El Gobierno de Sánchez presentó en Febrero de la mano de la Ministra Nadia Calviño la denominada ‘Agenda del Cambio’, una hoja de ruta con reformas estructurales y 60 nuevas medidas en formación, empleo, transición ecológica, avance científico y tecnológico y eficiencia en la Administración para sentar las bases de un crecimiento “sostenible e incluso” que consiga que España “sea el país que quiere ser”.
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La ‘Agenda del Cambio’ aborda un total de 60 medidas en seis áreas que buscan apostar por la formación y el capital humano, impulsar la transición ecológica, promover el avance científico y tecnológico, combatir la desigualdad y proteger el Estado de bienestar, y progresar hacia una Administración más eficiente.
Laboral y pensiones
En materia laboral, se cuentan medidas como la simplificación y reordenación del menú de contratos de trabajo -a indefinido, temporal estructural y formativo-, un nuevo Estatuto de Trabajadores “del siglo XXI”
y la reforma del sistema de la Seguridad Social. Otras medidas en materia laboral incluida en la hoja de ruta son la derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral de 2012.
El Ejecutivo también programa la reforma del sistema de Seguridad Social de aquí al año 2024.
Aquí incluye la implementación desde 2020 de la mochila austríaca, que crearía cuentas individuales para cada trabajador a donde irían a parar las cotizaciones y que se podría utilizar en casos de despido, movilidad geográfica, formación o jubilación.
Formación
En materia de formación y capital humano, se trabajará en tres fases: educación temprana, modernización del modelo educativo, Formación Profesional y universidad “inclusiva”, y para ello ha citado el plan estratégico de formación profesional y la ley de reforma educativa ya propuesta.
Los objetivos son que para 2020 el 90% de jóvenes cuente al menos con una titulación de educación secundaria y que el 50% de la población infantil entre 0 y 3 años sea atendida en centros educativos.
Igualdad
La ‘Agenda’ también incluye medidas para combatir la desigualdad y proteger el Estado de bienestar, con el fin de combatir la pobreza infantil y la exclusión social, cerrar la brecha de género y frenar el proceso de despoblación, sobre todo en las comunidades rurales.
Para ello, se impulsarán políticas de apoyo a la familia, con medidas ya incluidas en los Presupuestos, y para frenar la despoblación.
Gestión eficiente
Por último, se mejorará el funcionamiento de las instituciones para progresar hacia una Administración “más transparente y abierta”, a través de la eficiencia y del ejercicio de evaluación de gasto que realizará la AIReF.
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La ‘mochila austriaca’
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En su hoja de ruta con reformas estructurales, el Gobierno de Pedro Sánchez incluyó finalmente la denominada
mochila austriaca , una fórmula de capitalización individual de los trabajadores que ya trató de introducir a principios de esta década el equipo de José Luis Rodríguez Zapatero.
¿Qué es la ‘mochila austriaca’?
Se trata de una cuenta de ahorro individual, que se nutre de las diferentes aportaciones mensuales que realiza el empresario y que acompaña a cada trabajador a lo largo de toda la vida laboral. Estas cuotas se plantean como una indemnización diferida para todos los asalariados.
¿Dónde se aplica?
La mochila se introdujo en Austria, a cambio de acabar con las indemnizaciones a los trabajadores.
Se fijó una cuota a las cuentas de ahorro del 1,53% del salario bruto, que se gestionan por fondos privados. Con este cambio buscaban impulsar la movilidad laboral voluntaria (incentivar a cambiar de empresa, compensando las ventajas de ir acumulando antigüedad).
¿Cuándo se puede usar el fondo?
En general, se utiliza por desempleo o jubilación. La propuesta de la ministra de Economía, Nadia Calviño, hace referencia explícita al despido improcedente, por movilidad geográfica, formación o con el retiro.
¿Cómo se puede implantar en España?
La Agenda del Cambio plantea una aplicación “gradual” a partir del 2020.
A finales del 2014, BBVA Research publicó una propuesta, donde la aportación a una eventual mochila era de ocho días por año trabajado –lo que supone una cotización del 2,19% del salario bruto– tanto para indefinidos como temporales, y una compensación al final de la relación contractual que penalice la rotación.
Esta fórmula se completa con una simplificación a tres de los tipos de contrato y “tasar con claridad las causas de despido para que no se genere incertidumbre en los tribunales”.
¿Quién paga?
Los defensores del modelo señalan con claridad al empresario. Aunque es consciente de las reticencias de los empleadores,
Pero hay pocas posibilidades reales para hacer un cambio de estas dimensiones. “Es como el día de la marmota, el gobierno de turno ve que hay que hacer algo con el mercado laboral (mochila austriaca, bonus/malus en la cotización, simplificar los contratos...), pero no es sencillo. Y pasan los años”.
¿Cómo lo ven la patronal y los sindicatos?
Mientras, los empresarios “no ven mal” el modelo, pero ponen en duda su viabilidad económica. Ni la Seguridad Social ni la mayoría de las empresas se lo pueden permitir, señalan.
Los sindicatos temen que este modelo termine suponiendo un abaratamiento del despido y el fin del seguro por desempleo actual, mientras que la patronal tiene dudas sobre su financiación y los incentivos que disfrutarían las empresas a cambio de sus aportaciones.
Beneficios y perjuicios para el trabajador
El principal beneficio para el trabajador sería la seguridad de que dicho fondo es inseparable de su vida laboral, por lo que el miedo a perder la indemnización por despido al cambiar de empresa desaparecería.
En el lado negativo, y a diferencia de lo que sucede en Austria, donde el fondo lo aporta de su salario el trabajador, en España sería la empresa la que tendría que cargar con él, lo que aumentaría considerablemente el gasto salarial.
Los posibles inconvenientes, formulados como dudas, para el trabajador son básicamente dos: durante cuánto tiempo se podría cobrar dicho fondo, cómo se distribuiría y qué sucede cuando este se hayan acabado y el trabajador siga sin encontrar un empleo.
«No vamos a negociar la mochila austriaca».
Así de contundente es la postura de UGT, « se está camuflando un plan de pensiones»
«El despido en España tiene que tener una causa»
En el mercado laboral, «las personas no van a empalmar un trabajo con otro. Eso es ficticio. Para sobrevivir el trabajador tiene que acudir a su indemnización».
Los trabajadores ven el sistema tradicional como algo disuasorio para las empresas. «Si tienen que pagar un despido de una vez, despedirán a menos trabajadores, pero si lo pagan mes a mes ajustarán las plantillas constantemente»
¿Cómo se financia la mochila austríaca?
Para dotar este tipo de fondos de capitalización hay tres opciones: o lo paga la empresa, o lo paga el trabajador o lo paga el Estado.
Si lo paga la empresa significa elevar los costes laborales. Y esto no es bueno ya que desincentiva la creación de empleo en un país con mucho paro y en el que además las cotizaciones sociales no son bajas (lo que significa que los costes laborales ya son altos).
Por otro lado
el fondo lo puede pagar el trabajador, pero esto significa bajar el sueldo a todo el mundo y meterlo en una cuenta que no pueden tocar hasta que sean despedidos o se jubilen. Puede ser bastante impopular y algo paternalista (¡como no sabes ahorrar ya lo hago yo por ti!).
Y por último, lo puede hacer el Estado, por ejemplo detrayendo parte de las cotizaciones sociales para estas cuentas individuales, es decir, usando dinero de las cotizaciones sociales.
Sería una solución muy bonita si no tuviéramos un déficit grande de la Seguridad Social que además es muy peligroso.
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Es lo que hizo el Gobierno de Zapatero con Fogasa de forma temporal y al final hubo que retirarlo (además que pasaríamos de un sistema en el que las empresas indemnizan por despido a uno en el que el Estado lo hace, creamos incentivos perversos).
Los coqueteos del PSOE con la mochila austríaca
En España hemos tenido ya en nuestra legislación la mochila austríaca. En la reforma laboral del PSOE presentada en 2010 se introdujo, pero con un periodo transitorio. La idea es buena ahora y era buena entonces, pero quedó en nada.
En la reforma de 2010 se creó este sistema pero se estableció que el fondo individual de capitalización por despido fuera desarrollado en una ley posterior.
Mientras tanto y de forma temporal, Fogasa pagaría 8 días de indemnización por despido, anticipándose a lo que sería el fondo individual de capitalización.
¿Qué es FOGASA? Fondo de Garantía Salarial
Organismo autónomo adscrito al Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social que garantiza a los trabajadores la percepción de salarios, así como las indemnizaciones por despido o extinción de la relación laboral, pendientes de pago a causa de insolvencia o procedimiento concursal del empresario.
¿Qué retribuciones e indemnizaciones garantiza FOGASA?
Salarios
Abono a los/las trabajadores/as de los salarios con sus pagas extraordinarias, incluidos los de tramitación, pendientes de pago por declaración de insolvencia o procedimiento concursal de la empresa.
La cantidad máxima a abonar por el Fondo de Garantía Salarial, es la que resulta de multiplicar el doble del salario mínimo interprofesional diario, con prorrateo de pagas extras, por el número de días pendientes de pago, con un máximo de ciento veinte días.
Indemnizaciones
Abono a los/las trabajadores/as de las indemnizaciones reconocidas como consecuencia de sentencia, auto, acto de conciliación judicial o resolución administrativa a favor de los trabajadores a causa de despido o extinción de los contratos
El importe de la indemnización, a los solos efectos de abono por el Fondo de Garantía Salarial para los casos de despido o extinción de los contratos por voluntad del trabajador/a mediando causa justa, se calculará sobre la base de treinta días por año de servicio.
La cantidad máxima a abonar es una anualidad, sin que el salario diario, base del cálculo, pueda exceder del doble del Salario Mínimo Interprofesional, con pagas extras.
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Hablemos de pensiones
Los recortes en las pensiones estén a la vuelta de la esquina. Un problema que ningún partido político quiere asumir y tratan de dar patadas hacia delante con medidas cortoplacistas que no hacen más que agravar la situación.
A corto plazo, cualquier decisión encaminada a subir las prestaciones por jubilación, implicará irremediablemente meter la mano en el bolsillo del contribuyente y no resolverá el problema de fondo.
Soluciones
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1.- Incrementar la productividad
Alemania no es la locomotora de Europa por servir cervezas a orillas del mar, sino por tener un fuerte tejido industrial basado en la innovación. La productividad de una hora de un químico alemán es diez veces superior al de un camarero español, y posiblemente trabaje menos.
2.- Sistema de pensiones mixtos
Adoptar un modelo de pensiones que funciona en el resto de Europa, donde el Estado garantiza un mínimo y el pensionista aporta el resto a través de un plan de pensiones privado y bonificado fiscalmente.
De esta manera la tasa de reposición, (porcentaje del salario que cobra un pensionista en comparación con su último sueldo), se equilibraría con el resto de la UE. De hecho, en la actualidad es del 80% y es la segunda más alta tras los Países Bajos.
3.- Reforzar la Inspección de Trabajo
(poner coto al fraude laboral)
Solamente en 2016, las inspecciones de trabajo lograron aflorar 87.190 empleos irregulares, y recaudaron más de mil millones de euros para las arcas de la Seguridad Social.
4.- Cotización de los robots
Encontrar una solución sobre cómo canalizar el beneficio empresarial que implica la robotización de la producción. Las vías son ya conocidas, seguir con la recaudación a través del impuesto de sociedades, o introducir una nueva personalidad jurídica a los robots que permitan cotizar como si de trabajadores se trataran.
5.- Inmigración
La última medida, casi tan socorrida como subir los impuestos o alargar la edad de jubilación, es corregir las deficiencias de la pirámide poblacional con inmigrantes, que permitieran mantener la base de cotización suficiente para pagar las pensiones.
El problema de esta medida, es el hecho de asumir que no se desea evolucionar a un modelo basado en el valor añadido, dado que la inmigración difícilmente será cualificada, sin contar con que se generaría una dependencia continua de esta mano de obra, que por ende y con el paso del tiempo, pasarían a formar parte del grueso de pensionistas.
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¿QUÉ SON LAS CUENTAS NOCIONALES Y CÓMO AFECTARÍAN A LAS PENSIONES ESPAÑOLAS?
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Las cuentas nocionales son cuentas virtuales individualizadas que se asignan a los trabajadores cuando comienzan su vida laboral y donde se van acumulando las cotizaciones que realizan. Cuando se alcanza la edad de jubilación, las prestaciones que reciben dependerán de lo acumulado en su cuenta.
Por ejemplo, si se jubila a los 65 años y tiene acumulados en su cuenta nocional 500.000 euros y se espera que en ese momento su esperanza de vida sea de 20 años, la pensión será el resultado de dividir 500.000 entre 20, lo que le permitiría tener una pensión de 25.000 euros anuales».
Lo primero que destacan es que
el modelo de cuentas nocionales seguiría siendo de reparto: los cotizantes en activo pagarían las pensiones de los jubilados del momento, como ocurre en la actualidad.
Sin embargo, en lugar de que el dinero de las cuotas fuera a una caja común, iría a cuentas individuales, de forma solo contable. Así,
cada trabajador iría acumulando las cotizaciones de toda su vida laboral en su propia cuenta virtual.
A esas aportaciones se le sumaría el rendimiento neto de ese dinero acumulado por cada trabajador. Toda esa suma conformaría el denominado capital nocional.
En el momento de la jubilación, a toda esa cantidad acumulada se le aplicaría un factor de conversión, que transformaría ese dinero en una renta vitalicia.
Dicho factor consistiría, fundamentalmente, en aplicar la media de años que va a vivir el jubilado, según la esperanza de vida en ese momento, y cómo se revalorizará su pensión anualmente.
«Ese importe alcanzado a la jubilación se divide según los años de vida que se calcula va a vivir el trabajador en el momento de jubilarse.
Con los parámetros actuales, las futuras pensiones equivaldrían a entre el 65% y el 85% de las actuales prestaciones de jubilación.
Pros y contras
Ventajas
Es un sistema “mas justo”, porque los pensionistas se llevan lo que han puesto. Ello exigiría, no obstante, no topar la pensión máxima.
La edad de jubilación sería flexible, ya que en la cuantía de la pensión pesaría más el tipo de cotización y la valorización de lo acumulado que el tiempo cotizado.
Una de las principales ventajas de este sistema es la transparencia. El trabajador sabe en todo momento el importe que ha cotizado en un momento concreto de su vida activa -la suma de las cotizaciones efectuadas a lo largo de su vida, más la rentabilidad que se le reconoce a las mismas-, además del importe que alcanzará en el momento que se jubile, si se mantienen sus condiciones de cotización.
Inconvenientes
Aunque es más equitativo, no garantiza la sostenibilidad financiera del sistema, ni la suficiencia de las pensiones.
Y es un modelo menos solidario, que debería suplirse con políticas redistributivas pagadas con impuestos.
Transición
Se aconseja emular a Suecia, con un cambio progresivo: los menores de 35 años se jubilarían con el nuevo sistema; los mayores de 55 con el actual; y entre 35 y 55, de forma mixta.
Suecia, Italia, Letonia o Polonia ya han adoptado el modelo de jubilación de cuentas nocionales -en algún caso de forma complementaria- con el objetivo de garantizar su sistema de pensiones.
Este modelo ha sido aplaudido en diferentes ámbitos, desde BBVA a la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), pasando por el Banco de España.
Según destaca
BBVA en su blog sobre jubilación, una de las principales ventajas de este sistema es la transparencia.
El trabajador sabe en todo momento el importe que ha cotizado en un momento concreto de su vida activa -la suma de las cotizaciones efectuadas a lo largo de su vida, más la rentabilidad que se le reconoce a las mismas-, además del importe que alcanzará en el momento que se jubile, si se mantienen sus condiciones de cotización.
«Si se jubila más tarde, acumulará más derechos en su cuenta y dividirá su importe entre una esperanza de vida menor, con lo que intuitivamente es muy fácil ver las implicaciones de jubilarse antes o después, así como si el esfuerzo de cotización a lo largo de la vida laboral es suficiente para tener el nivel de vida deseado en el momento de la jubilación.
Esto permite flexibilizar la edad de acceso a la jubilación:
Los trabajadores podrían decidir jubilarse antes teniendo información real sobre la cuantía de su prestación y asumiendo lógicamente que una jubilación anticipada implicará una menor cuantía de pensión».
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La hucha de las Pensiones
La hucha de las pensiones ya está absolutamente liquidada aunque queden 2150 millones porque la deuda de la Seguridad Social ya roza los 50.000 millones.
Luis Herrero analiza junto a Juan Ramón Rallo y José María Rotellar la cantidad que el Gobierno usará del Fondo de Reserva
enlace web radio
(./.)
enlace de 2007 en que se sacaba pecho con el sistema de pensiones