martes, 3 de diciembre de 2019

El cambio climático



El cambio climático es el mayor desafío de nuestro tiempo y ahora nos encontramos en un momento decisivo para hacer algo al respecto.

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Así se acumula en la atmósfera el principal gas de efecto invernadero que está causando la crisis climática


J. A. Aunión | Manuel Planelles
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¿Qué es El cambio climático?

El clima en la Tierra depende de la radiación solar y de su interacción con la atmósfera, la superficie terrestre, los océanos y el resto de las capas de agua, nieve y hielo.

Durante miles de años la variación de equilibrios entre esos actores ha ido moviendo los ciclos climáticos. La diferencia ahora es que el planeta está ya embarcado en un cambio climático por causa de la acción del ser humano.

¿Por qué se sobrecalienta la Tierra?

La Tierra recibe la radiación solar (1) y, a su vez, desprende calor (2). Parte de ese calor se queda atrapado gracias a los gases de efecto invernadero (3) presentes en la atmósfera.



Eso es el efecto invernadero y es fundamental para la vida porque de otro modo el planeta sería demasiado frío. Los principales gases de efecto invernadero son el dióxido de carbono (CO2), el óxido nitroso (N2O) y el metano (CH4).

Debido a la acción del hombre, a sus sistemas de producción y de consumo de energía a partir de la Revolución Industrial, la concentración de esos gases en la atmósfera está creciendo de forma constante.

Y, a más concentración de CO2, más calor se queda atrapado dentro de la atmósfera terrestre.

El mayor impulsor de ese calentamiento global es el CO2 y está ligado fundamentalmente a la quema de los combustibles fósiles: el carbón, el petróleo y el gas.

En los últimos 800.000 años, las concentraciones de CO2 en la atmósfera nunca habían alcanzado las 300 partes por millón. Pero esa cifra se superó por primera vez en 1950 y no ha parado de incrementarse desde entonces.

¿Qué es El CO2?

El carbono es un elemento químico, como el oxígeno, el nitrógeno, el cloro o el azufre. Es el cuarto elemento más abundante en el universo y en la Tierra es básico para la vida; el ser humano es en un 18% carbono. También es fundamental cuando se mezcla con oxígeno y se convierte en dióxido de carbono (CO2): los seres humanos lo exhalan al respirar, a las plantas les hace falta para hacer la fotosíntesis. El ciclo del CO2 ha funcionado durante miles de años dentro de un cierto equilibrio natural.

Entonces, ¿cuál es el problema?

El problema es que el equilibrio natural que ha existido durante miles de años se ha roto cuando, a las fuentes naturales de dióxido de carbono (la respiración de los seres vivos, la descomposición orgánica, los incendios forestales, las erupciones volcánicas…), el hombre ha ido añadiendo cada vez más y más fuentes al quemar los combustibles fósiles para el desarrollo de su economía. Esto, a su vez, es lo que incrementa las emisiones que acaban causando aumentos sin precedentes de las temperaturas.

Durante miles de años los seres humanos basaron su desarrollo en la agricultura y la caza. Y las principales fuentes de emisión de CO₂ estaban vinculadas a una sociedad artesanal y rural.

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, la máquina de vapor lo cambia todo. A la quema de biomasa para generar energía se le suma el carbón como principal alimento de la Revolución Industrial, primero en el Reino Unido y luego en toda la Europa. El carbón sigue siendo hoy la principal fuente de emisiones de dióxido de carbono.

La revolución de la mecanización y la industrialización se extiende por Occidente de la mano del carbón. Pero a esta fuente se le añade otra también rica en carbono: el petróleo. La invención del automóvil y, sobre todo, la producción en masa de coches de la mano del Ford T a partir de 1913 dispara la quema de petróleo y las emisiones de CO₂.

El gran salto se produce después de la Segunda Guerra Mundial. El período de relativa paz unido a más avances tecnológicos y el incremento demográfico dispara también las emisiones de dióxido de carbono. Además, empiezan a reducirse los bosques (sumideros de carbono) y el gas natural se suma al carbón y al petróleo como motores de las economías desarrolladas.

En 1992 se aprueba la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, un texto en el que ya se reconoce la existencia de un calentamiento alimentado por la actividad del ser humano. Y se fija el objetivo de mitigar esas emisiones, que no paran de crecer.

Las emisiones de CO₂ han seguido aumentando durante este siglo de forma casi ininterrumpida. El crecimiento solo se ha visto frenado por las crisis económicas. En 2015, tras décadas de discusiones, se aprobó el Acuerdo de París, el primer pacto que obliga a todos los países firmantes a presentar planes de recorte de sus emisiones de gases de efecto invernadero.

¿Quién produce el CO2?

El problema del CO2 sigue creciendo. La caída en algunas zonas geográficas (como en la Unión Europea) se ha visto compensada por el incremento en otras. De hecho, el aumento demográfico y la mejora de las condiciones socioeconómicas de la población en países considerados en desarrollo hace tres décadas han trastocado el mapa de los grandes emisores.

China está desde 2007 en el primer puesto de la lista y acumula un cuarto de todas las emisiones mundiales. Respecto a las fuentes que lo producen, la quema de carbón sigue siendo la principal con casi el 40% del CO₂ expulsado. Le siguen el petróleo y el gas natural.

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viernes, 15 de marzo de 2019

Cambio climático - Iniciativa de Greta Thunberg - Huelga escolar mundial del 15 de marzo

Greta Thunberg es una adolescente de 16 años en un cuerpo de niña. Aparenta menos años de los que tiene por las secuelas de una fuerte depresión que la llevó a dejar de comer durante dos meses y a perder 10 kilos: "Cuando tenía 11 años, empecé a estar muy deprimida: dejé de comer, dejé de hablar, dejé de ir a la escuela.


Esto tenía que ver mucho con el cambio climático: yo estaba muy preocupada. No sabía qué hacer…". Su padre explica que todo comenzó después de ver en el colegio unos vídeos sobre este asunto.


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Greta Thunberg , la joven activista ambiental que rechaza viajar en avión para no dañar el clima, inicia hoy mismo su viaje por mar desde la costa este de Estados Unidos hasta España con el objetivo de llegar a tiempo a la Conferencia sobre Cambio Climático (COP-25) que se celebrará en Madrid del 2 al 12 de diciembre.

Canal de YouTube

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¿Por qué molesta tanto una niña de 16 años con Asperger, autismo y trastorno obsesivo compulsivo?

You Tube enlace al video

Una niña que enfermó tras ver un documental sobre el clima, que se empeñó en protestar cada viernes en su ciudad con tal constancia que fue llamada por el Foro Davos y otras instituciones como portavoz de un grito de alarma sencillo y claro contra el cambio climático?

Greta Thunberg, voz inicialmente creíble porque no tiene carrera artística, campaña de imagen, ni representa a gobiernos, empresas, ni instituciones, se ha convertido en nada creíble (para muchos) por la maledicencia que le atribuye intereses ocultos.

Poca cosa deben ser los supuestos “lobbies” que la "manipulan" para pasar 21 días mareada en un catamarán para llegar a Europa. Estaremos de acuerdo en que hay planazos mejores.

Thunberg molesta porque es Asperger y no disimula si le caemos mal.

Molesta porque es niña.

Molesta porque el largo trastorno alimentario que sufrió tras ver ese documental le impidió un desarrollo físico normal, como cuenta su madre en Nuestra casa está ardiendo (Lumen). 

Molesta porque no coge aviones y nosotros sí.

Molesta porque sus padres la animan, la acompañan en su causa y escriben sobre ella de tal forma que nos hacen sospechar.

Nosotros seguramente no lo haríamos. Molesta porque se le presumen intereses ocultos.

Molesta porque es diferente y nosotros nos matamos por no serlo. 

Molesta, en suma, porque no la logramos encajar en una casilla disponible. Y nos gusta mucho que todo encaje, incluso nosotros.

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¿Y tú qué haces contra el cambio climático?


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El coche eléctrico

Las baterías

El litio es el metal que se utiliza para fabricar la mayor parte de las baterías de los dispositivos portátiles, así como las de entre las los coches eléctricos.

El problema es que las explotaciones de litio en el mundo son contadas y en las fábricas apenas dan abasto porque la producción cada vez es mayor.

Los ecologistas, por su parte, están en contra de las minas de litio porque, aseguran, "conllevan una contaminación aérea y acuática impresionante".

La producción de energía del coche eléctrico

El coche eléctrico contamina más que un diésel: así lo sugiere un nuevo estudio

Aunque nadie duda de que el coche eléctrico supone un paso adelante en lo que a limpieza y sostenibilidad se refiere, lo cierto es que también este tipo de vehículos contribuyen a la contaminación del medio natural.

El coche eléctrico no emite, como ocurre con los coches con motor de combustión, ningún tipo de gas contaminante por el tubo de escape.

Sin embargo, la contaminación que produce un vehículo no debe medirse únicamente por este factor, sino que 
también es relevante el proceso necesario para producir la energía que recargue sus baterías, la propia fabricación del vehículo o el desguace del mismo en el final de su vida.

¿Qué conclusión se extrae de este detalle? Que para medir realmente la contaminación del coche eléctrico no se debe olvidar de dónde proviene la electricidad necesaria para moverlo.

 Así, por ejemplo, un coche eléctrico en Noruega (país que obtiene casi toda su electricidad del agua y de las energías renovables) contamina notablemente menos que el mismo modelo en Francia, que recurre mayoritariamente a la producción nuclear de la electricidad.

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