Homenaje a Carlos Cano
(1946 - 2000), fue un cantautor y poeta andaluz que recuperó estilos tradicionales andaluces relativamente olvidados como el trovo popular, y muy especialmente la copla.
Nació en la Granada de Federico, del agua oculta que llora, de las cumbres nevadas, de la Alcazaba Roja y de los atardeceres inolvidables...
En la Granada del Paseo de los Tristes y de la mala "follá"...
Amaba a Granada, pero en su corazón cabían más amores... y otro de
sus grandes amores fue Cádiz.
En su juventud, como tantos miles de andaluces, emigró a Suiza y Alemania buscando trabajo.
Copla "La Bien Pagá"
Creada en los años de la Segunda República de la mano del letrista Juan
Perelló, y del el músico y compositor Juan Mostazo Morales. Cantada por
Miguel de Molina llegó a ser una obra maestra, pasando a la historia
como una de las mejores canciones de Copla.
Las primeras coplas se escribieron antes de la república y fueron cantadas por todos a pesar de las ideologías. Es verdad que el franquismo se aprovechó de ello, el poder necesita siempre de medios de comunicación con la mayoría. Pero esto no justifica que la copla haya tenido que vivir como marginada, proscrita o contaminada con la opiniones de quienes ignoraban que en ella aparte de la historia sentimental de nuestro pueblo se escondían las pasiones, las turbulencias y el vértigo de quienes son capaces de darlo todo por el amor.
"La Bien Pagá"
Ná te pido,
Ná te debo
Me voy de tu vera,
Olvídame ya
Que he pagao con oro
Tus carnes morenas
No maldigas paya,
Que estamos en paz.
No te quiero,
No me quieras
Si to me lo diste,
Yo ná te pedí
No me eches en cara
Que to lo perdiste
También a tu vera
Yo to lo perdí.
Bien pagá,
Si tu eres la bien pagá,
Porque tus besos compré
Y a mí te supiste dar
Por un puñao de parné
Bien pagá, bien pagá
Bien pagá fuiste mujé.
No te engaño,
Quiero a otra,
No creas por eso
Que te traicioné
No cayó en mis brazos,
Me dió sólo un beso,
El único beso
Que yo no pagué.
Ná te pido,
Ná me llevo
Entre esas paredes
Dejo sepultás
Penas y alegrías
Que te he dao y me diste
Y esas joyas que ahora
Otro lucirás.
Bien pagá,
Si tu eres la bien pagá,
Porque tus besos compré
Y a mí te supiste dar
Por un puñao de parné
Bien pagá, bien pagá
Bien pagá fuiste mujé.
Entre esas paredes dejo sepultás
Penas y alegrías, que te doy y me diste
Y esas joyas que ahora pa otro lucirás.
La leyenda inacabable de 'María la portuguesa', de Carlos Cano
El 5 de enero de 1985, Juan Flores, de 35 años, recibía los disparos de
un 'guardinha' portugués, un tal Nunes, frente a Castro Marim (Portugal)
acusado de pesca ilegal en las aguas de la desembocadura del Guadiana, y
nadie sabe exactamente las razones por las que "le dispararon a dos
metros", según relataron los testigos en el juicio.
«¡Ay, María 'La Portuguesa'! Desde Ayamonte hasta Faro se oye este fado por las tabernas donde bebe 'vinho' amargo».
Así reza el estribillo de una de las coplas españolas más populares. Con ella, el artista granadino Carlos Cano, su autor y una de las voces con mayor capacidad para transmitir sentimientos, puso música y letra a la historia de amor de Juan Flores, un pescador asesinado a tiros en la costa de Castro Marín, y de una misteriosa mujer portuguesa llamada María.
Lo que para muchos puede ser una simple canción, para otros se ha convertido en una auténtica leyenda.
Fue en enero de 1985 cuando Flores murió asesinado por los 'guardinhas' portugueses mientras pescaba de forma ilegal. Nació así una romántica leyenda que le liga desde entonces a una mujer cuya identidad, años después, sigue siendo un auténtico misterio.
«Sólo sabemos que se llamaba María, pero no conocemos la relación que tenía con él, si en realidad tuvo alguna», admite su hermano, Manuel Flores.
Sea como sea, lo cierto es que el mismo día del entierro de Juan, la enigmática mujer quiso embarcar de Castro Marín a Ayamonte en el mismo ferry en el que viajaban sus restos. La familia, sin embargo, no le permitió subir al barco. No le importó. «Cuando el féretro llegó al puerto onubense, ella ya lo estaba esperando», recuerda.
El que fuera uno de los máximos exponentes de la copla y la canción españolas, Carlos Cano, que murió en el año 2000, viajó hasta Ayamonte para entregar personalmente al hermano del pescador la letra original de 'María, la Portuguesa'. Manuel recuerda que aquel día el bar que regenta estaba lleno. «De pronto entró y me regaló un cuadro con la letra, pero no lo pude atender como me hubiese gustado por la cantidad de gente que había», cuenta.
La popular canción supuso una publicidad de incalculable valor para Ayamonte, hasta donde multitud de curiosos se han acercado para interesarse por su enigmática historia y para visitar los lugares que se mencionan en la famosa copla de Carlos Cano.
Sea una leyenda o no, lo cierto es que la supuesta historia de amor del pescador Juan Flores y María 'La Portuguesa' acaba con un final trágico, una muerte y un corazón roto. Como en la canción: «Y en las sombras del río un disparo sonó y de aquel sufrimiento nació el lamento de esta canción».
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