lunes, 14 de junio de 2010

Crónica del gobierno de Zapatero. Romance

Crónica del gobierno de Zapatero. Romance
 
En el año dos mil cuatro, de tristísimo recuerdo, corría el once de marzo de un ya largo invierno. 
 
Pusieron bombas en trenes en la capital de Reino, la finalidad clara era, haciendo uso del miedo, querían mudar el régimen y poner otro gobierno. Convocado a sufragio estaba el sufrido pueblo.

Felones mentes protervas en despachos decidieron, despreciar la vida humana, pues mandar no tiene precio. Espanto en la buena gente tras el criminal suceso. ¿A quienes beneficiaban los crímenes canallescos? ¿Quienes provecho sacaban de tan horrorosos hechos? ¿Quienes fueron los autores de casi doscientos muertos? Rubalcaba agitador atizó los sentimientos. Ni el día de reflexión se calló los improperios.

Ante aquella conmoción, los comicios suspenderlos debieron, pero inmunes se creyeron los “Peperos”.

Aún flotando en el aire olor de masacre hediendo, se hicieron las votaciones conteniendo el resuello. 
 
El Partido Socialista, tras el rápido recuento, triunfó en las elecciones, se les notaba contentos. Zetapé y sus mariachis ganaron así el evento.

Español también se dice, ¿será verdad o un sueño?, pues en cada autonomía se esfuerza en no serlo. De sobrenombre Obrero, aunque ni un callo tengan ni sepan de qué va eso. Nunca al andamio subieron, ni espigaron centeno, no dieron un palo al agua, siempre esquilaron borregos.

Aznar lo hizo aceptable por un periodo de tiempo, pero tan soberbio era que resultó un majadero.

Con el puño apretado se dijeron en silencio: “De aquí no nos echarán ni con ácido hirviendo”.

Celebraron pasacalles en los inocentes pueblos. “No habrá más señoritos, ¡por fin llegaron los nuestros!, sabrán los capitalistas que aun derechos tenemos, y así el lomo doblarán los millonarios y el clero”.

Con el hambre en los ojos se repartieron los puestos. La famélica legión se dispuso al ordeño. En la Zarzuela adornada, ante el Rey como estafermo, los relucientes ministros su cargo van prometiendo.
 
“Trabajo habrá para todos, justicia sin miramientos, consenso, austeridad, no legislar por decretos….”, dijo el nuevo Presidente poniendo el rostro serio.

Los ministros los sacó de una casa de empeño, Pepiño, Chacón, Maleni, … a Exteriores un experto. El mejor es Moratinos, el prestigio está en juego, chamulla algo de inglés y su lingala es perfecto. Chaves, Bibiana y Solbes, … ¡Jesús que estercolero!

Los despachos ocuparon espabilados y necios, arribistas y pardillos, gañanes de tres y medio, pléyade de licenciados iletrados y zopencos, zampabollos, saltimbanquis, tarugos y mamporreros, profesionales del trinque, aduladores rastreros, y ante de darnos cuenta nos quitaron el pellejo.

Los meses pasaron plácidos y al llegar el frío intenso, las flores se marchitaron, ¡promesas hechas al viento!, que era el dueño de la tierra, según dijo Zapatero.

Se realizó un juicio en el que todos mintieron, científicos, policías, que se decían expertos, fueron a televisión, otros por el Parlamento, mucha filfa y perjurio, pistas falsas, desconcierto,
y el serio y calvo juez, hasta ahora es un misterio, sin que sepa el porqué, cambió su limpio criterio.


Funcionarios sindicales sin currar tienen puchero, no tienen que madrugar, que se hernian del esfuerzo, y al que tira del carro encima llaman pendejo. Miles son los liberados ganando un buen dinero, José Luis los subvenciona, paz quiere en el gallinero, ni en Mayo se manifiestan, que el sol los pone morenos.

Las tabernas y las calles, los quioscos y mentideros, los tomaron los ladrones maleantes, tironeros, sirleros, cantamañanas truhanes y pendencieros.

En los parques y glorietas acamparon los trileros, gavillas de meretrices con macarras de negreros, y traficantes de hachís, que a vender tienen derecho.

El patio de monipodio regresó del medioevo, miles son ya los mendigos, a su pesar pedigüeños, y casi cinco millones de trabajadores netos hacen fila en el INEM en busca de otro empleo. Aunque llamen a las sedes comunistas o del pueblo, no hay platos de comida, que para eso no están ellos. Solo en Cáritas dan garbanzos, fruta y fideos.

La corrupción toma estado en todos los estamentos, Garzón, Bárcenas, Camps, Chaves ... alcaldes, titiriteros, trajes, subvenciones, viajes… siempre en dinero negro. Se ven jueces y ministros cazando cornudos ciervos, y no precisas licencia si te apellidas Bermejo. ¡Cómo les gusta la teta!, que el que no mama es un lerdo.

Los jubilados en bolas, culo al aire el jornalero en pelotas los autónomos, los indigentes en cueros, la Administración no paga pero sube los impuestos, delincuentes en las calles, los lelos de consejeros, los jerarcas en cochazos, los que votaron al huerto, excarcelan terroristas, los guardias al cementerio, se desprecia a las víctimas, reuniones se hacen con cerdos, y sobre el bar Faisán hablan menos que un muerto.

Los masones a sus anchas, el Borbón de veraneo, la Patria se resquebraja, el Ejército en silencio. La tropa pone vacunas, pan reparte a los hambrientos en lejanos territorios, que aquí no la queremos, y la foto con Obama nos va a costar tres huevos. Mientras los separatistas
descuartizan el terreno y los generales lucen sus medallas en el pecho.

La plebe se hizo rebaño de Montijo a Pradoluengo, y en procesión va a Lourdes porque allí espera el cielo.

Rodríguez con su sonrisa, su talante y su talento, habla con los asesinos en vez de ir a degüello. Nacionalistas a saco, estadistas de recuelo, y por si faltaba algo, en este triste momento, la oposición tiene un líder que a la izquierda es un cero, y en mitad de la escalera anda perdido el gallego.

Ya nos comemos los mocos, la mierda nos llega al cuello, los partidos vegetando, el Parlamento es un cuento, vivimos en cleptocracia, de Alí Babá es el reino, España es un cadáver y sobre ella los cuervos.

 

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