(Desempleo contrario a la Inflación)
Keynes que nació en 1883 es considerado como el fundador de la macroeconomía moderna y abogaba por políticas económicas activas por parte de los gobiernos para estimular la demanda en tiempos de elevado desempleo, por ejemplo a través de gastos en obras públicas.
1936
Obra de Keynes - Teoría general del empleo, el interés y el dinero, publicada en 1936 como respuesta a la Gran Depresión de 1929.
La variable utilizada es la Demanda Global que está formada por la demanda de bienes de consumo, la demanda de bienes de inversión de las empresas, por la demanda del sector público mediante gasto público y por la demanda de las exportaciones en los mercados internacionales.
Demanda global = Consumo (impuestos) + Inversión (tipos interés) + Gasto Público (presupuestos) + Exportaciones (tipo de cambio)
Y con esta simple variable los dos problemas fundamentales de cualquier economía que son el desempleo y la inflación se podían manejar.
El Desempleo se produce fundamentalmente por una deficiencia en esa Demanda Global.
En un mercado aislado la solución consistiría en estimular el consumo y para ello bajar los impuestos directos, con lo cual las familias tienen más dinero para consumir, o bajar los tipos de interés para que los empresarios inviertan más, o aumentar el gasto público a través de los presupuestos generales del Estado para crear hospitales, escuelas, carreteras y por último fomentar las exportaciones mediante una disminución del tipo de cambio.
La Inflación (los precios suben) sería el caso opuesto y se produciría porque la demanda es excesiva.
Para articular medidas para controlar esta demanda global hay que bajar el consumo y se haría aumentando los impuestos, subiendo los tipos de interés, disminuyendo el gasto público de las administraciones y promoviendo una elevación del tipo de cambio para frenar las importaciones.
Keynes en su teoría planteaba que la inflación y el desempleo no podían coexistir.
Cuando se producía un aumento de la demanda (que causa la inflación), esta tiraba de la oferta, la oferta tiraba del empleo y por lo tanto no se daba la inflación con desempleo.
Estas recetas Keynesianas funcionaron perfectamente desde 1945 hasta 1973 en los que se podía mantener la situación de pleno empleo.
1973
Lo que ocurre en 1973 es la crisis del petróleo. Por primera vez van a coexistir desempleo e Inflación (situación que no contemplaban las teorías de Keynes).
Lo que aparece no es una inflación de demanda sino una inflación de costes: los precios suben porque suben los precios de la energía, los costes del petróleo y esos costes que llevaron la subida del barril de petróleo desde los dos dólares hasta por encima de los 35 dólares hizo que los costes fueran tirando de los precios.
Esta subida de precios del petróleo hace que incluso con una situación de recesión de la demanda los precios de los productos en general sigan subiendo.
Se nos había transformado la previa inflación de la demanda en una inflación de costes. Ya teníamos coexistiendo los dos problemas de desempleo e inflación y las teorías de Keynes no daban solución.
(1973-2008)
Milton Friedman y el nacimiento de las políticas liberales
Milton Friedman, (Nobel de Economía en 1976), da nacimiento a las denominadas políticas de oferta, que consideran que el presupuesto público debe ser neutral, ingreso igual a gasto público, que solo se deben manejar los tipos de interés para bajar la economía y sobre todo que el énfasis debe pasar de lo macroeconómico a lo microeconómico.
Y en lo microeconómico los costes de producción se combaten a nivel de empresa, hay que combatir la subida de los costes salariales y la subida de los costes de producción a través de la medidas de innovación, con aumentos de productividad, mejoras en la competitividad, mejoras de la calidad, del servicio posventa, etc.
Margaret Thatcher gobernó en Reino Unido entre 1979 y 1990. Lo bueno y lo malo de su política económica
2008
Keynes resucita. (Desempleo con deflación)
Keynes resucita porque la nueva situación creada hace que la situación de desempleo no coexista con una situación inflacionaria sino con una situación deflacionaria.
El paro coexiste con una bajada de los precios. Y esta deflación puede ser incluso más peligrosa porque va a generar una expectativa de que los precios vayan a bajar en el futuro, demorando el consumo y lo que es peor, que los precios bajen tanto que sean inferiores a los costes de producción y las empresas entren en pérdidas.
Keynes tenía respuesta para combatir simultáneamente los dos problemas: desempleo y deflación cuando se podía interactuar con todas la variables de la ecuación.
Bastaba con estimular la Demanda Global, o sea bajar impuestos, bajar tipos de interés, subir el gasto público y procurar una disminución de nuestro tipo de cambio para hacer más competitivas nuestras exportaciones.
Durante los años 50 y 60 en que no había mucho déficit público ni deuda pública se podía llegar a una situación de pleno empleo bajando los impuestos y aumentando el gasto público.
(La deuda es como la cantidad de agua que hay en la bañera y el déficit es la diferencia entre el goteo del chorro del grifo que sigue llenando la bañera y lo que se pierde por el tapón del desagüe.)
Y esto sería así si viviéramos en un mundo independiente y España no estuviera en el euro ni estuviera en la Unión Europea pues posiblemente pudiéramos indefinidamente mantener una política de bajada de impuestos y subida del gasto público aumentando el déficit y aumentando la deuda publica indefinidamente, pero estamos en el euro.
Pero hemos firmado un pacto de estabilidad y esto supone que la Unión Europea nos obliga a disciplinar nuestro gasto público y nuestra deuda pública y no podemos utilizar políticas expansivas desde el punto de vista fiscal indefinidamente.
Hay que volver a la disciplina económica y mantener el déficit público por debajo del 3% siempre del PIB y bajar la deuda pública superior al 60% del PIB.
Ejemplos del despilfarro económico realizados en épocas pasadas en el gasto público son medidas como la ayuda de 400 euros en el IRPF o el cheque bebé.
España ya no tiene control sobre los tipos de interés ni sobre los tipos de cambio para las exportaciones por lo tanto los únicos instrumentos de política económica de que se dispone en este momento para un país del Unión Europea son los instrumentos fiscales, los impuestos y el gasto público.
Desde el punto de vista del empleo, España con porcentajes de desempleo del 20% necesitaría políticas expansivas sostenidas en el tiempo con bajadas de impuestos y subidas del gasto público para estimular la economía.
Pero la lucha de la inflación exige medidas presupuestarias de subida de impuestos y bajada de gasto público, se trata de presupuestos restrictivos.
Si hacemos lo que nos dice la Unión Europea de subir impuestos y bajar gasto público estamos generando más desempleo, este es el nudo gordiano en que se encuentra la economía española de difícil solución.
De acuerdo con la ortodoxia económica tendríamos que tener políticas expansivas pero de acuerdo con nuestros compromisos con la Unión Europea tenemos que tener políticas restrictivas.
Angela Merkel está proponiedo las medidas económicas, que son adecuadas para Alemania porque tiene poco paro, pero no son adecuadas para España.
Esto ya lo previó el premio nobel de economía de 1999 Robert Mundell (Teoría de la zona monetaria óptima)
¿Tiene alguna relación China con la crisis?
China está en la base de la crisis actual con su modelo parasitario chino de expansión económica.
1.- Los chinos crean empresas chinas, que emplean chinos, para vender productos chinos, fabricados por chinos en China.
2.- Los ingresos que obtienen através de los consumidores españoles van a bancos chinos con lo que aumentan continuamente sus reservas en divisas.
3.- China compra las empresas que controlan la compra de materiales estratégicos con lo que controla la economía mundial.
YouTube - Muerte y resurrección de Keynes
YouTube - Situación actual de España
YouTube - Entrevista a Julián Pavón
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15 soluciones para que España remonte el vuelo
1. Promover otro modelo productivo que consiga crecimiento.
2. Controlar el déficit y la deuda.
3. Sanear la banca y reformar el sistema financiero.
4. Mercado de trabajo.
5. Aprovechar oportunidades en el exterior.
6. Trocar el modelo energético.
7. Cuidar a los emprendedores y la cultura de la innovación.
8. Instituir el copago para regular la demanda sanitaria.
9. Aspirar al consenso en políticas educativa, financiera y exterior.
10. Aumentar la influencia de la política exterior.
11. Cambiar el modelo educativo.
12. Otra política de defensa.
13. Más compromiso cívico.
14. Más tecnología para una mejor salud.
15. Crear un modelo federal definitivo.