domingo, 20 de septiembre de 2020

Motos Custom

Motos Custom
Motos largas y bajas, manillares planos o elevados hasta el infinito, estriberas adelantadas o en plataformas y abundancia de cromo, metal y cuero.

Estamos hablando de las motos custom, un estilo de moto que nació en EE.UU. donde se pueden hacer cientos de millas en interminables rectas, a 55 millas/hora.
El mundo del custom es atractivo para cualquiera que sea un apasionado de las dos ruedas. Antes era un lujo al alcance de los que se lo pudieran permitir, pero ahora las cosas han cambiado.

Es más, en la actualidad ni siquiera es necesario sacarse el carné específico de moto para poder llevarlas, con el carné B es suficiente.


Harley-Davidson era una de las empresas grandes en el mundo de la moto, lo suficiente como para fabricar motos al estilo americano allí.

A finales de los 70, AMF, la propietaria de la marca, está prácticamente arruinada y vende la compañía a un grupo de inversores con más amor por la marca que dinero.
Son los tiempos en los que el marketing crea algún eslogan ahora ya famoso: "una Harley no tira aceite: marca su territorio".

O aquel otro anuncio de un asiento pegado al cilindro trasero: "lo más cerca que puedes sentir 88 pulgadas cúbicas", algo que justificaba unas vibraciones ya superadas por otras marcas.


Mucho metal y poco plástico, motores de alta cilindrada de mucho par y pocos CV que empujan muy desde abajo haciéndose sentir.

Cromados, asientos bajos, manillares altos y otras parafernalias que la cultura "chopper" nacida en los Estados Unidos en los años 30 (motos "cortadas", que es lo que significa "chopper", textualmente), había puesto de moda durante las décadas anteriores configuran esta cultura de moto que se extiende desde América por todo el mundo.

El triunfo de Harley-Davidson con esta política no pasa desapercibida. ¿Los clientes quieren motos así? Bien, hagámoslas. Eso hicieron los japoneses, después los europeos.

Aparecen motos que hoy día tienen sus propios seguidores: Kawasaki Vulcan, Suzuki Intruder u Honda Shadow entre otros.

En Europa, hasta Ducati, con su Indiana, compra la idea. Y suceden cosas tan curiosas, tan "custom", como que Honda tuvo que rediseñar los colectores de la Shadow 1100 en una de sus versiones porque, según sus clientes, la moto vibraba poco.

Hoy día el custom sigue varias corrientes estéticas diferentes. Harley-Davidson, como siempre, marca tendencias y sus modelos, sus ideas estéticas, acaban siendo influencia en los diseños de otros marcas.

Pero en el mercado ha reaparecido su mayor rival, Indian, la marca con la que luchó de "tú a tú" hasta los años 50 ha regresado y está haciendo las cosas muy bien.

Los europeos no acaban de aceptar esa idea de hacer "harleys" fuera de allí: Ducati dejó de hacer customs clásicas, pero su Diavel X es una especie de "cruiser futurista", y eso de cruiser es un concepto puramente custom.

Triumph ha dejado de lado la fabricación de este tipo de modelos con el paso a la normativa Euro 4, unas motos que tenían su propia personalidad.
Y por supuesto, en cilindradas inferiores, cantidades ingentes de fabricantes entran y salen del mercado, compitiendo con marcas ya establecidas como Daelim, Keeway o Hyosung.

 
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Comparativa Custom 125 de segundamano

Es el caso de nuestras tres protagonistas, una coreana y dos japonesas, buenas, bonitas y no demasiado caras, ya que ahora las puedes conseguir de segunda mano a buen precio.
En un mar de mediocridad, las tres custom que a continuación os presentamos son las encargadas de poner un toque de calidad al segmento y ¡ojo! porque esto no quiere decir que su precio se dispare, ninguna llegó a los 3.000 euros cuando estaban a la venta y dos de ellas se quedaban bastante por debajo de esa cifra, por lo que ahora, ya descatalogadas, son una opción más que interesante.

La Daelim Daystar estuvo muchísimos meses en los primeros puestos del ranking de ventas y fue la custom de 125 más vendida en España por delante de la Kawasaki Eliminator y la Suzuki Marauder.

La superventas Daystar aúna una impresionante estética con buenos remates, cuidada mecánica con motor de inyección y un precio que sentencia y despeja dudas de cara a una posible compra. A los detalles puramente custom como son el escape doble salida o la instrumentación sobre el depósito hay que sumar que la puedes encontrar en cuatro coloraciones diferentes.

En marcha es una moto cómoda, el asiento es bajo, el manillar alto, dispone incluso de plataformas reposapiés y cambio de tipo pie-talón. El motor destaca por consumir muy poco, además con los 16,8 litros que acepta el depósito se puede llegar a recorrer nada más y nada menos que ¡500 kilómetros! La parte menos buena es que el motor produce muchas vibraciones al subirlo de vueltas, algo muy molesto en pies y manos.

Las suspensiones tampoco son uno de sus fuertes, el monoamortiguador que monta detrás tiene muy poco recorrido y no absorbe bien los baches. El equipo de frenos, con disco delante y tambor detrás, cumple su función.

Su estilo sobrio y sencillo ha creado adeptos. Viene de una familia custom de mucha tradición y solera y eso se deja notar en la calidad de los acabados y la fiabilidad mecánica que ofrece la firma japonesa. Su punto negativo - o positivo-, como hemos comentado antes, es que quedó anclada en la Euro 2 y, hoy en día, podría ser más barata que la Suzuki y la Daelim.

En la Eliminator se adopta una postura muy custom al tener las estriberas muy adelantadas, un amplio sillón y el manillar estratégicamente ubicado. El respaldo para el acompañante - lo trae de serie- es todo un plus en comodidad. El motor tiene cinco largas marchas y no está exento de vibraciones en alto régimen, aunque no llegan a ser tan molestas como en la Daystar.

En cuanto a frenos, muy bien el disco delantero y regular el trasero porque, aunque funciona bien, el accionamiento de la palanca está muy duro y además tiene mucho recorrido. La horquilla delantera cuenta con mucho lanzamiento pero no demasiado recorrido, lo mismo ocurre con los dos amortiguadores posteriores.

Discreta y sin demasiados adornos, se presenta como una alternativa perfecta para el día a día al adoptar una postura de conducción cómoda y poco forzada gracias a su ergonómico y extremadamente bajo asiento y unas estriberas no demasiado adelantadas.

Algo que le imprime un carácter urbano muy a tener en cuenta. En la última evolución, acometida en 2007, se incorporó la inyección electrónica a su motor, haciéndolo más dócil pero manteniendo su potencia y buena respuesta, además es la única moto de la prueba que no produce vibraciones al exprimir las marchas. Sin lugar cuenta con el mejor motor de las tres.

Frenos y suspensiones trabajan con efectividad, los dos amortiguadores traseros son regulables en precarga. La Marauder cuenta con una larga lista de accesorios opcionales tales como alforjas, defensas del motor, parabrisas o respaldo para pasajero.

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La iconografía custom y su significado
La Kustom Kulture actual es una amalgama de todas estas subculturas.

La vuelta de los soldados americanos tras la Segunda Guerra Mundial resultó ser agridulce, y su adaptación a la vida que habían dejado atrás hacía casi cinco años, nada fácil.

El país que ahora los aclamaba había cambiado enormemente durante los años de su ausencia. El mundo que estos ex-combatientes habían vivido durante la guerra lleno de adrenalina y enfrentamiento con la muerte, generó un desasosiego al intentar adaptarse a su nueva, aburrida y monótona vida.

Un desasosiego que algunos intentaron aliviar sobre una moto,  buscando revivir aquella emoción y paradójica libertad de los tiempos de la guerra.

Miles de veteranos se encontraron errando por las carreteras americanas en grupos, dando origen a las famosas bandas de motoristas, que incorporaban los conceptos de camaradería y honor traídos del ejército. La moto, y en concreto una primera rudimentaria transformación apodada Bob Job, se reveló como el vehículo ideal para cualquier manifestación de rebeldía.

Muchos de estos soldados recién licenciados se establecieron en el sur de California y empezaron a comprar motos usadas.

Las modificaron inspirándose en las máquinas de Hill-Climb de los años treinta. Quitaban guardabarros delanteros, acortaban traseros y, en general, eliminaban cualquier elemento cuyo peso lastrara la aceleración o el manejo.

La Bob Job representa la antítesis de la perfecta moto de turismo de los años 40: la velocidad lo es todo y es lo que determina la forma de la máquina.

Para estos motoristas sus empleos eran una incómoda necesidad que interrumpía su trabajo en las motos, pero les permitía pagar las mejoras y recambios, y a algunos hasta llevar su moto a decorar los depósitos con alegorías de los morros de los aviones militares.

La inspiración de las tan típicamente americanas pinturas de pin-ups, son los conocidos dibujos de chicas en atuendos y postura más o menos sexy.

Las llamas provenían de la decoración de los aviones de combate, principalmente bombarderos, que también habían participado con estos veteranos en la gran guerra, y así comenzaron a verse motos, por lo general Harley-Davidson e Indian, que eran auténticas réplicas de los llamativos motivos pintados en el morro de los aviones de la USAF.

La Ruta 66

La Ruta 66 es uno de los iconos esenciales de Estados Unidos, y representa multitud de ideas: libertad, migración al oeste y la soledad de la tierra estadounidense. Para los norteamericanos representa la esencia de su forma de viajar.

Fue una de las rutas federales originales,se estableció el 11 de noviembre de 1926, aunque no se señalizó hasta el año siguiente y no estuvo totalmente pavimentada hasta 1938.
Originalmente discurría en un trazado diagonal desde Chicago (Illinois), a través Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California, hasta finalizar en Los Ángeles con un recorrido total de 2.448 millas (3.939 km).

La Ruta 66 fue el principal itinerario de los emigrantes que iban al oeste, especialmente durante la dust bowl de los años 30, y sostuvo la economía de las zonas que la carretera atravesaba. La gente que prosperó durante la creciente popularidad de la carretera fue la misma que años más tarde luchó por mantenerla viva cuando empezó a construirse la nueva Red de Autopistas Interestatales de Estados Unidos.

John Steinbeck la inmortalizó en su novela "Las uvas de la ira" de 1939, aportándole el calificativo de "Mother Road" ("Carretera Madre"). El libro, llevado al cine por John Ford al año siguiente, narra el papel que la carretera jugó en los años posteriores a la Gran Depresión de 1929, cuando 210.000 personas la utilizaron para emigrar hacia California en busca de una nueva oportunidad.

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Videos en YouTube

Como conducir / manejar una MOTO - FACIL

https://www.youtube.com/watch?v=drM68iDons8

Consejos para novatos

https://www.youtube.com/watch?v=ijVLOy2Hayg

Contramanillar en moto

https://www.youtube.com/watch?v=1aOczDLsj1E
Lifting a fallen motorcycle

https://www.youtube.com/watch?v=cfsUZDA8CoI&feature=emb_imp_woyt
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Honda CB125F 2021: Euro 5 y consumo de récord

La tercera generación de la Honda CB125F. Una naked ligera y económica, ideal para aquellos poseedores de la licencia A1 y el carnet B, que quieren iniciarse en el mundo de las dos ruedas con una moto de marchas sin grandes complicaciones con la que deslizarse entre el tráfico urbano.

Un segmento en el que rivalizará por precio con otras 125 de marchas como la Yamaha YS125, Benelli BN125, Macbor Shifter MC1…

Más potencia, menos peso y unos consumos contenidos

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Mash Seventy 125

El Mash Seventy 125. Un modelo sencillo, al más puro estilo retro y que permite a los conductores con carnet A1 meterse de lleno en el universo de la cultura cafe racer.
Precio: 2.599 € | Potencia: 11,6 CV | Cilindrada: 124 cc | Carnet: A1 -B

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