Con los primeros acordes de 'Jumpin Jack Flash' un sinfín de teléfonos móviles iluminaron la Ciudad Deportiva de La Habana: todos querían registrar para el recuerdo la entrada triunfal de The Rolling Stones en un concierto espectacular y único con el que conquistaron en Cuba la última frontera del rock.
"Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música en Cuba, pero aquí estamos tocando para ustedes en su linda tierra.
Pienso que finalmente los tiempos están cambiando", apuntó Mick Jagger, en un claro español, sobre los inicios de la Revolución, cuando el rock extranjero no era bien visto por el oficialismo.
Dos horas y media en acción sirvieron para que Cuba saldara esa deuda con el rock; pagada con creces con un concierto gratuito y al aire libre, que congregó a cientos de miles de personas, el primero en la isla de los británicos.
Dos canciones fueron suficientes para que tuviera que quitarse su chaqueta de brillos y lentejuelas un Mick Jagger acalorado e incombustible a sus 72 años. "Aquí estamos finalmente. Estamos seguros de que será una noche inolvidable", prometió, de nuevo en español, y cumplió a juzgar por la entrega de un público en el que se mezcló gente de todas las edades y nacionalidades.
En las primeras filas lo que predominaba eran extranjeros -británicos, alemanes, estadounidenses, argentinos o mexicanos-, muchos ya con canas: fans acérrimos de la banda que les persiguen allá donde van y que, por supuesto, no quisieron perderse la cita histórica de los Stones en la Cuba del deshielo.
En la zona VIP, la top model Naomi Campbell o el actor Richard Gere tampoco faltaron al espectáculo en la isla comunista, que se está convirtiendo en un foco de atracción para celebrities.
Tras el despliegue de los Stone está la
Fundashon Bon Intenshon, que lo mismo patrocina un equipo de fútbol que costea un orfanato o monta un festival.
En octubre de 2015, Mick Jagger viajó a Cuba y en cuatro meses se cerró el trato. Inicialmente el concierto iba a celebrarse el domingo 20 de marzo, pero al saber que Barack Obama iba a visitar la isla en esa fecha, el concierto se aplazó cinco días.
Para dar suficiente pompa, se anunció como "el primer concierto al aire libre de una banda británica" en suelo cubano.
El mundo no necesita más discos de los Stones, pero el contrato con todas las cláusulas y acciones derivadas de su show en Cuba debería caer en manos de alguna universidad; privada, 'of course'.
Un pormenorizado análisis del documento daría para un jugoso e intenso master de dos o tres años: 'Ingeniería fiscal, filantrocapitalismo y rock'n'roll en la tercera edad'. Y de regalo, el visionado del histórico show de los Stones en La Habana
Ahora que la banda de Sir Mick Jagger se ha convertido en algo más que una máquina de hacer dinero (es un anzuelo cultural alrededor del cual se hace dinero), a saber la de manos que se habrán encajado, la de reuniones que se habrán acordado, la de tratos que se habrán cerrado y la de porcentajes que se habrán apalabrado mientras Jagger, Richards, Watts y Wood tocaban 'Gimme shelter' en la La Habana.
Y todo, gracias a la Fundashon Bon Intenshon y a United Trust.
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Youtube - Concierto histórico en Cuba