mandarlos.
Gracias a Luis Mollá, marino y autor de la novela “La batalla de las especias” * https://amzn.to/35Mhnjj * , conoceremos un maremagno de infortunios en el que tanto Loaísa como Elcano encontrarán la muerte en aguas del Pacífico.
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