Cual es el significado
De esas palabras tan raras
Que usan nuestros ancianos
Un "belillo" es una piedra
O una persona muy bruta
Si se lo dice un canario
Más vale que no discuta
A la pena llaman "magua"
El borracho estar "jalao"
"golifión" es un curioso
"Enyugado": estás atragantado
Si vemos algo torcido
Solemos decir "cambao"
Y si no nos gusta así
Le decimos "empenao"
"chiscado" es que tiene miedo
Jorobado aquí es "petudo"
Al bobo dile "tolete"
Y "fonil" es un embudo.
Al oír "tenique" o "tolmo"
Están hablando de piedras
Y si le oye hablar de "gofio"
Le oirá: "pelota" o "pella"
Si el vino se echa a perder
Se le dice está "virao"
Y si se mezcla con otro
Oirá está "mesturao"
Autobús decimos "guagua"
El chichón aquí es "totufo"
Una "baifa" es cabrita
Y tozudo es "torrontudo"
A la gente echá pa'lante
Se le dice "palanquín"
Y al que es un poco tonto
Lo llamamos "tontolín"
Si hace frío hace "pelete"
Si hace "viruje" también
Aquí a una salamanquesa
La llamamos "perenquén"
Un "fisco" es poquita cosa
Y la barca una "chalana"
Altramuz lo llaman "chocho"
Puñetazo es "trompada"
"turre" es que salgas pitando
Chapucero es un "chafalmeja"
"en el intre" es al momento
"basenilla", escupidera
El "guachinche" es una tasca
Se le llama "puncha" al clavo
La canica es "boliche"
"variscazo" es dar un palo...
... yo les ruego que perdonen
Si esto ha sido un poco largo
Pero es triste que se pierda
Nuestro léxico canario.
13 palabras canarias que deberíamos usar en la península
1. Machango = tono descalificativo para llamar a alguien tonto o payaso.2. Tenderete = buena fiesta donde suele abundar la comida y la bebida
3. Golifiar = cotillear, espiar
4. Tolete = tonto o bobo
5. Guagua = autobús o autocar
6. Guachinche = local de Tenerife donde ofrece comida de la zona
7. Godo = forma despectiva con la que llaman a los peninsulares
8. Agüita = expresión de sorpresa o admiración
9. Cotufas = palomitas de maíz
10. Enchumbado = mojado por la lluvia
11. Abollado = que ha comido demasiado, lleno
12. Enyugarse = atragantarse
13. Choso = forma coloquial de decir casa
A/ a
Acequia: Canal de riego.
Afilador: Sacapuntas.
Aguachirre: caldo o bebida sin sabor.
Aguanajado: Atontado, embobado.
Ajuyas: No huyas.
Alegar: Hablar mucho.
Alongarse: Asomarse demasiado a un sitio de peligro.
Amañado: Persona que hace las cosas bien hechas, sin ser experto en la materia.
Amasijo: Mezcla.
Amochingado: Persona apática.
Amulado: Enfadado.
Ansina: Así, de esta forma.
Antonces: Entonces.
Añungar: Atragantar.
Apañar: Recoger.
Apretuñar: Apretar.
Aquellar: arreglar algo.
Arrebatarse: Enfadarse.
Arrequintado: Lleno, completo.
Arretranco: Cosa vieja, que no sirve.
Arrojar: Vomitar.
Arveja: Guisante.
Aspargata: Zapato de esparto.
Asquí: Aquí.
Atacadera: Enfadado.
Atareco: Cosa poco útil y vieja.
Atolearse: Arreglarse, vestirse, prepararse para salir.
Atotorotao: Embobecido.
Atranquillar: Quedarse apretado entre dos cosas.
Azafranado: Pelirrojo.
Azocado: Protegido del viento o de la lluvia
B/ b
Bacinilla: Orinal.
Baifo: Cría de las cabras.
Bálago: Puño seco de gramíneas para majar el grano.
Balde: Cubo de agua.
Barruntar: Predecir.
Batata: Persona torpe.
Batidor: Peine.
Belillo: Persona bruta.
Belingo: Fiesta.
Bembas: Labio gruesos.
Bernegal: Vasija redonda y grande con musgo por fuera, que se usaba para mantener el agua fresca.
Berrinche: Perreta.
Beterrada: Remolacha.
Bidón: Depósito para agua.
Birria: Algo inservible.
Birrie: Paseo.
Bisne: Negocio con el que se ha obtenido ganancia.
Boliche: Canica.
Botica: Farmacia.
Brebaje: Bebida que no sabe bien.
Bruma: Neblina.
Buche: Trago de algo.
Bulla: Escándalo.
Bulto. Mochila.
Cabraloca: Mujer “alegre”
Cabresto: Soga gorda.
Cachanchán: Persona torpe.
Cachimba: Pipa para fumar.
Cacho: Pedazo de algo.
Cagalera: Diarrea.
Calufa: Calor insufrible.
Camastro: Cama.
Cambado: Torcido.
Cáncamo: Persona fea.
Cáncamo: Persona torpe.
Canelo: Color marrón.
Cantiar: Cambiar los pañales.
Carajera: Relajo, escándalo.
Carecos: (Atarecos) Trastos, objetos inútiles
Caroso: Palo del maíz.
Carraca: Juego hecho con una piña.
Cartucho: Bolsa de papel.
Catre: Cama.
Chacho, chacha: Muchacho, muchacha.
Chaflameja: Persona sin fundamento.
Chalana: Barca pequeña.
Chanclas: Zapatillas abiertas.
Chascar: Masticar.
Chiflarse: Volverse loco o muy contento.
Chingar: Mojar o salpicar de agua.
Chiquillo: Niño.
Cho, cha: Don, doña.
Chocho: altramuz.
Cholas: Zapatillas de dentro de casa o de playa.
Chopa: Nariz Grande.
Chuchango: caracol de tierra.
Cocazo: Golpe involuntario que se recibe en la cabeza.
Cochafisco: Millo tierno pasado por la sartén con sal y un poco de aceite.
Coche de hora: Transporte público de guaguas.
Collundas: Soga para atar el yugo a la cabeza de las vacas o los toros, para arar.
Colufa: ¡Qué calor!
Coneja: Herida sangrante con hendidura de cierta consideración.
Consentido: Que se le concede.
Coruja: Búho, lechuza.
Cotufas: palomitas de maíz.
Culichiche: Persona chismosa
D/ d
Derriba: Arriba.
Desalado: Aterrorizado.
Desgranar: Quitar el grano al maíz.
Deshojada: Limpiar de hojas el maíz.
Desperecido: Desfallecido por cansancio o hambre.
Diblusarse: Echarse hacia adelante.
E/ e
Embustero: mentiroso.
Empajar: Hartarse de comer.
Empenado: Torcido, cambado.
Emperchado: Acicalado, muy arreglado.
Emperifollarse: Arreglarse.
Emperrarse: Empeñarse en algo.
Empetado:Abarrotado de gente.
Enaguas: Bragas.
Encabronarse: Irritarse, ponerse furioso.
Encasquetar: Hacer cargar a otro con lo que le corresponde a
uno.
Encaramarse: Subirse a algún sitio.
Encarnado: Color rojo.
Enchochado: Enamorado.
Enchumbado: Muy mojado.
Engriñado: Arrugado.
Engruñarse: Arrugarse.
Enralado: Persona muy contenta.
Enroñarse: Enfadarse.
Enterregado: Lleno de tierra.
Entoavía: Todavía.
Entongado: Amontonado
Enyesque: Aperitivo.
Escachado: Aplastado.
Escalmenar: Peinar.
Escandalera. Mucho ruido.
Escardón: Mezcla de gofio con algún caldo caliente.
Escarrilar: No respetar las normas.
Esconchabado: Persona que tiene un dolor.
Escoñarse: Hacerse una herida, hacerse daño.
Escudilla: Taza grande sin asa.
Espejuelos: Gafas.
Estamparse: Chocar, darse violentamente contra algo.
Estraperlo: Comercio ilegal.
Estropajo: Utensilio de esparto, para fregar.
F/ f
Farfullero: Persona que hace trampas.
Farruco: Bravucón, matón.
Fechillo: Cerrojo.
Ferrugiento: Que tiene herrumbre.
Fleje: Montón
Fofarera: Mechero.
Fogalera: Hoguera.
Fonil: Embudo.
Fósforo: Cerillas.
Fucha: Herramienta para picar la tierra.
Furular: Funcionar.
Gajo: Diente de naranja, mandarina, pomelo, limón, etc...
Gajo: Golpe.
Gallanía: cuadra de animales.
Gavilla: Manojo de hierbas.
Godo: Natural de la Península.
Gofio: Harina de maíz.
Golisniar: Cotillear.
Guagua: Autobús.
Guachinche: Un guachinche era un salón al que se acudía a probar el vino de la casa. La perra de vino se acompañaba de alguna tapa de comida casera o de queso, que tradicionalmente acostumbraba a servir la esposa, ya que el marido se encontraba en la finca, cuidando las viñas que daría como fruto el vino.
Guanajo: Persona inocente, buena.
Guijada: Palo para tocar a los animales.
Guineo: Cantinela molesta, voz insistente.
Guiri: Extranjero que viene a veranear.
H/ h
Habichuelado: Persona flaca.
Humacera: Humareda.
Huraño: Persona brusca.
I/ i
Indiciones: Inyecciones.
J/ j
Jaira: Cabra.
Jalame: Persona mal vestida.
Jalar: Tirar de alguna cosa.
Jarea: Pescado seco.
Jarto: Que ha comido mucho.
Jediondo: Persona muy sucia.
Jeito: Maña o habilidad.
Jeringarse: Fastidiarse.
Jilorio: Ganas de comer.
Jocicudo: Persona enfadada o entrometida.
Jolgorio: Fiesta.
Joze: Utensilio para segar la hierba.
Jumo: Humo.
L/ l
Lambiar: Lamer.
Lasca: Pedazo fino de algo.
Latonero: Soldador.
Lengüino: Persona que habla mal de otras personas.
Leño: Persona muy alta.
Liña: Cuerda donde se tiende la ropa.
Llantar: Desayunar.
M/ m
Machango. Persona joven poco responsable.
Macho ruso: Cabra.
Machorra: Cabra joven.
Magua: Pena, tristeza.
Majar: Golpear con algo.
Malimpiado: Desaprovechado.
Maquila: Cantidad de gofio que se obtiene del millo que se ha llevado a moler.
Maresía = Olor a mar que se percibe en tierra hasta cierta distancia de la orilla.
Margullar: Bucear.
Mechero: Encendedor.
Meniador: Palo para remover el millo.
Mentecato: persona muy estirada.
Mestura: Mezcla.
Millo: Maíz
Mojo picón: Salsa canaria verde o roja.
Momio: Flojo.
Morrúo: Cabezota, testarudo.
N/ n
Nombrete: Apodo o sobrenombre.
Novelero: Persona que se quiere enterar de todo.
Ñanga: Persona floja, sin mucho aguante.
Ñó: Expresión de asombro.
Ñoños: Dedos de los pies.
O/ o
Orear: Secar al aire.
P/ p
Pachorrúo: Persona muy lenta en los andares y quehaceres.
Palangana: Cuenco grande de lata o plástico para echar agua.
Palique: Que habla mucho.
Pambufo: Persona muy gorda.
Panza burro: Mar de nubes.
Papafrita: Tonto, estúpido.
Papagüevo: Gigantes y Cabezudos.
Papear: Comer.
Parida: Ocurrencia desafortunada.
Partigazo: Caerse al suelo de forma aparatosa.
Patujada: Tontería, salida de tono.
Pejiguera: Persona pesada.
Pelete: Mucho frío.
Pendiente: Zarcillo.
Perreta: Enfado de los niños, niñas.
Pescuezo: Cuello.
Petudo: Jorobado.
Pírgano: Paja, objeto o cosa hecha de palma.
Playeras: Zapatillas de deportes.
Prendero: Joyero.
Puerco: Sucio.
Pufo: Engaño o decepción.
Pureta: Dícese de la persona mayor, de forma despectiva.
Q/ q
Queque: Bizcocho
R/ r
Rabuja: Pequeñajo, esmirriado, enclenque.
Raido: Lleno.
Rala: Mezcla suave de gofio con caldo.
Raña: Suciedad.
Rebenque: Persona torpe.
Requintado: Apretado.
Relentada: Rocío mañanero
Retrato: Fotografía.
Retrete: Baño.
Ripio: Entre agrio y amargo.
Roscas: Palomitas de maíz.
Ruín: Malo.
S/ s
Sacho: Azada.
Sachuela: Azada para labrar la tierra.
Sanaca: Inocente, cándido, ingenua.
Sancochado: Hervido y guisado.
Sancocho: Comida típica canaria.
Sedaso: Zaranda.
Sobada: Dormida larga y profunda.
Sopladera: Globo.
Soquera: Millo seco.
Sorroballado: Muy sucio.
Sorullo: Tonto.
Sostén: Sujetador.
T/ t
Tabefe: Suero guisado con pequeñas porciones de cuajada.
Tajea: Acequia.
Tajulo: Persona que se porta mal.
Talega: Bolsa de tela, normalmente, para el pan.
Talegazo: Caída aparatosa.
Tarosada: Relentada.
Tarosar: Llover suavemente.
Telera: Instrumento que tiene el arado.
Templadera: Borrachera.
Tendero: Dependiente de una tienda.
Tienda: Lugar de venta de ultramarinos
Tina: Bañera donde se pone la ropa.
Tollina: Paliza.
Tonturas: mareo.
Totizo: Nuca.
Totorota: Persona tonta.
Traba: Pinza de la ropa.
Trancar: Cerrar con llave.
Trapo: Paño.
Trasquilar: Cortar el pelo a las ovejas o a las personas.
Trompada: Torta, bofetón.
Tupir: Algo que se atascó.
V/ v
Vacinilla: Escupidera.
Vainazo: Reprimenda
Ventorrillo: Kiosco de ferias.
Verguilla: Alambre.
Y/ y
Yuyo: Mareo.
Z/ z
Zafado: Demasiado contento.
Zagalejo: Combinación.
Zarandajo: Informal.
Zumbadera: Aturdimiento.
https://www.academiacanarialengua.org/diccionario/?q=escapar
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CORONAVIRUS
https://www.gobiernodecanarias.org/principal/coronavirus/semaforo/
ENLACE A NÚMERO DE PERSONAS FALLECIDAS POR EL CORONAVIRUS EN EL MUNDO
WHO Coronavirus Disease (COVID-19) Dashboard
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TRAGEDIA
La mayor tragedia humana jamás vista en aguas canarias
Dos días después del rescate de tres supervivientes llegan a Los Cristianos 24 fallecidos en
el cayuco a la deriva al sur de El Hierro
Norberto Chijeb
29/04/2021
El cayuco encontrado el lunes al sur de El Hierro con 24 fallecidos y tres supervivientes llegó ayer tarde a Los Cristianos con los cadáveres, ante una gran expectación mediática; es ya la mayor tragedia en aguas canarias. Fran Pallero
La muerte de 24 migrantes -no 17, como se había dicho inicialmente-, cuyos cadáveres llegaron ayer a Los Cristianos desde El Hierro, se ha convertido en la mayor tragedia humana jamás conocida en aguas canarias, tras el naufragio de una patera ocurrido en 2009, orillando la costa de Lanzarote, con 21 fallecidos.
Son cifras dantescas, pero seguramente inferiores a las que no conocemos de los que fallecen en plena travesía de la ruta canaria, desde Marruecos, Mauritania, Gambia o Senegal, ahora mismo considerada la más peligrosa del mundo, un cementerio sobre un mar que no impide a miles de inmigrantes huir del hambre y de la guerra que asola el continente africano, acrecentada con la pandemia.
Ayer tarde, a las ocho, llegó al Puerto de Los Cristianos, bajo una enorme expectación periodística, remolcado por la guardamar Talía, el cayuco rescatado a más de 500 kilómetros al sur de El Hierro hace dos días. En su interior, 24 cadáveres que fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal, tras ser desembarcados por una autoescala de un camión de bomberos y colocados en una sudario improvisado en el muelle, donde fueron examinados por los forenses, ante un gran cordón de seguridad formado por Policía Nacional, Guardia Civil, Cruz Roja, Frontex y bomberos, que se encargaron de desembarcar los cuerpo.
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No se descarta que en ese trágico viaje pudiera haber habido otras víctimas que fueron arrojadas al mar, a la espera de la confirmación o no por parte de los tres supervivientes, una vez se recuperen físicamente en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria.
El cayuco encontrado el lunes al sur de El Hierro con 24 fallecidos y tres supervivientes llegó ayer tarde a Los Cristianos con los cadáveres, ante una gran expectación mediática; es ya la mayor tragedia en aguas canarias.
De esa travesía, de 22 días a la deriva, solo sobrevivieron dos hombres y una mujer que fueron rescatados por el helicóptero del SAR hace tres días, en la que han definido como “la misión más dura que hemos tenido”, logrando, además, un récord mundial de autonomía, al actuar a más de 300 millas náuticas de El Hierro (seis horas de vuelo y 1.200 kilómetros sin repostar), dijo el comandante Ignacio Crespo a Televisión Canaria.
Fue un milagro para los tres supervivientes, porque encontraron el ángel de la guarda en un avión del Ejército del Aire que se percató del cayuco a la deriva cuando estaban realizando un entrenamiento rutinario. Nadie se hubiera imaginado una patera o cayuco en esa zona.
Fue entonces cuando esa mañana del lunes se avisó a un helicóptero del SAR, con base en Gando, para que se encargara del rescate, haciendo escala en El Hierro, para ganar autonomía ante la distancia considerable donde se observó el cayuco.
Los dos rescatadores que se descolgaron al cayuco, el sargento primero Fernando Rodríguez y el cabo primero Juan Carlos Serrano, recuerdan la experiencia como algo “terrible”, porque tuvieron que recoger en brazos a los supervivientes, dos hombres y una mujer deshidratados, incapaces siquiera de levantarse, a los que había que transportar por el cayuco sorteando travesaños y cuerpos.
Lo más terrible para ellos no fue la visión de los 24 cadáveres que contaron en la barquilla, lo peor fue levantar la vista, cambiar la perspectiva y sentir en carne propia la angustia que habían vivido aquellas personas. Desde el aire, Rodríguez y Serrano controlaban la operación, sabían bien que estaban a 590 kilómetros de El Hierro, fuera de toda ruta habitual de navegación.
“Estaban muy débiles, no ofrecían ninguna resistencia. Esta vez no había que tranquilizar a nadie. Al contrario, había que revitalizarlos un poco para que pudieran colaborar. Estaban tan débiles que me tuve que apoyar en el compañero para mantenerlos erguidos. No había forma de ponerles el cincho de arriado”, relata a la agencia Efe.
El cabo miró el reloj de nuevo, habían pasado 40 minutos, diez más de lo establecido, y faltaba por izar a la cabina al último superviviente, además de a su compañero Rodríguez y a él mismo. Los dos rescatadores tomaron entonces una decisión: “Que lo suban y se marchen”. Estaban preparados para que regresaran sin ellos.
No fue necesario, los pilotos recalcularon la autonomía: habían ahorrado combustible de camino al cayuco volando con viento de cola y regresaban solo con tres supervivientes… Los dos tanques de reserva que habían cargado les daban para regresar a El Hierro e, incluso, para seguir a Tenerife si fuera necesario. Lo fue.
Desde más arriba, contemplaba la escena el capitán Álex Gómez, de la tripulación del avión del SAR que localizó el cayuco y que luego acompañó al helicóptero en el rescate. “Fue una suerte para esas personas que estuviéramos en la zona. Es un lugar que está fuera de las rutas del tráfico marítimo, es muy poco habitual encontrarse embarcaciones con migrantes a bordo en esa área”.
El cayuco encontrado el lunes al sur de El Hierro con 24 fallecidos y tres supervivientes llegó ayer tarde a Los Cristianos con los cadáveres, ante una gran expectación mediática; es ya la mayor tragedia en aguas canarias. Fran Pallero
Otro cayuco
Mientras toda la atención estaba centrada en la llegada a Los Cristianos del cayuco rescatado al sur de El Hierro remolcado por la guardamar Talía, casi a la misma hora de su llegada a puerto se anunciaba el avistamiento de otro cayuco con unas 20 personas a bordo localizado al sur de Tenerife, según informó Salvamento Marítimo.
Un pesquero que se encontraba en la zona dio aviso al Centro de Control de Salvamento Marítimo e informó de que había avistado una embarcación a unas 16 millas al sudeste de Punta Rasca.
El Centro de Control movilizó al avión Sasemar 103, que se dirigió hasta allí y localizó la barquilla, que seguía navegando. A su encuentro salió la salvamar Alborán, que tenía previsto llevar a los ocupantes del cayuco, a priori en buen estado, ya de noche al puerto de Los Cristianos.
El milagro de los tres supervivientes a 500 kilómetros de El Hierro
Un vuelo de entrenamiento de un avión del Ejército del Aire fue el ángel de la guarda de los tres supervivientes del cayuco que navegaba a la deriva a más de 500 kilómetros del sur de El Hierro. Avisado el helicóptero del SAR, pudieron izar a dos hombres y una mujer que volvieron a nacer, mientras 24 compañeros yacían en el interior de la barquilla, que llegó ayer al puerto de Los Cristianos con sus cadáveres.
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