domingo, 30 de octubre de 2022

Feijóo se arruga tras décadas de cesiones a nacionalistas

Tampoco ahora el Partido Popular va a desbloquear la renovación del Poder Judicial. Cuando todo parecía encarrilado, cuando, según el Gobierno, el pacto ya estaba cerrado a la espera de firma, Alberto Núñez Feijóo, encuentra una excusa para echarse atrás. 

Esta vez, la excusa es la reforma del delito de sedición. Pero, recordemos, que antes, y con Casado al frente, las excusas fueron otras: que si Pablo Iglesias estaba en el Gobierno, que si una vez fuera Iglesias, Podemos seguía en el Gobierno, que si se pactaba con Bildu... 

Ahora, y cuando Feijóo iba a dar un paso al frente importante en alguien que pretende gobernar en este país, un paso al frente que podía etiquetarle como hombre de estado, se raja en el último momento.

"El PP teme la reacción de la derecha política, judicial y mediática", por el pacto para el Poder judicial. Pero es que ayer también Isabel Díaz Ayuso, que debe formar parte también de esa derecha política le había dicho al presidente de su partido lo que pensaba.

Claro, teniendo en cuenta que ya hace tiempo que la derecha, sobre todo la derecha más a la derecha dentro del propio partido, ya le iba advirtiendo, Feijóo parece que se ha arrugado. Y esto es más que preocupante. 

EL PAÍS reconstruye cómo se llegó a la ruptura del acuerdo entre el PSOE y el PP para la renovación del Consejo General del Poder Judicial 

El Gobierno cree que Ayuso y su mundo le ha torcido el brazo a Feijóo como antes lo hicieron con Casado, que también se echó para atrás hasta tres veces cuando ya tenía prácticamente cerrado el acuerdo con Sánchez. “Feijóo ya es otro pelele más, como Casado. La derecha española es tremenda. Ya lo han tumbado una vez. Ahora es suyo”, resumen fuentes del Gobierno.

Tras tres décadas de cesiones a nacionalistas para mantener a PP y PSOE en el poder, ahora Feijóo se arruga. 

De las 15 elecciones que se han celebrado desde 1977, solo en cinco ocasiones las urnas han arrojado un gobierno de mayoría absoluta (1.982, 1.986, 1.989 -una mayoría técnica, pues el PSOE obtuvo los mismos escaños, 175, que la suma de todos los demás partidos-, 2.000 y 2.011). 

Las otras 10 citas electorales obligaron a los aspirantes al gobierno a entenderse con otras formaciones. La más de las veces estos eran partidos nacionalistas o, también llamados, partidos de ámbito no estatal. 

El sistema español alumbró así una lógica por la que los partidos nacionalistas y regionalistas pivotaron de un lado a otro del eje ideológico y fueron sostén fundamental de gobiernos de distinto signo. 

La emergencia de nuevos partidos estatales que llegaron a alcanzar gran fuerza, Ciudadanos, Podemos y Vox, tampoco ha logrado eliminar su decisiva influencia. 

Tras una década de mayorías absolutas, el PSOE de Felipe González pagó en 1.993 el desgaste de escándalos como los GAL, la crisis económica y el precio de años en el poder. 

Cayó de los 175 a los 159 escaños y precisó por primera vez de apoyos externos para cerrar la investidura. Aunque el acuerdo con Izquierda Unida hubiera sumado, los socialistas descartaron esta posibilidad y miraron a la antigua Convergència i Unió y al PNV.

Con la formación catalana, el PSOE acordó la cesión del 15% de la recaudación del IRPF, el acceso a los fondos europeos de cohesión y un mayor grado de autogobierno. González abrió incluso la puerta a una coalición con CiU, pero los de Pujol rechazaron entrar en el ejecutivo. 

Lo mismo hizo el PNV, que votó a favor en la investidura bajo la promesa de desarrollar el Estatuto de Gernika; pero rechazó asumir la cartera de Industria porque no existía un acuerdo programático cerrado. 

Tampoco a su favor el hecho de que PSOE y CiU bastaran por sí mismos para cerrar la investidura. La legislatura acabó antes de tiempo, cuando los catalanes decidieron no apoyar los presupuestos de 1996 y precipitaron la convocatoria de elecciones.

Aznar, Pujol, el Pacto del Majestic, el catalán en la intimidad y 400.000 millones

De la noche electoral, en la que frente a la sede del PP la militancia cantaba "Pujol, enano, habla castellano", a la obtención de una mayoría que Aznar llamó "suficiente" medió una negociación que llevó al entonces líder de la renovada derecha a explicar que él hablaba catalán en sus círculos íntimos. El gusto de Aznar por la lengua catalana se extendió también al nivel competencial.

PP y CiU eligieron el Hotel Majestic de Barcelona, que acabaría dando nombre al acuerdo, para celebrar la cena clave. Aquella noche larga cerraron un pacto de gobernabilidad que comprometía a CiU toda la legislatura, pero le otorgaba varias victorias. El partido de Pujol cifró en 400.000 millones de pesetas (más de 2.400 millones de euros) la cantidad que percibiría Cataluña entre 1.996 y 2.000. 

Las cuentas incluían la cesión del 33% de lo recaudado a través del IRPF, el 35% del IVA, el 40% de impuestos especiales y la cesión de nuevas competencias. La Generalitat se hizo así con la gestión de los asuntos de tráfico, las políticas de desempleo, los puertos y la cabeza de Aleix Vidal-Quadras. Pujol exigió quitarle de en medio y Vidal-Quadras, entonces líder del PP en Cataluña y uno de los mayores detractores del modelo de inmersión lingüística impulsado por Pujol, fue sacrificado por su partido.

También el PNV apoyaría la investidura de Aznar, pese a que sus votos no eran imprescindibles para desatascarla, y pese a que las relaciones entre ambos partidos habían sido muy tensas en la legislatura anterior. 

El PP buscó un acuerdo más amplio que reforzara su mayoría y sentó a Mayor Oreja a negociar con Iñaki Anasagasti y Xabier Arzalluz. El trato otorgó una nueva metodología para el Concierto Económico vasco que aumentaba la capacidad fiscal de Euskadi, la recaudación de impuestos por el alcohol, el tabaco y la gasolina y la devolución del patrimonio que durante la Guerra Civil le fue incautado al PNV. Junto al dinero, la promesa de desarrollar el Estatuto vasco y el compromiso de financiar el Acuerdo Interprofesional Vasco para la Formación Continua.

Como hiciera González, también Aznar abrió la puerta a introducir ministros de partidos nacionalistas en su gabinete. Nunca ocurrió. Pujol rechazó la oferta en la siguiente legislatura. "Imagínese un ministro de CiU en el Gobierno: no podría decir el Gobierno de la nación porque España es plurinacional y nuestra nación es Cataluña, y lo digo con todo respeto y con toda lealtad constitucional y no constitucional", declaró entonces. "Tenemos una determinada idea de España y del papel de Cataluña en España", la idea que años después cambió radicalmente y que entonces el PP no vetaba.

Los últimos acuerdos: de Zapatero a Rajoy

González y Aznar abrieron el camino, aunque ya en 1.979 Adolfo Suárez recibió el 'sí' de Partido Andalucista, Partido Aragonés y Unión de Pueblo Navarro. Zapatero y Rajoy lo siguieron, pero el camino fue cambiando. 

Zapatero logró la investidura en 2.004 solo con la oposición del PP. El ambiente en la cámara y la sociedad tras la segunda legislatura de Aznar, que pasó por la catástrofe del Prestige, el 'No a la guerra' y la contestada gestión del 11-M, favoreció el apoyo a los socialistas. 

El acuerdo más significativo fue el que llevó a ERC al 'sí', mientras CiU se quedó en la abstención. Zapatero había prometido aprobar un nuevo estatut para Cataluña, uno que respetaría el texto que saliera del Parlament. Después vendría la recogida de firmas del PP, el recurso ante el Tribunal Constitucional y un clima de enfrentamiento y polarización crecientes.

En su segunda legislatura, Rajoy solo obtuvo el apoyo de Ciudadanos y Coalición Canaria, y logró la investidura a través de la abstención del PSOE; pero rehízo sus relaciones con el PNV y se entendió en algunos momentos con los independentistas catalanes. 

Convergència, PNV y ERC se abstuvieron en 2.016 para permitir que Ana Pastor presidiera el Congreso. Los nacionalistas vascos apoyaron después los presupuestos del PP, pero en una demostración del modelo por el que se han regido las relaciones de gobierno, giró de posición hasta contribuir a la caída de Rajoy en la moción de censura que siguió a la sentencia de la Gürtel.

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Tres décadas de pactos con los nacionalistas: concesiones y acuerdos de un modelo hoy comprometido
PP y PSOE negociaron y cedieron para cerrar acuerdos con las formaciones nacionalistas desde principios de los 90. 

Pese a la multitud de pactos, nunca cerraron un gobierno de coalición y en su lugar se consolidó un sistema que hoy ve achicarse los espacios para el entendimiento. ERC es ahora la llave del sistema que marcó las relaciones políticas durante tres décadas

Los acuerdos con partidos nacionalistas para las investiduras o para sustentar al Gobierno de España comenzaron en 1993, cuando Felipe González pactó con CiU y PNV para mantenerse en La Moncloa.

En 1996 Aznar cerró el pacto del Majestic con Pujol y más tarde Zapatero se apoyó en ERC y PNV. Ahora Rajoy ha conseguido salvar las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos con la misma estrategia.

Año 1993. Felipe González ganó sus cuartas elecciones aunque sus 159 escaños le impedían gobernar. Fue la 'dulce derrota' de Aznar. El socialista, por primera vez, negoció con CiU y PNV y logró la investidura gracias al apoyo de ambas formaciones. 

Era el principio de una larga relación de amor-odio entre partidos nacionales que deberían pensar en el bien común de todos los españoles pero que, a su vez, se ven obligados a apoyarse y ceder ante partidos nacionalistas para llegar al poder o mantenerse en él. Lo hizo Felipe, Aznar, Zapatero y lo acaba de hacer Rajoy, con un pacto con el PNV a cambio de salvar los Presupuestos de 2017.

Ese año post-JJOO de Barcelona y post-Expo de Sevilla se inauguró una larga lista de contraprestaciones por parte del Gobierno central a formaciones catalanistas o vascas a cambio de su apoyo en el Congreso. Hace casi cinco lustros, con el socialismo ya en decadencia, González se vio obligado a ceder (llegó a ofrecer al partido de Jordi Pujol que entrara en el Gobierno) y CiU consiguió arañar para Cataluña la llamada corresponsabilidad fiscal (en torno al 15% del IRPF) y el desarrollo pleno de los estatutos de autonomía con las consiguientes transferencias. El PNV también votó a favor de la investidura.

Lo mismo ocurrió con José María Aznar y su 'amarga victoria' de 1996, cuando los 156 diputados del PP les obligó a buscar un pacto con CiU, el Majestic. A ese acuerdo los populares incorporaron al PNV (aunque no les hacía falta) por el interés que tenía entonces Jaime Mayor Oreja de combatir el terrorismo de ETA desde una visión nacional con el apoyo de los nacionalistas vascos.

La lista de cesiones de Aznar en ese acuerdo con Pujol cerrado en el hotel del Paseo de Gracia es larga: transferir las competencias de tráfico a los Mossos d'Esquadra, transferencias en materia de justicia, educación, agricultura, cultura, farmacias, sanidad, empleo, puertos, medio ambiente, mediación de seguros, política lingüística y vivienda. 

El Gobierno popular eliminó también la figura del gobernador civil, que fue sustituida por el subdelegado del Gobierno, con menos competencias que el anterior, y se pusieron en marcha importantes inversiones en Cataluña, como las ampliaciones del puerto y del aeropuerto de Barcelona. No hay que olvidar que el PP también apartó a Aleix Vidal-Quadras de la presidencia del partido regional para evitar roces con la Generalitat.

En el caso del PNV, que tenía solo 5 diputados en el 96, los nacionalistas vascos pidieron a Aznar un acuerdo fiscal privilegiado para Euskadi. El líder del PP se encontró entonces con la oposición de CCOO y UGT, que le transmitieron que si rompía la caja única le montaban una huelga general. El candidato a la Presidencia se negó y por eso los jeltzales pasaron del pacto de legislatura al voto de investidura. La negociación PP-PNV funcionó engrasada hasta que el pacto de Lizarra acabó con la sintonía.

En 2004, Zapatero llegó a La Moncloa investido gracias a los votos de ERC, IU, CC, BNG y CHA. Fueron los independentistas catalanes quienes sacaron tajada de este acuerdo en unas negociaciones que se trabajaron Alfredo Pérez Rubalcaba o Diego López Garrido, entre otros. 

El presidente socialista se comprometió a aprobar un nuevo Estatuto y a respetar el texto salido de las Cortes catalanas, redacción que el TC tumbó más tarde. Muchos creen que esa sentencia fue una fábrica de independentistas.

Ya en la segunda legislatura del leonés, el PNV supo entrar en escena para con sus apenas 6 diputados en Madrid arañar un importante paquete para Euskadi. 

Zapatero se sumaba sus supervivencia asediado por los mercados y el inicio de la crisis y los nacionalistas vasco sostuvieron su Gobierno arrancando a cambio un acuerdo del que destacaba la inversión en políticas activas de empleo. Patxi López era el lehendakari por aquel entonces y el PNV con Urkullu al frente supo intercambiar cromos con inteligencia.

Tras una legislatura con mayoría absoluta es ahora cuando el Gobierno de Rajoy se ha visto obligado a recurrir a los nacionalistas vascos.

El PNV ha sabido aprovecharse de la coyuntura, con un PSOE inmenso en un proceso de primarias que le impedía pactar, y llevarse para Euskadi un acuerdo que el Gobierno vasco ha calificado de "excelente y satisfactorio".

Desde Sabin Etxea aseguran que ellos siempre han sabido adaptarse a la situación y forcejear con Madrid de manera beneficiosa en un momento en el que la antigua CiU está destrozada: "Si el PDeCAT tuviera 10 diputados no hubiéramos podido hacer nada", reconocen.

Son, en definitiva, tres decadas de acuerdos con formaciones nacionalistas a la espera de grandes pactos entre PP y PSOE, acuerdos que han sido puntuales como en el caso del terrorismo o el reciente pacto para aprobar el techo de gasto.

Nada ha cambiado en este tiempo ya que ni la entrada de Ciudadanos en el Congreso no ha sido suficiente para que los partidos nacionales se quiten este lastre. 

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Nor now the Popular Party is going to unblock the renewal of the Judiciary. When everything seemed to be on track, when, according to the Government, the pact was already closed awaiting signature, Alberto Núñez Feijóo, finds an excuse to back out.

This time, the excuse is the reform of the crime of sedition. But, let's remember that before, and with Casado at the helm, the excuses were others: that if Pablo Iglesias was in the Government, that if once Iglesias was gone, Podemos was still in the Government, that if there was a pact with Bildu?

Now, and when Feijóo was going to take an important step forward in someone who intends to govern in this country, a step forward that could label him as a statesman, he cracks at the last moment.

"The PP fears the reaction of the political, judicial and media right wing", because of the pact for the Judiciary. But yesterday Isabel Díaz Ayuso, who must be part of that political right that the newspaper talks about, as if Feijóo belonged to, I don't know what, said that with all loyalty she had told the president of her party what she thought.

Of course, taking into account that the right wing, especially the right wing within the party itself, had been warning him for a long time, Feijóo seems to have shriveled up. And this is more than worrying.

EL PAÍS reconstructs how the agreement between the PSOE and the PP for the renewal of the General Council of the Judiciary broke down.

The Government believes that Ayuso and his world has twisted Feijóo's arm as they did before with Casado, who also backed out up to three times when he had already practically closed the agreement with Sánchez. "Feijóo is just another wimp, like Casado. The Spanish right is tremendous. They have already knocked him down once. Now he is theirs," summarizes government sources.

After three decades of concessions to nationalists to keep the PP and PSOE in power, Feijóo now crumples.

Of the 15 elections held since 1977, only on five occasions have the ballot boxes produced an absolute majority government (1982, 1986, 1986, 1989 - a technical majority, as the PSOE won the same number of seats, 175, as the sum of all the other parties -, 2000 and 2011).

The other 10 elections forced the government contenders to come to terms with other parties. Most of the time these were nationalist parties or, also known as non-state parties.

The Spanish system thus gave rise to a logic whereby nationalist and regionalist parties pivoted from one side of the ideological axis to the other and were the mainstay of governments of different political persuasions.

Nor has the emergence of new state parties, Ciudadanos, Podemos and Vox, which have become very strong, managed to eliminate their decisive influence.

After a decade of absolute majorities, Felipe González's PSOE paid the price in 1993 for scandals such as the GAL scandals, the economic crisis and the price of years in power.

It fell from 175 to 159 seats and needed external support for the first time to win an investiture. Although an agreement with Izquierda Unida would have added up, the Socialists ruled out this possibility and looked to the former Convergència i Unió and the PNV.

With the Catalan party, the PSOE agreed to cede 15 per cent of personal income tax collection, access to European cohesion funds and a greater degree of self-government. González even opened the door to a coalition with CiU, but Pujol's party refused to join the executive.

The PNV did the same, voting in favour at the investiture on the promise to develop the Statute of Gernika; but it refused to take on the Industry portfolio because there was no closed programmatic agreement.

Nor did the fact that PSOE and CiU were enough on their own to conclude the investiture work in their favour. The legislature ended prematurely, when the Catalans decided not to support the 1996 budget and precipitated the call for elections.

Aznar, Pujol, the Majestic Pact, the Catalan in private and 400,000 million euros

From election night, when in front of the PP headquarters the militants chanted "Pujol, dwarf, speak Spanish", to the achievement of a majority that Aznar called "sufficient" was mediated by a negotiation that led the then leader of the renewed right wing to explain that he spoke Catalan in his intimate circles. Aznar's taste for the Catalan language also extended to the level of competition.

PP and CiU chose the Hotel Majestic in Barcelona, which would end up giving its name to the agreement, to hold the key dinner. That long night they closed a governability pact that committed CiU for the whole legislature, but granted it several victories. Pujol's party put the amount that Catalonia would receive between 1996 and 2000 at 400,000 million pesetas (more than 2,400 million euros).

The accounts included the cession of 33% of income tax, 35% of VAT, 40% of special taxes and the cession of new competences. 

The Generalitat thus took over the management of traffic matters, unemployment policies, the ports and the head of Aleix Vidal-Quadras. Pujol demanded to get him out of the way and Vidal-Quadras, then leader of the PP in Catalonia and one of the biggest detractors of the language immersion model promoted by Pujol, was sacrificed by his party.

The PNV would also support Aznar's investiture, despite the fact that its votes were not essential to unblock it, and despite the fact that relations between the two parties had been very tense in the previous legislature.

The PP sought a broader agreement that would strengthen its majority and sat Mayor Oreja down to negotiate with Iñaki Anasagasti and Xabier Arzalluz. The deal granted a new methodology for the Basque Economic Agreement that increased Euskadi's fiscal capacity, the collection of taxes on alcohol, tobacco and petrol and the return of the patrimony seized from the PNV during the Civil War. 

Along with the money, the promise to develop the Basque Statute and the commitment to finance the Basque Interprofessional Agreement for Lifelong Learning.

As González did, Aznar also opened the door to introducing ministers from nationalist parties into his cabinet. It never happened. Pujol rejected the offer in the following legislature. "Imagine a CiU minister in the Government: I could not say the Government of the nation because Spain is plurinational and our nation is Catalonia, and I say this with all respect and with all constitutional and non-constitutional loyalty", he declared at the time. "We have a certain idea of Spain and of Catalonia's role in Spain", the idea that years later changed radically and which the PP did not veto at the time.

The last agreements: from Zapatero to Rajoy

González and Aznar opened the way, although as early as 1979 Adolfo Suárez received the 'yes' of the Partido Andalucista, Partido Aragonés and Unión de Pueblo Navarro. Zapatero and Rajoy followed suit, but the path gradually changed.

Zapatero won the investiture in 2004 only with the opposition of the PP. The atmosphere in the chamber and in society after Aznar's second term in office, which included the Prestige disaster, the 'No to war' and the contested management of 11-M, favoured support for the Socialists.

The most significant agreement was the ERC's 'yes', while the CiU abstained. Zapatero had promised to approve a new statute for Catalonia, one that would respect the text that came out of Parliament. Then came the collection of signatures by the PP, the appeal to the Constitutional Court and a climate of growing confrontation and polarisation.

In his second legislature, Rajoy only obtained the support of Ciudadanos and Coalición Canaria, and achieved his investiture through the abstention of the PSOE; but he reestablished relations with the PNV and at times came to an understanding with the Catalan pro-independence supporters.

Convergència, PNV and ERC abstained in 2016 to allow Ana Pastor to preside over Congress. The Basque nationalists later supported the PP's budgets, but in a demonstration of the model by which government relations have been governed, it changed its position until it contributed to Rajoy's fall in the motion of censure that followed the Gürtel ruling.

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Three decades of pacts with the nationalists: concessions and agreements of a compromised model today.


The PP and PSOE have been negotiating and making concessions to reach agreements with nationalist groups since the early 1990s.

Despite the multitude of pacts, they never reached a coalition government, and instead a system was consolidated that today sees the spaces for understanding shrinking. ERC is now the key to the system that marked political relations for three decades.

Agreements with nationalist parties for investitures or to support the Spanish government began in 1993, when Felipe González made a pact with CiU and PNV to stay in La Moncloa.

In 1996 Aznar closed the Majestic pact with Pujol and later Zapatero relied on ERC and PNV. Now Rajoy has managed to save the amendments to the Budget with the same strategy.

The year 1993. Felipe González won his fourth elections although his 159 seats prevented him from governing. It was Aznar's 'sweet defeat'. 

The Socialist, for the first time, negotiated with CiU and PNV and won the investiture thanks to the support of both parties.

It was the beginning of a long love-hate relationship between national parties that should be thinking of the common good of all Spaniards but which, in turn, are forced to support each other and give in to nationalist parties in order to come to power or stay in power. Felipe, Aznar, Zapatero and Rajoy have just done so, with a pact with the PNV in exchange for saving the 2017 Budget.

That year, after the Barcelona Olympics and the Seville Expo, a long list of considerations by the central government to Catalan and Basque parties in exchange for their support in Congress was inaugurated. Almost five decades ago, with socialism already in decline, González was forced to give in (he even offered Jordi Pujol's party to enter the government) and CiU managed to secure for Catalonia the so-called fiscal co-responsibility (around 15 percent of personal income tax) and the full development of the statutes of autonomy with the consequent transfers. The PNV also voted in favour of the investiture.

The same happened with José María Aznar and his 'bitter victory' in 1996, when the 156 PP deputies forced them to seek a pact with CiU, the Majestic. 

In that agreement, the PP incorporated the PNV (although they did not need it) because of Jaime Mayor Oreja's interest at the time in fighting ETA terrorism from a national perspective with the support of the Basque nationalists.

The list of Aznar's concessions in that agreement with Pujol closed in the Paseo de Gracia hotel is long: transferring traffic powers to the Mossos d'Esquadra, transfers in justice, education, agriculture, culture, pharmacies, health, employment, ports, the environment, insurance mediation, language policy and housing. 

The PP government also eliminated the figure of the civil governor, who was replaced by the sub-delegate of the government, with fewer powers than the previous one, and important investments were launched in Catalonia, such as the enlargement of the port and airport of Barcelona. It should not be forgotten that the PP also removed Aleix Vidal-Quadras from the presidency of the regional party to avoid friction with the Generalitat.

In the case of the PNV, which had only five deputies in 1996, the Basque nationalists asked Aznar for a privileged fiscal agreement for the Basque Country. The PP leader then encountered opposition from the CCOO and UGT, who told him that if he broke the single tax box they would stage a general strike. The presidential candidate refused and so the Jeltzales switched from the legislature pact to the investiture vote. The PP-PNV negotiation worked smoothly until the Lizarra pact put an end to the agreement.

In 2004, Zapatero arrived at La Moncloa invested thanks to the votes of ERC, IU, CC, BNG and CHA. It was the Catalan pro-independence supporters who took advantage of this agreement in negotiations that Alfredo Pérez Rubalcaba and Diego López Garrido, among others, worked on. 

The Socialist president pledged to approve a new Statute and to respect the text that came out of the Catalan Cortes, a text that the TC later overturned. Many believe that this ruling was a factory of pro-independence supporters.

Already in the second legislature of the León government, the PNV was able to enter the scene and, with just six deputies in Madrid, win an important package for the Basque Country. Zapatero was joining his survival, besieged by the markets and the onset of the crisis, and the Basque nationalists supported his government by extracting in exchange an agreement that included investment in active employment policies. Patxi López was the lehendakari at the time and the PNV, with Urkullu at the helm, knew how to exchange cards intelligently.

After a legislature with an absolute majority, it is now that Rajoy's government has been forced to turn to the Basque nationalists.

The PNV has been able to take advantage of the situation, with an immense PSOE in a primary process that prevented it from reaching an agreement, and to take an agreement for the Basque Country that the Basque government has described as "excellent and satisfactory".

Sabin Etxea assures that they have always known how to adapt to the situation and to struggle with Madrid in a beneficial way at a time when the former CiU is in tatters: "If the PDeCAT had 10 deputies, we would not have been able to do anything", they admit.

In short, there have been three decades of agreements with nationalist formations while awaiting major pacts between the PP and PSOE, agreements that have only been one-offs, as in the case of terrorism or the recent pact to approve the spending ceiling.

Nothing has changed in this time, as even the entry of Ciudadanos into Congress has not been enough for the national parties to get rid of this burden. 

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sábado, 29 de octubre de 2022

40 años de de la primera victoria socialista en España

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The German foundation that brought Felipe González to power

La fiesta por los 40 años de la victoria del 28 de octubre de 1982 

“Quien no sabe de dónde viene, no sabe adónde va. Tenéis que comprender de dónde venimos, para que sigamos construyendo futuro”, recomendó González a las generaciones más jóvenes antes de repasar algunos de los grandes hitos de su Ejecutivo, como la sanidad pública gratuita.

“El sistema nacional de salud lo hizo Ernest Lluch. Tardó tres años y medio en llevarlo al Parlamento, queríamos que fuera de tal naturaleza que no lo pudieran revertir”, recordó al ministro asesinado por ETA.

Sobre la educación universal hasta los 16 años, el expresidente ironizó que España “solo se retrasó un siglo y medio con esa ley respecto a Francia”.

González también destacó la modernización y democratización del Ejército, que venía de varios intentos de golpe de Estado frustrados: “Con 80 años puedo decir que tenemos unas Fuerzas Armadas de las que podemos sentirnos orgullosos de su prestigio dentro y fuera de España”.

El modelo de Estado con el traspaso de competencias a las comunidades también está entre sus medallas: “Hicimos el Estado autonómico, descentralizar a España le ha venido muy bien a su desarrollo”. “Centrifugar el poder para pelearnos unos con otros no le viene tan bien”, advirtió.

“El legado del triunfo de 1982 vive en quienes no pudimos votar por edad o estábamos por nacer. Somos la semilla del árbol de la libertad plantado con sangre, sudor y lágrimas por la generación previa a Felipe”, le secundó Sánchez.

El reconocimiento a aquel primer Gobierno del PSOE también llegó de Olaf Scholz, uno de los principales referentes de la socialdemocracia. “Estimado Felipe, os voy a confiar un secreto: desde mis días en la juventud socialista has sido de los hombres que más me ha impresionado por tu lucha incondicional por la libertad. Para muchos de mis compatriotas siempre serás la cara de la joven democracia española”, le dedicó el canciller alemán en castellano en un mensaje grabado en vídeo.

“Somos el partido de los derechos, que siempre ha seguido el interés general. El de la apertura al mundo, la entrada en Europa, la consolidación de la democracia. Hay que agradecérselo a Felipe González y a los compañeros que lo hicieron posible.

Mi reconocimiento a Felipe y apoyo a Pedro Sánchez”, no faltó José Luis Rodríguez Zapatero, también en un mensaje de vídeo, al encontrarse en Brasil para seguir las elecciones entre Lula da Silva y Jair Bolsonaro.

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La fundación alemana que puso en el poder a Felipe González

Durante los años de la Transición, una organización vinculada al socialismo alemán se encargó de financiar y organizar a los miembros del PSOE para frenar el avance del PCE

Mientras se escribe, la Historia resulta opaca. Los intereses particulares entorpecen la percepción directa de la realidad, y tan sólo a medida que pasa el tiempo y sus protagonistas ocupan posiciones más acomodadas o, simplemente, desaparecen, podemos desentrañar qué ocurrió realmente. 

Es lo que está pasando actualmente con la Transición, de la que han pasado 40 años, y concretamente, con el papel que los actores internacionales jugaron en su desarrollo.

El papel que la fundación alemana Friedrich Ebert y, por extensión, el socialismo alemán, jugó en el meteórico ascenso del PSOE entre 1975 y 1982. 

Siete años en los que pasó de ser un partido “con muy pocos miembros, apenas infraestructura y tan sólo dos oficiales a tiempo completo” a convertirse en el partido en el gobierno. 

“Cuando Franco murió, España proporcionaba suelo fértil para los socialistas europeos, principalmente para la FES”. “El PSOE tenía una estrategia coherente y realista para contribuir a una transición pacífica y arrebatar el control de la izquierda a los comunistas, que habían interpretado el papel principal durante la lucha contra la dictadura”.

El apoyo de los socialdemócratas alemanes era crucial en el renacimiento del PSOE como una organización política significativa

Sin el apoyo “financiero, logístico y de entrenamiento” proporcionado por la Fundación Friedrich Ebert nada de esto habría sido posible. Sin embargo, no se trataba de una estrategia unilateral, sino que estaba informada por el Partido Socialdemócrata de Alemania, que por aquel entonces dirigía Helmut Schmidt. 

“El apoyo político, financiero y técnico ofrecido por los socialdemócratas alemanes, canalizada primariamente a través de la FES, era crucial en el renacimiento del PSOE como una organización política significativa y le ayudó a dar forma a a su imagen como el partido mejor cualificado para cumplir la ambición española de entrar en la modernidad europea”.

Un nuevo socialismo nace

Remontémonos, antes que nada, a principios de 1975. La muerte del dictador parecía ya inminente, y ante ella, todos los bandos empezaron a mover sus fichas. Apenas un año antes, en abril de 1974, se había producido la Revolución de los Claveles portuguesa, y una ola capitaneada por la izquierda parecía que pronto llegaría también a España. 

Así que “en marzo de 1975, el canciller Helmut Schmidt decidió lanzar una iniciativa alemana destinada a promover la estabilidad en la Península Ibérica”. Esta se iba a traducir, básicamente, “en un gran apoyo a los partidos socialistas capaces y deseosos de contrarrestar la influencia de los comunistas en Portugal y España”.

El congreso de Suresnes había sido el primer ladrillo en ese camino. Celebrado en octubre de 1974 a las afueras de París, fue la escenificación de un relevo generacional entre la vieja guardia del partido y una nueva generación encabezada por Felipe González y Alfonso Guerra. 

Willy Brandt invitaría al político sevillano a Bonn en abril del siguiente año. Allí, el joven “demostraría un realismo y moderación muy raras entre la oposición franquista”. Calificó como “poco realista y suicida” la intención del PCE de demoler el franquismo, ya que llevaría a un golpe de Estado, y planteó que la democracia sólo saldría adelante si se seguía el plan de desmantelamiento que el rey Juan Carlos había establecido y que González conocía.

Desde entonces, el PSD alemán y el PSOE serían uña y carne, y Brandt se encargaría de presentar a ese joven andaluz como la gran promesa de la política española, por ejemplo, presionando a Madrid para que recuperase su pasaporte. 

Gracias a ello consiguió viajar a Mannheim donde conoció a Günter Grunwald, director ejecutivo de la fundación Friedrich Ebert, que le ofreció a Dieter Koniecki para desarrollar un programa de cooperación con el PSOE y la UGT. Todos los tratos de financiación y apoyo serían llevados a cabo solamente con Felipe González y Alfonso Guerra.

El trabajo del alemán en España comenzó en febrero de 1976, donde tuvo que enfrentarse a dos retos. Por un lado, preparar al PSOE para las elecciones parlamentarias que, más pronto que tarde, se celebrarían. 

Por otro, reforzar el ala moderada del partido frente a la marxista. En aquel momento, el gran hándicap de partido socialista era su escasa influencia en provincias, por lo que el esfuerzo se centró en abrir agrupaciones locales en 27 capitales provinciales, cuyos gastos eran pagados por la FES.

Sólo rebajando su radicalismo y dejando de actuar como una organización secreta el PSOE podía ganar terreno en la sociedad española

En diciembre, el PSOE ya tenía un comité en cada provincia, pero tan sólo 7.733 afiliados. Puesto que aún era ilegal, se fundó el Instituto de Técnicas Electorales (ITE) para servir como departamento de prensa y propaganda, y una delegación de la misma se trasladó a Alemania para recibir formación. 

De la ilegalidad al poder

El primer congreso celebrado por el PSOE en España en 40 años, en diciembre de 1976 y llamado “Socialismo es libertad”, también contó con la presencia de Willy Brandt y de Olof Palme, del Partido Socialdemócrata Sueco. 

A partir de ahí, el camino a seguir estaría marcado por un estudio sociológico financiado por la FES que señalaba que “la mayoría de los españoles no querían cambios en el sistema económico, estaban fascinados por Europa y, debido a los recuerdos traumáticos de la guerra civil, temían cualquier conflicto político”. De ahí que los mítines de la campaña de primavera de 1977 fuesen, en palabras de Muñoz, “un festín de mensajes positivos, música y globos, sin apenas menciones al pasado”.

La internacional socialista se vuelca con el PSOE en 1976.

En aquellas elecciones, el PSOE obtuvo un 29,4%, frente al 9,3% del PCE. Les faltaba mucho por delante, pero ya “se habían convertido en el partido dominante de la izquierda y una seria alternativa de gobierno”. 

Mientras tanto, el FES financiaba la puesta en marcha de la Fundación Pablo Iglesias y de la Fundación Largo Caballero, de la UGT. Ello se traduciría en una gran cantidad de seminarios y cursos (hasta 2.000) celebrados hasta el año 1982. 

El siguiente paso para el Partido Socialista, por lo tanto, se encontraba en ampliar sus resultados en las provincias. “El establecimiento de ramas locales del partido, junto con la preparación para las elecciones municipales, requería una gran logística humana y un gran esfuerzo económico, que el PSOE sólo podía afrontar con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert”, señala el estudio.

La Escuela de Verano del PSOE de 1977 sería el instrumento por el cual 250 socialistas recibirían su formación, que más tarde trasladarían a los cuadros de sus provincias. “Financiando y organizando esos seminarios, la FES jugó un papel decisivo en el entrenamiento de los socialistas candidatos para las elecciones municipales que se acercaban”.

El esfuerzo daría sus frutos y en abril de 1979, PCE mediante, el PSOE se haría con dos tercios de los ayuntamientos españoles. Gran parte del trabajo había terminado y, para 1983, el CEA dejaría de financiarse con dinero alemán.

Debido a los requisitos financieros de un sindicato que necesitaba construir infraestructuras de la nada, la UGT era muy dependiente de la ayuda extranjera

Algo muy diferente había ocurrido en las elecciones generales de marzo de 1979, cuando el PSOE volvió a perder ante la UCD de Adolfo Suárez. Sin embargo, “los socialdemócratas alemanes estaban muy aliviados por la derrota del PSOE en las segundas elecciones generales”. 

Los socialistas “se encontraban muy lejos de estar listos para afrontar la responsabilidad de dirigir el país”, por su “exceso de ideología y una falta de experiencia técnica”. De ahí nació el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales Aplicadas (IESA), dirigido por Harald Jung y Joaquín Arango, un 'think tank' que ponía en contacto a los socialistas y a los sociólogos internacionales y organizaba viajes de miembros del PSOE a otros países de la Unión Europea. 

La última frontera de la Transición y el sueño dorado de los socialistas europeos: convertir a España en un país de la Unión Económica Europea, como finalmente ocurrió el 1 de enero de 1986, durante el primer gobierno de Felipe González.

Estos tipos rudos de la UGT

La influencia de la fundación no sólo se dejó notar en el PSOE, sino también en su sindicato, la Unión General de Trabajadores. 

En abril de 1976 se celebraría su primer congreso en España desde 1932, “A la unidad sindical por la libertad”, donde ante representantes de los sindicatos internacionales se plantearon sus líneas de actuación, opuestas a las de Comisiones Obreras: la disolución de la Organización Sindical franquista y el establecimiento de diversos sindicatos en competencia. 

“Debido a los grandes requisitos financieros de un sindicato que necesitaba construir infraestructuras locales de la nada para 21 federaciones industriales, la UGT sería muy dependiente de la ayuda extranjera durante los siguientes años”, señala la investigación.

La asistencia formativa sería, no obstante, mucho más complicada. Muñoz Sánchez sugiere que Koniecki se quejaba de que sus miembros eran “artesanos autodidactas” a los que “las cuestiones pedagógicas o cualquier sistema metódico” les resultaban “extraños y una invención de intelectuales que nunca habían trabajado”. 

De ahí que a medida que la democracia se establecía en España, gran parte del esfuerzo de la FES pasase del PSOE a UGT. El sindicato había pasado de la irrelevancia a una mayor proyección tras 1977, después de que Felipe González sentase a su lado a Nicolás Redondo, lo que le llevó a ganar más de 600.000 afiliados en apenas unas semanas.

La Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB) veía con buenos ojos a la UGT. “Más allá de las donaciones directas, arregló un crédito de cuatro millones de dólares de un banco alemán”, señala la investigación. 

Además, la FES “diseñó, organizó y fundó un programa de entrenamiento especial para los cargos locales y provinciales de la UGT”. Cientos de miembros del sindicato habían sido ya entrenados a finales de 1977. Durante las primeras elecciones sindicales de la democracia, celebradas a principios de 1978, UGT volvería a pedir ayuda a la FES: “A pesar de la gran cantidad de financiación externa, el gran coste de la campaña exprimió la capacidad financiera de la UGT hasta el límite, forzándolos una vez más a recurrir a Dieter Koniecki, que consiguió para ellos una pequeña subvención de la FES”.

Ambas partes, UGT y CEOE, descubrieron un mutuo deseo de alcanzar acuerdos

En dichas elecciones, UGT perdió ante CCOO, aunque consiguió muy buenos resultados: obtuvo un 21,7% del voto y 41.900 representantes. Sin embargo, toda derrota de la UGT era una victoria del PCE, y eso no podía ser. “El apoyo a la UGT pasaría por lo tanto a ser la prioridad principal en España y a lo largo de los siguientes años, la cooperación alemana con el sindicato español aumentaría en intensidad y alcance”, señala la investigación.

No hay duda de que la UGT cumpliría con el rol que el resto de Europa esperaba de ellos. En febrero de 1978, la FES montó un seminario al que invitó a la UGT y la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) –pero no a CCOO– en el que “ambas partes descubrieron un mutuo deseo de alcanzar acuerdos”. Les siguieron otros seminarios financiados por la FES que, según un documento de la organización enviado al ministro alemán de Cooperación, debían “promover la desideologización, algo muy necesario tanto para nuestro 'partner' sindical como para los empresarios extremadamente conservadores de España”. 

En verano de 1979 vería la luz un documento conjunto firmado por UGT y la CEOE que pedía el final de la intervención estatal en las relaciones laborales. El Rey Juan Carlos recibió en 2006 a una representación de la Fundación Fiedrich Ebert en la que se encontraba Dieter Koniecki.

“Optando por una política de pacto social, y dando la espalda a la tradición combativa de los movimientos españoles de trabajadores, la UGT estaba tomando un riesgo muy alto”, explica Muñoz Sánchez. Se convirtió, de esa manera, en el objetivo de los ataques de CCOO, aunque la suerte estaba echada: en las elecciones sindicales de 1982, la UGT le dio la vuelta al marcador y superó a CCOO en tres puntos.

“Esta victoria era el toque final a la extraordinaria ascensión de la UGT durante los años de la transición democrática”, explica el historiador. “Esto sería esencial para la viabilidad de las dolorosas reformas económicas que los gobiernos de Felipe González iniciarían en 1983 con el objetivo de preparar al país para la entrada en la Unión Económica Europea”. 

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The German foundation that brought Felipe González to power

During the years of the Transition, an organisation linked to German socialism was in charge of financing and organising PSOE members to stop the advance of the PCE.

While it is being written, history is opaque. Particular interests hinder the direct perception of reality, and only as time goes by and its protagonists occupy more comfortable positions or simply disappear can we unravel what really happened.

This is what is currently happening with the Transition, forty years on, and specifically with the role that international actors played in its development.

The role that the German Friedrich Ebert Foundation and, by extension, German socialism, played in the meteoric rise of the PSOE between 1975 and 1982.

Seven years in which it went from being a party "with very few members, hardly any infrastructure and only two full-time officials" to becoming the party in government.

"When Franco died, Spain provided fertile ground for European socialists, mainly for the FES. "The PSOE had a coherent and realistic strategy to contribute to a peaceful transition and wrest control of the left from the Communists, who had played the leading role during the struggle against the dictatorship.

The support of the German Social Democrats was crucial in the rebirth of the PSOE as a meaningful political organisation.

Without the "financial, logistical and training support" provided by the Friedrich-Ebert-Stiftung none of this would have been possible. However, this was not a unilateral strategy, but was informed by the Social Democratic Party of Germany, then led by Helmut Schmidt.

"The political, financial and technical support offered by the German Social Democrats, channelled primarily through the FES, was crucial in the rebirth of the PSOE as a meaningful political organisation and helped shape its image as the party best qualified to fulfil Spain's ambition to enter European modernity.

A new socialism is born

First of all, let us go back to the beginning of 1975. The dictator's death seemed imminent, and all sides began to make their moves. Barely a year earlier, in April 1974, the Portuguese Carnation Revolution had taken place, and a wave led by the left seemed soon to reach Spain as well.

So 'in March 1975, Chancellor Helmut Schmidt decided to launch a German initiative aimed at promoting stability on the Iberian Peninsula'. This was to take the form, basically, of "strong support for socialist parties able and willing to counter the influence of the communists in Portugal and Spain".

The Suresnes Congress had been the first brick in that road. Held in October 1974 on the outskirts of Paris, it was the staging of a generational handover between the old guard of the party and a new generation headed by Felipe González and Alfonso Guerra.

Willy Brandt invited the Sevillian politician to Bonn in April the following year. There, the young man would "demonstrate a realism and moderation very rare among the Francoist opposition". He described as 'unrealistic and suicidal' the PCE's intention to demolish Francoism, as it would lead to a coup d'état, and argued that democracy would only succeed if the dismantling plan that King Juan Carlos had established and that González knew about was followed.

From then on, the German PSD and the PSOE would be thick as thieves, and Brandt would take it upon himself to present the young Andalusian as the great promise of Spanish politics, for example, by pressuring Madrid to get his passport back.

Thanks to this he managed to travel to Mannheim where he met Günter Grunwald, executive director of the Friedrich Ebert Foundation, who offered him Dieter Koniecki to develop a cooperation programme with the PSOE and the UGT. All funding and support deals were to be carried out only with Felipe González and Alfonso Guerra.

The German's work in Spain began in February 1976, where he faced two challenges. On the one hand, to prepare the PSOE for the parliamentary elections that were to take place sooner rather than later.

On the other, to strengthen the moderate wing of the party against the Marxist wing. At that time, the great handicap of the Socialist Party was its scant influence in the provinces, so the effort was focused on opening local groups in 27 provincial capitals, the expenses of which were paid by the FES.

Only by toning down its radicalism and ceasing to act as a secret organisation could the PSOE gain ground in Spanish society.

By December, the PSOE already had a committee in every province, but only 7,733 members. Since it was still illegal, the Institute of Electoral Techniques (ITE) was founded to serve as a press and propaganda department, and a delegation of it went to Germany for training.

From illegality to power

The first congress held by the PSOE in Spain in 40 years, in December 1976 and called "Socialism is Freedom", was also attended by Willy Brandt and Olof Palme of the Swedish Social Democratic Party.

From then on, the way forward would be marked by a sociological study financed by the FES which pointed out that "the majority of Spaniards did not want changes in the economic system, were fascinated by Europe and, due to traumatic memories of the civil war, feared any political conflict". Hence the 1977 spring campaign rallies were, in Muñoz's words, 'a feast of positive messages, music and balloons, with hardly any mention of the past'.

The socialist international turned to the PSOE in 1976.

In those elections, the PSOE won 29.4%, compared to 9.3% for the PCE. They had a long way to go, but they had already "become the dominant party of the left and a serious alternative for government".

Meanwhile, the FES financed the setting up of the Pablo Iglesias Foundation and the UGT's Largo Caballero Foundation. This resulted in a large number of seminars and courses (up to 2,000) being held up to 1982.

The next step for the Socialist Party, therefore, was to expand its results in the provinces. "The establishment of local party branches, together with the preparation for municipal elections, required a great deal of human logistics and financial effort, which the PSOE could only afford with the support of the Friedrich-Ebert-Stiftung," the study notes.

The 1977 PSOE Summer School would be the instrument by which 250 socialists would receive their training, which they would later pass on to the cadres in their provinces. "By financing and organising these seminars, the FES played a decisive role in the training of socialist candidates for the municipal elections that were approaching".

The effort would bear fruit and in April 1979, through the PCE, the PSOE would win two thirds of the Spanish municipalities. Much of the work was done, and by 1983 the CEA would no longer be financed by German money.

Due to the financial requirements of a union that needed to build infrastructure from scratch, the UGT was very dependent on foreign aid.

Something very different had happened in the March 1979 general elections, when the PSOE again lost to Adolfo Suárez's UCD. However, "the German Social Democrats were greatly relieved by the PSOE's defeat in the second general election".

The Socialists were "far from ready to take on the responsibility of running the country", because of their "excess of ideology and a lack of technical expertise". This gave rise to the Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales Aplicadas (IESA), directed by Harald Jung and Joaquín Arango, a think tank that put socialists and international sociologists in contact with each other and organised trips by PSOE members to other EU countries.

The last frontier of the Transition and the golden dream of European socialists: to make Spain a member of the European Economic Union, as finally happened on 1 January 1986, during the first government of Felipe González.

These tough guys from the UGT

The influence of the foundation was not only felt in the PSOE, but also in its trade union, the Unión General de Trabajadores.

In April 1976 it held its first congress in Spain since 1932, "A la unidad sindical por la libertad", where, before representatives of international trade unions, it set out its lines of action, opposed to those of Comisiones Obreras: the dissolution of the Francoist trade union organisation and the establishment of various competing trade unions.

"Due to the large financial requirements of a union that needed to build local infrastructures out of nothing for 21 industrial federations, the UGT would be heavily dependent on foreign aid for the next few years," the research notes.

Training assistance would, however, be much more complicated. Muñoz Sánchez suggests that Koniecki complained that his members were "self-taught artisans" who found "pedagogical questions or any methodical system" "strange and an invention of intellectuals who had never worked".

Hence, as democracy was established in Spain, much of the FES effort shifted from the PSOE to the UGT. The union had moved from irrelevance to greater projection after 1977, after Felipe González seated Nicolás Redondo at its side, which led it to gain more than 600,000 members in just a few weeks.

The Confederation of German Trade Unions (DGB) looked favourably on the UGT. "Beyond direct donations, it arranged a four million dollar loan from a German bank," the investigation notes.

In addition, the FES "designed, organised and funded a special training programme for local and provincial UGT officials". Hundreds of union members had already been trained by the end of 1977. During the first trade union elections of democracy, held in early 1978, the UGT would again ask the FES for help: "Despite the large amount of external funding, the high cost of the campaign stretched the financial capacity of the UGT to the limit, forcing them once again to turn to Dieter Koniecki, who secured for them a small grant from the FES".

Both sides, UGT and CEOE, discovered a mutual desire to reach agreements.

In these elections, the UGT lost to the CCOO, although it achieved very good results: 21.7% of the vote and 41,900 representatives. However, any defeat for the UGT was a victory for the PCE, and that was not to be. "Support for the UGT would therefore become the main priority in Spain, and over the following years, German cooperation with the Spanish union would increase in intensity and scope," the research notes.

There is no doubt that the UGT would fulfil the role that the rest of Europe expected of them. In February 1978, the FES held a seminar to which it invited the UGT and the CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) - but not the CCOO - at which 'both sides discovered a mutual desire to reach agreements'. Other FES-financed seminars followed, which, according to an FES document sent to the German Minister for Cooperation, were to "promote de-ideologisation, something very necessary both for our trade union 'partner' and for the extremely conservative employers in Spain".

In the summer of 1979, a joint document signed by the UGT and the CEOE called for an end to state intervention in labour relations. In 2006, King Juan Carlos received a delegation from the Fiedrich Ebert Foundation, including Dieter Koniecki.

"By opting for a social pact policy and turning its back on the combative tradition of the Spanish workers' movements, the UGT was taking a very high risk", explains Muñoz Sánchez. It thus became the target of CCOO attacks, although the die was cast: in the 1982 trade union elections, the UGT turned the tables and beat the CCOO by three points.

"This victory was the finishing touch to the extraordinary rise of the UGT during the years of the democratic transition," explains the historian. "This would be essential for the viability of the painful economic reforms that the governments of Felipe González would initiate in 1983 with the aim of preparing the country for entry into the European Economic Union".

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jueves, 27 de octubre de 2022

On the brink of nuclear attack, today as 60 years ago in Cuba

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On the brink of nuclear attack, today as 60 years ago in Cuba

Khrushchev had a temper for intimidation and threat, but he had no desire for nuclear war, whereas Putin's cold-blooded police mentality allows for the worst premonitions.

On a day like today, 27 October exactly 60 years ago, the world came for the first time close to nuclear war, which was to begin in the West Indies, but would necessarily then affect Europe, until it became World War III. 

It was as close then as it has ever been until today, when fear once again grips the European continent by virtue of Vladimir Putin's repeated threats in reaction to the string of military defeats he is suffering in Ukraine.

A few days earlier, the White House had discovered that the Soviet Union was clandestinely installing nuclear launchers and missiles in Cuba, namely 36 missiles with a range of 2,000 kilometres, 16 missiles with a range of 3,500 kilometres, s
erved by five artillery regiments and four motorised rifle regiments, two armoured battalions and 12 tactical surface-to-air missile units, in addition to the corresponding atomic warheads with a payload of between 200 and 800 kilotons (the two launched over Japan in 1945 were of 16 and 21 kilotons). 

In total, including auxiliary services, more than 50,000 Soviet troops were being stationed 200 kilometres off the US coast.

It was Operation Anadyr, ordered by Soviet leader Nikita Khrushchev, which was intended to include Cuba within the defensive perimeter of the socialist camp after the failure of the anti-Castro landings at the Bay of Pigs. In reality, under the guise of internationalist solidarity, the Kremlin wanted to maintain the communist leadership then contested and disputed by Beijing and at the same time restore the nuclear balance with the United States and even the deterrent capacity of the Soviet nuclear arsenal. 

Khrushchev brazenly assured his collaborators that he was going to "stick a hedgehog in Uncle Sam's trousers".

Historians have done their homework and it is now abundantly clear that the Soviet leader got it badly wrong, even bringing the world to the brink of apocalypse, especially in assessing the resolve with which John F. Kennedy's White House was going to meet the challenge, although he was able to rectify in time and even save face. 

It was also the best presidential moment for Kennedy, who avoided war thanks to the wisdom of a decision taken personally, after long deliberation in the White House and despite the excited advice of his military entourage. 

He imposed a maritime blockade to prevent the arrival of more ballistic material. He demanded and obtained, thanks to an ultimatum, the withdrawal of the missiles. 

In return, to soften Khrushchev's bitter rectification, he guaranteed that the United States would not invade Cuba, and he undertook, albeit secretly, to remove NATO missiles installed in Turkey that also threatened Soviet territory.

No two crises are the same. Nor are there lessons from the past that can be applied to today's crises, for the past is a character that does not teach lessons but teaches lessons, though some heed them and rectify mistakes, while others scorn them and persist in their errors. 

And if we are dealing with two unique crises, both revolving around the nuclear threat, it becomes even more difficult to find parallels. 

Sixty years ago, the threat preceded the war, which was averted. The reverse is the case now, when war precedes risk and we do not know whether it will prevent nuclear detonation.

The most disturbing differences are those between the Kremlin leaders of today and then. Khrushchev was a political leader, as his great-granddaughter, the Russian-American political scientist Nina Khrushchev, has pointed out, while Putin is a simple and brutal KGB lieutenant colonel. 

The Soviet leader had a temper for intimidation and threat, but no desire for nuclear war, whereas Vladimir Putin's cold-blooded police mentality gives rise to the worst premonitions. 

The Soviet Union was then a terrible dictatorship, but with institutions and a collective top leadership, where decisions were discussed, whereas Russia is now subject to the personal autocracy of an undisputed and unchallenged president.

Kennedy and Khrushchev were in constant and public contact, exchanging letters and making radio and television speeches, but the negotiation was secret, through a permanent hidden channel. There was dialogue and there was an agreement in which everyone gave in and everyone saved face. There was no appeasement of any kind, i.e. a reward for Washington's threat.

The only apparent loser, Fidel Castro, who did not want to withdraw the missiles and was hardly consulted, also came out on top, because without that crisis the longevity of his dictatorial regime is incomprehensible.

At a time when the world is once again frightened by the threat of nuclear weapons, the Cuban missile crisis has become the subject of reflection and study, including international conferences and new publications. The current review of that crisis has nuanced the image of Khrushchev as a responsible and reasonable leader, especially in contrast to Putin, and greatly strengthened the image of Kennedy as a thoughtful president, capable of making a decision that was entirely correct, even though he had to do so under the maximum pressure of a nuclear threat and in many respects blind to the real threat he faced.

The hedgehog did not fall into Uncle Sam's trousers, but into those of Khrushchev, who was ousted just two years later by his peers, citing among other reasons the withdrawal of missiles from Cuba.

Shortly after the crisis ended, Kennedy gave a speech at American University that left a phrase for history: "Even as we defend our interests, nuclear force must avoid the kind of confrontation that offers the adversary the dilemma between humiliating retreat or atomic war".
 


COMMENT

Of Putin we know that, in addition to being a "brutal KGB lieutenant colonel", he is a genocidal murderer and a soulless terrorist chieftain who puts Bin Laden to shame.

We also know that he is a pan-Slavic imperialist fanatic, whose role model most resembles a hybrid of Khosif Stalin and, to a greater extent, Adolf Hitler.

As a fanatical terrorist, we still need to know if he is also a suicide bomber. It is not out of the question. Hitler was. If that is the case, the only hope left is that someone in his entourage, who prefers humiliation to death and the extinction of humanity, will finish him off like the vermin he is. The USSR has already been humiliated in Afghanistan and the USA in Vietnam and Afghanistan. If the West gives in to Putin's evil, it will be passing on our problem, aggravated, to future generations.

Lluís Bassets' article mentions the missile crisis, which we are told was saved by Khrushchev, but reality informs us that a Soviet submarine, armed with a nuclear warhead missile, came close to dropping the bomb when it was hit by depth charges "made in the USA". Only the temperance of the second-in-command, who refused to go along with the captain's order to launch, saved us from a hecatomb.

In passing it is mentioned that NATO had missiles deployed in Turkey similar to those the USSR was planning to install in Cuba; so the provocation to initiate did not come from the Kremlin.

Now we see the terrible war in Ukraine, but we forget that NATO harassed Russia by integrating former communist countries into its organisation, and deploying missiles in Poland and Romania. Harassing the "bear" in its den always runs the risk that it will claw its way out. If NATO was there to defend Europe from "communism", why wasn't it disbanded with the fall of the USSR?

Ukraine must also understand that negotiations are necessary. That war is in nobody's interest.

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Al borde del ataque nuclear, hoy como hace 60 años en Cuba





Jruschov tenía un carácter propicio a la intimidación y a la amenaza, pero no quería de ningún modo la guerra nuclear, mientras que la mentalidad policial del frío Putin permite albergar las peores premoniciones.

En un día como hoy, un 27 de octubre de hace exactamente 60 años, el mundo estuvo por primera vez cerca de una guerra nuclear, que iba a empezar en las Antillas, pero necesariamente afectaría a continuación a Europa, hasta convertirse en la Tercera Guerra Mundial. 

Tan cerca estuvo entonces como no lo ha vuelto a estar hasta hoy mismo, cuando de nuevo el temor se cierne sobre el continente europeo por virtud de las reiteradas amenazas proferidas por Vladímir Putin como reacción a la cadena de derrotas militares que está sufriendo en Ucrania.

Pocos días antes, la Casa Blanca había descubierto que la Unión Soviética estaba instalando clandestinamente lanzaderas y misiles nucleares en Cuba, concretamente 36 proyectiles de 2.000 kilómetros de alcance, 16 misiles con un alcance de 3.500 kilómetros, servidas por cinco regimientos artilleros y cuatro de fusileros motorizados, dos batallones de blindados y 12 unidades de misiles tácticos tierra-aire, además de las correspondientes cabezas atómicas con una carga entre 200 y 800 kilotones (las dos lanzadas sobre Japón en 1945 eran de 16 y 21 kilotones). 

En total, y contando los servicios auxiliares, más de 50.000 soldados soviéticos, estaban instalándose a 200 kilómetros de las costas estadounidenses.

Era la Operación Anadyr, ordenada por el líder soviético Nikita Jruschov, con la que pretendía incluir a Cuba dentro del perímetro defensivo del campo socialista tras el fracaso del desembarco anticastrista en Bahía Cochinos. 

En realidad, bajo el disfraz de la solidaridad internacionalista, el Kremlin quería mantener el liderazgo comunista entonces impugnado y disputado por Pekín y restaurar a la vez el equilibrio nuclear con Estados Unidos e incluso la capacidad disuasiva del arsenal nuclear soviético.

Jruschov aseguró con descaro a sus colaboradores que iba a “meter un erizo en los pantalones del Tío Sam”.

Los historiadores han hecho sus deberes y ahora está muy claro que el líder soviético se equivocó gravemente, hasta situar el mundo al borde del apocalipsis, sobre todo a la hora de evaluar la resolución con que la Casa Blanca de John F. Kennedy iba a enfrentarse al desafío, aunque luego supo rectificar a tiempo e incluso salvar la cara. 

Fue también el mejor momento presidencial para Kennedy, que evitó la guerra gracias al acierto de una decisión tomada personalmente, tras larga deliberación en la Casa Blanca y a pesar de los excitados consejos de su entorno militar. Impuso un bloqueo marítimo para evitar la llegada de más material balístico. 

Exigió y obtuvo, gracias a un ultimátum, la retirada de los misiles. Y como contrapartida, para dulcificar la amarga rectificación de Jruschov, garantizó que Estados Unidos no invadiría Cuba, y se comprometió, aunque en secreto, a retirar los misiles de la OTAN instalados en Turquía que también amenazaban territorio soviético.

No hay dos crisis iguales. Tampoco hay lecciones del pasado que sirvan para las crisis de hoy, puesto que el pasado es un personaje que no imparte lecciones sino escarmientos, aunque unos los atienden y rectifican los errores y otros los desprecian y persisten en sus equivocaciones. 

Y si se trata de dos crisis únicas, ambas alrededor de la amenaza nuclear, todavía se hace más difícil encontrar paralelismos. 

Hace 60 años, la amenaza precedió a la guerra, que se evitó. Al revés que ahora, cuando la guerra precede al riesgo y no sabemos si evitará la detonación nuclear.

Las diferencias más inquietantes son las que se observan entre los dirigentes del Kremlin de ahora y de entonces. Jruschov era un dirigente político, según ha señalado su biznieta, la politóloga ruso-americana Nina Jruschova, mientras que Putin es un simple y brutal teniente coronel del KGB. 

El líder soviético tenía un carácter propicio a la intimidación y a la amenaza, pero no quería de ningún modo la guerra nuclear, mientras que la mentalidad policial del frío Vladímir Putin permite albergar las peores premoniciones. 

La Unión Soviética era entonces una terrible dictadura, pero con instituciones y una dirección máxima colectiva, en la que se discutían las decisiones, mientras que la Federación Rusa está sometida ahora a la autocracia personal de un presidente indiscutible e indiscutido.

Kennedy y Jruschov estuvieron en contacto constantemente y en público, con intercambio de cartas y de discursos radiofónicos y televisados, pero la negociación fue secreta, a través de un canal oculto permanente. Hubo diálogo y hubo acuerdo en el que todos cedieron y todos salvaron la cara. 

No hubo en cambio ningún tipo de apaciguamiento, es decir, un premio ante la amenaza por parte de Washington. 

El único perdedor aparente, Fidel Castro, que no quería retirar los misiles y apenas fue consultado, también salió ganando, porque sin aquella crisis no se entiende la longevidad de su régimen dictatorial.

Cuando el mundo se halla de nuevo atemorizado por la amenaza de las armas nucleares, la crisis de los misiles cubanos se ha convertido estos días en motivo de reflexión y de estudio, incluso de conferencias internacionales y de novedades bibliográficas. 

De la actual revisión de aquella crisis surge matizada la imagen de Jruschov como líder responsable y razonable, sobre todo en contraste con Putin, y muy reforzada la imagen de Kennedy, como presidente reflexivo, capaz de tomar una decisión que resultó plenamente acertada, aunque tuvo que hacerlo bajo la máxima presión de una amenaza nuclear y en muchos aspectos a ciegas respecto a la amenaza real a la que se enfrentaba.

El erizo no cayó dentro de los pantalones del Tío Sam, sino de los de Jruschov, que fue destituido apenas dos años después por sus pares, aduciendo entre otros motivos la retirada de los misiles de Cuba. Poco después de cerrar la crisis, Kennedy pronunció un discurso en la American University que dejó una frase para la historia: “Aunque defendamos nuestros intereses, la fuerza nuclear debe evitar el tipo de confrontación que ofrece al adversario el dilema entre la retirada humillante o la guerra atómica”.

COMENTARIOS

De Putin sabemos que, además de un “brutal teniente coronel del KGB”, es un asesino genocida y un jefe terrorista desalmado que deja en mantillas a Bin Laden.

También sabemos que es un fanático imperialista paneslavo, cuyo modelo de comportamiento más parecido es un híbrido de Josif Stalin y, en mayor proporción, Adolf Hitler.

Terrorista fanático, nos falta saber si es también un suicida. No es descartable. Hitler lo fue. Si tal fuere el caso, la única esperanza que queda es que alguien de su entorno, que prefiera la humillación a la muerte y la extinción de la Humanidad, acabe con él como la alimaña que es. La URSS ya fue humillada en Afganistán y los EEUU en Vietnam y Afganistán. Si Occidente cede ante maldad de Putin, estará trasladando nuestro problema, agravado, a las generaciones venideras.

En el artículo de Lluís Bassets se menciona la crisis de los misiles, que se nos dice que fue salvada por Jruschev, pero la realidad nos informa de que un submarino soviético, armado de un misil de cabeza nuclear, estuvo a punto de lanzar la bomba al ser alcanzado por unas cargas de profundidad "made in USA". Sólo la templanza del segundo de a bordo, que se negó a secundar la orden de lanzamiento que dio el capitán, nos salvó de una hecatombe. 

De pasada se menciona que la OTAN tenía desplegados en Turquía misiles similares a los que la URSS pensaba instalar en Cuba; de manera que la provocación iniciar no salió del Kremlim. 

Ahora vemos la terrible guerra en Ucrania, pero nos olvidamos de que la OTAN acosó a Rusia integrando los antiguos países comunistas en su organización, y desplegando misiles en Polonia y Rumanía. Acosar al "oso" en su guarida siempre tiene el riesgo de que salga de ella dando zarpazos. Si la OTAN estaba para defender a Europa del "comunismo", ¿por qué no se disolvió con la caída de la URSS?

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Ucrania también debe entender que hay que negociar. Que la guerra no le conviene a nadie. 

El presidente de China, Xi Jinping, a su llegada a Nursultán en Kazajistán, el pasado 14 de septiembre

La UE debería invertir todos sus esfuerzos en alcanzar un alto el fuego que permita una salida negociada a la guerra que devuelva la paz a Europa y la seguridad a todos los países incluida Rusia.

China aparece como la única potencia con una voz suficientemente fuerte para ser escuchada no solo en Rusia, sino también en Occidente. Pekín es un socio privilegiado de Moscú, pero no es, de momento, su aliado bélico. 

Por eso, puede ser de vital importancia escuchar la llamada al diálogo que ha hecho China ante una escalada de tensión que parece imparable. De momento, la Unión Europea parece tener conciencia de la importancia de Pekín en un eventual proceso de paz y ha pedido al Gobierno chino que utilice toda su influencia sobre Moscú para rebajar los ánimos bélicos.

Es posible la negociación y China debería tener la iniciativa

No es vana la posibilidad de conformar una mesa internacional para lograr un alto el fuego. Pero no será en Occidente donde se debe buscar esa iniciativa, dada la implicación de Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea en el conflicto. Tampoco el doble juego que ha mostrado Turquía en esta crisis ayuda a la formulación de una propuesta fehaciente de negociación. 

Obstaculiza esta mediación turca la estrategia descarada del régimen de Ankara de ocupar los vacíos de influencias que puede dejar Rusia en el Cáucaso, el Mar Negro y Asia Central, donde se ha disparado la desconfianza en Moscú. La mirada debe ser puesta en Oriente, algo que no acaba de gustar en Washington o en Bruselas, como hicieron saber en la Cumbre de la OTAN celebrada en junio en Madrid.

Desde un principio, China ha mostrado una posición más o menos equilibrada en torno a la guerra

Desde un principio, China, una superpotencia mundial con intereses económicos vitales en Europa y una cercanía relativa al Kremlin, ha mostrado una posición más o menos equilibrada en torno a la guerra. En Pekín no gustó nada la invasión rusa, por la desestabilización económica que ha deparado en todo el planeta y que afecta a sus intereses. 

Pero tampoco ha respaldado las sanciones internacionales impuestas a Rusia, algo que ha sido malinterpretado en Occidente como un apoyo al Kremlin. China hace únicamente su propio juego. Le interesa mucho el gas y el petróleo rusos que ya no fluirán hacia Europa, pero necesita los clientes y los lazos comerciales europeos para su expansión global.

Una oportunidad para realzar la imagen internacional de Xi

Con el impulso de unas negociaciones de paz sobre Ucrania, el presidente chino, Xi Jinping, podría apuntarse un tanto. Un logro internacional de ese tipo acallaría las voces discordantes sobre la perpetuación del líder chino en el poder. También suavizaría las denuncias por la violación de derechos humanos en la región noroccidental de Xinjiang. Asimismo, abriría las puertas a una eventual implicación de China en la reconstrucción de Ucrania y en la recuperación europea de la crisis derivada de la guerra. 

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martes, 25 de octubre de 2022

The new coastal promenade at the San Miguel Marina - Paseo litoral de la Marina de San Miguel


The new coastal promenade at the San Miguel Marina is officially opened

https://www.canarianweekly.com/

The new walkway is along the seafront by the marina and golf courses and has cost almost a million euros.

The first phase of the new promenade at the Marina de San Miguel in the south of Tenerife was officially opened providing a seafront walkway that both residents and visitors can enjoy.

The walkway has a minimum width of 1.80m and has a 2 metre wide cycling lane to encourage safety and outdoor exercise, and sports and games areas have been created along the promenade.

Stops have also been created to offer pedestrians and cyclists shaded rest areas, and viewpoints at the strategic points along the coast so that people can enjoy the landscape on which various restoration projects are being carried out, to expand green areas and protect the natural environment. A kiosk with a terrace has also been installed so people can stop for a drink.

The inauguration by the Minister of Tourism, Yaiza Castilla, the president of the Tenerife Cabildo, Pedro Martín, the mayor of San Miguel de Abona, Arturo González, and the director of Tourism for Tenerife, Laura Castro, as this is a joint project between the regional government and the cabildo.

The budget for the work being carried out has risen to 988,500 euros, of which the Canary Islands Government has contributed 901,800 euros and the Cabildo has contributed 86,700 euros.


Entra en servicio el paseo litoral de la Marina de San Miguel

https://www.eldia.es/

Costa San Miguel de Abona mejora sus recursos e infraestructuras públicas.

Con 988.517 euros de inversión, de los que el Gobierno de Canarias aportó 901.801 y el Cabildo de Tenerife 86.716, el 22 de octubre fue presentado de un modo formal el paseo de La Marina de San Miguel.

Lo hizo la consejera de Turismo, Industria y Comercio del Ejecutivo regional, Yaiza Castilla; el presidente de la Corporación insular, Pedro Martín, y el alcalde de sanmiguelero, Arturo González.

La comitiva la completaron el primer teniente de alcalde, Lot García, y la directora insular de Turismo, Laura Castro.

El paseo de la Marina de San Miguel está diseñado con la finalidad de crear un espacio accesible, con una anchura mínima de 1,80 metros, pensado para disfrutar del mar mejorando las conexiones con la costa, que potencie la relación a pie de litoral y con áreas de solarium vinculadas al baño.

Para facilitar la realización de ejercicio al aire libre, esta franja de la costa sanmiguelera se ha dotado de un carril bici, que tiene un ancho mínimo de dos metros, al tiempo que se procedió a emplazar áreas para la práctica deportiva y de juegos.

Zonas para descansar

El trazado del paseo inaugurado está dotado de zonas para el reposo. A tal fin, los viandantes y los ciclistas disponen de áreas de sombra y descanso, así como de miradores y un programa deportivo para llenar el paseo de acontecimientos que lo enriquecen y potencian los puntos estratégicos de la costa.

De esta forma, se fomenta también el disfrute de un paisaje sobre el que se han realizado actuaciones de restauración, ampliando las zonas verdes, y la protección. También se ha instalado un kiosco con terraza para completar el programa de ocio y esparcimiento.

Cinco proyectos para mejorar la costa local con 4 millones de gasto

Para optimizar el estado de la costa, San Miguel de Abona proyecta cinco obras por importe de 4.103.000 euros, algunas en marcha: Acondicionar tanto la Playa de San Salvador como el acceso al mar y el paseo de Costa Romba-Golf del Sur, rehabilitar el frente costero de Hoya del Gusanito y el paseo litoral de Amarilla Golf y del entorno. 

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San Miguel de Abona ya tiene nuevo paseo litoral, que ha costado un millón de euros

https://www.atlanticohoy.com/


Pedro Martín señala la importancia de seguir trabajando para revalorizar toda la costa tinerfeña, “eliminando barreras y abriendo espacios que nos permitan descubrir rincones y tesoros de la isla con un encanto muy especial”

Características del paseo litoral

Para esta zona se diseñó un paseo litoral accesible con una anchura mínima de 1,80 metros, pensado para disfrutar del mar mejorando las conexiones con la costa, que potencie la relación a pie de litoral, con zonas de solarium vinculadas al baño, expone la nota de prensa,

Para facilitar la realización de ejercicio al aire libre, se ha dotado a la zona con un carril bici con un ancho mínimo de dos metros y se han creado áreas deportivas y de juegos.
Pensando en los viandantes

En el nuevo paseo se han creado también altos en el camino para ofrecer a viandantes y ciclistas áreas de sombra y descanso, miradores y un programa deportivo para llenar el paseo de acontecimientos que lo enriquecen y potencian los puntos estratégicos de la costa.

De esta forma, se fomenta también el disfrute de un paisaje sobre el que se han realizado actuaciones de restauración, ampliando las zonas verdes, y protección. También se ha instalado un kiosco con terraza para completar el programa de ocio y esparcimiento. 

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 Golf del Sur


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 Cuando se trata de playas en el Golf del Sur, la oferta es escasa. Sin embargo, hay una típica playa rocosa de guijarros cerca de la zona del puerto. Aquí también encontrará un montón de restaurantes y pequeños locales de aperitivos en las inmediaciones.
Gente en la playa en el Golf del Sur

Un poco más abajo, el nuevo complejo Sandos San Blas tiene una playa más desarrollada en frente. Una playa compacta de arena blanca con tumbonas y un pequeño y agradable chiringuito.

La mayor parte de la vida nocturna se encuentra en la zona comercial de San Blas, pero no esperes ningún club o discoteca. En cambio, la mayoría es una gran selección de bares internacionales. También hay algunos otros bares repartidos por toda la zona, pero la zona del Golf del Sur no es para fiestas o vida nocturna ruidosa; es más bien un lugar para relajarse y tomar unas copas.

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¿Para cuándo un paseo marítimo con carril bici al borde del mar entre Los Cristianos y La Caleta?

 

 


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San Miguel de Abona vuelve a ser destino de rodajes audiovisuales


San Miguel de Abona se sigue consolidando como plató de producciones audiovisuales. Así, el alcalde, Arturo González, y la concejala de Turismo, Rosa Albina Ramos, se trasladaron hasta la costa de municipio donde se rueda la serie “Isla Brava” que, de la mano de la productora Onza Américas, será emitida por ViX+, la mayor plataforma latinoamericana creada por Televisa y Univisión

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