La meninas eran las sirvientes (niñas de familia noble que entraban en palacio a servir a la reina o a sus hijos) de la infanta Margarita Teresa de Austria.
Son personajes de la obra maestra (1656) de igual nombre del pintor barroco español Diego Velázquez.
La infanta Margarita Teresa era hija del rey Felipe IV de España y de su sobrina y segunda esposa, Mariana de Austria y, por tanto, hermana del rey Carlos II, «el Hechizado», que fue el heredero.
También fue emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano Germánico por su matrimonio con su tío, el emperador Leopoldo I.
Isabel de Borbón (primera esposa) fue hija del rey Enrique IV de Francia y de su segunda esposa, María de Médici.
Contrajo matrimonio el 25 de noviembre de 1615 con el entonces príncipe de Asturias Felipe (futuro Felipe IV), siendo así su primera esposa y madre del príncipe Baltasar Carlos.
Isabel destacó siempre por su belleza física, su elevado intelecto y una noble personalidad que le granjeó el cariño del pueblo. Sin embargo, su marido, el rey Felipe IV, le fue infiel en múltiples ocasiones.
De su matrimonio nacieron ocho hijos, de los que solo dos superaron la infancia: María Teresa (que se casó con su primo, Luis XIV de Francia) y Baltasar Carlos, príncipe de Asturias. Este último fue la gran esperanza de la Monarquía hispánica, al mostrar dotes de gran inteligencia y voluntad en las labores de gobierno, pero murió de viruela con diecisiete años.
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Felipe IV
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La adicción al sexo de Felipe IV: el Rey que tuvo 46 hijos, pero solo dejó un heredero
El Monarca tenía el perfil de «un sexoadicto anónimo y promiscuo», tuvo 46 hijos, pero solo dejó un heredero. Fruto de su relación con la actriz María Inés Calderón nació el célebre Don Juan José de Austria Paradójicamente, el Rey que más hijos ha tenido en la historia de España, 13 legítimos, murió sin ser capaz de dar más heredero varón que el enfermizo Carlos II.
Un castigo casi bíblico para un Monarca –culto, inteligente, amigo de Velázquez y gran mecenas del arte–, que desatendió los asuntos de su reino hasta que éste comenzó a desmoronarse. Para entonces era demasiado tarde.
Carlos II, «el Hechizado»
Sobre Carlos II ha caído el mito de la decadencia española, país gobernado por monarcas atrasados, donde se practicaba incluso la brujería, pero la historiografía del siglo XXI pone en duda ese mito e incluso la mala salud del rey. El monarca vivió bastante para su época y, junto a sus hombres, logró mantener intacto el imperio frente al poderío francés de Luis XIV, consiguió una de las mayores deflaciones de la historia, el aumento del poder adquisitivo en sus reinos, la recuperación de las arcas públicas, el fin del hambre y la paz. Logros por los que autores como Luis Ribot lo califican de «ni tan hechizado ni tan decadente»
Mariana de Austria
Mariana era hija del emperador Fernando III del Sacro Imperio Romano Germánico y de la infanta María Ana de España, hija a su vez del rey Felipe III de España. Desde niña estuvo comprometida con su primo Baltasar Carlos, Príncipe de Asturias, pero al morir éste inesperadamente joven en 1646, el rey Felipe IV de España, viudo tras la muerte de su primera esposa, Isabel de Francia, se ofreció como novio de la joven archiduquesa austríaca.
Las meninas, icono de la pintura universal, han dejado el Museo del Prado para dejarse ver en las calles de Madrid como figuras de fibra de vidrio decoradas con un toque de modernidad por artistas plásticos, músicos, toreros, actores o diseñadores para promocionar la ciudad como Capital de Moda, y que ahora son reinterpretadas con un estilo contemporáneo y variopinto para embellecer Madrid desde este fin de semana hasta primeros de julio próximo.
En realidad las estatuas se parecen más a Mariana de Austria más que a las meninas del cuadro de Velazquez.
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En el cuadro el tema central es el retrato de la infanta Margarita de Austria, colocada en primer plano, rodeada por sus sirvientes, «las meninas», aunque la pintura representa también otros personajes.
En el lado izquierdo se observa parte de un gran lienzo, y detrás de este el propio Velázquez se autorretrata trabajando en él.
Un espejo colocado al fondo refleja las imágenes del rey Felipe IV y su esposa Mariana de Austria, medio del que se valió el pintor para dar a conocer ingeniosamente lo que estaba pintando.
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El Ayuntamiento de la capital española ha ubicado 80 meninas en algunos de los lugares públicos más importantes de la ciudad y de mayor afluencia de visitantes para promocionar el comercio y el turismo de compras.
Fueron ideadas por el diseñador y pionero del arte urbano, el venezolano Antonio Azzato en color blanco lavable para que puedan ser repintadas con libertad creativa. Miden 1,80 metros de alto, 1,60 de fondo, pesan 30 kilos y se posan sobre peanas de 200 kilos.
Las céntricas plazas de Oriente, Callao o la Puerta del Sol, entre otros lugares, cuentan ahora con la presencia de estas meninas en tres dimensiones, “vestidas” de gran variedad cromática y figurativa, incluso alguna inspirada en Darth Vader, uno de los personajes principales de la saga “La guerra de las galaxias”.
Las fotografías de los viandantes junto a las figuras están aseguradas.
Pero la campaña tiene vocación internacional, pues las esculturas, como “lienzos en blanco”, viajarán por varios países para seguir siendo reinterpretadas. Y también podrán comprarse en formato pequeño, “de bolsillo”.
Esta exposición urbana al aire libre (Meninas Madrid Gallery) se ha organizado mediante colaboración público-privada entre el Ayuntamiento y la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex) y una decena de patrocinadores privados en el marco de la campaña Madrid Capital de Moda.
http://www.madridcapitaldemoda.com/
https://www.youtube.com/watch?v=EApiy3XH9wA
El misterio de la nieta negra de Felipe IV
María Teresa de Austria era hija de Felipe IV y su primera mujer, Isabel de Borbón. El único de los hijos en llegar a edad adulta del matrimonio es célebre hoy en día por ser retratada por Velázquez en una estética similar a las «Meninas», pero su relevancia política llegó por ser la esposa del Rey de Francia Luis XIV, el llamado «Rey Sol».
Poco interesado por la belleza austriaca y el carácter frío de María Teresa, Luis XIV decidió abandonarse a un sinfín de amantes, entre ellas la duquesa de La Vallière. Pese a tener a su propio séquito de damas y consejeros, algunos españoles, la hija de Felipe IV quedó marginada en el ambiente intrigante de la corte.
En este contexto, la Reina tomó en su compañía a un joven pigmeo negro, imitando una práctica habitual en esos días entre la nobleza francesa, que le servía de entretenimiento y para mitigar su soledad.
«Nabo», el joven negro del séquito de la Reina.
El duque Beaufort, almirante de la marina, fue quien trajo de uno de sus viajes a aquel esclavo y lo presentó como obsequio a la española. El esclavo fue cristianizado con el nombre de «Nabo» y se integró en el círculo de confianza de la Reina, que tomó sincero cariño al joven.
En 1664, fallecido «Nabo» en fechas recientes sin que se conozcan hoy las causas de la muerte, María Teresa quedó embarazada de lo que debía ser su tercer hijo. Tras un difícil parto, la Reina dio a luz a una pequeña niña con rasgos moriscos y diversas malformaciones.
enlace
Ubicaciones y nombres de los artistas y famosos que han diseñado las 80 esculturas que forman parte de la 'Madrid Meninas Gallery'
https://www.somoschamberi.es/donde-estan-las-meninas-urbanas-de-madrid/