El mapa político de Ucrania puede parecer sencillo a primera vista. Pero tras las fronteras de sus regiones se esconden largos procesos históricos, así como disputas y tensiones que unen el destino del país a su vecina y sempiterna dominadora Rusia.
De hecho, Ucrania heredó directamente su división administrativa de la Unión Soviética, y el primer nivel organizativo ha permanecido igual desde que el país se independizara en 1991, con 24 óblasts o provincias, dos ciudades con un estatus jurídico especial —la capital Kiev y Sebastopol— y la República Autónoma de Crimea.
En 2020 el Gobierno ucraniano introdujo por fin una reforma de calado en su división administrativa, pero lo hizo para modificar y condensar los niveles organizativos inferiores: los raions o distritos pasaron de 490 a 136, y además se crearon 1.469 hromadas o municipios.
Como era de esperar, esta reorganización no dio ningún reconocimiento a la ocupación que Rusia mantiene en Crimea y Sebastopol desde 2014.Tampoco tuvo en cuenta los cambios que haya podido producir la guerra que enfrenta en el Donbás a tropas leales a Kiev y fuerzas prorrusas, pese a que los gobiernos locales de Donetsk y Lugans, provincias autodenominadas repúblicas populares, no pueden ejercer sus poderes a causa del conflicto armado.
El origen del conflicto, aunque es muy profundo, podría remontarse a la llegada al poder en 2010 de Víktor Yanukóvich, el candidato auspiciado por Moscú que en 2004 había tratado de convertirse en el presidente ucraniano en unas elecciones que se tuvieron que repetirse por irregularidades.
Tras ganar, esta vez sí, las elecciones de 2010, Yanúkovich suspendió la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y comenzó a acercar posturas con Rusia, un movimiento que provocó una insurrección europeista conocida como la Revolución del Maidán, que le obligó a huir del país.
Es en ese contexto, con Moscú temerosa de que los ultranacionalistas pudieran llegar a la presidencia, cuando la península de Crimea decide organizar un referéndum para incorporarse a la Federación Rusa. A pesar de que Kiev y la comunidad internacional lo declararon ilegal, la votación finalmente se celebró en marzo de 2014 con un resultado, según los organizadores, de un 96% a favor de la anexión.
Automáticamente Rusia formalizó la incorporación de Crimea y el puerto de Sebastopol a su administración.
El conflicto de Crimea también alcanzó el este del país en el Donbás o cuenca del río Donets, de mayoría rusohablante y que recibió el apoyo militar de Rusia.
Las hostilidades en la región comenzaron en abril de 2014 y para muchos ucranianos se trata de una guerra de independencia en diferido contra su vecina.
En 2015 ambas partes, el Gobierno de Kiev y fuerzas prorrusas, firmaron los acuerdos de Minsk para poner fin a la guerra, pero los compromisos adoptados nunca han llegado a ser plenamente aceptados y el conflicto continúa activo.
Vladímir Putin ordenó el jueves 24 de febrero atacar la región de Donbás. El presidente ruso defendió en el mensaje con el que abría las hostilidades contra Ucrania que los enfrentamientos entre las fuerzas ucranias y rusas son “inevitables” y “solo una cuestión de tiempo”.
“La expansión de la OTAN y el desarrollo militar del territorio de Ucrania por parte de la Alianza es inaceptable para Rusia”, justificó entonces el jefe del Kremlin. Las tropas rusas han atacado desde ese día varias regiones del país, incluida la capital de Kiev, en un conflicto bélico de final incierto.
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Rusia invade Ucrania | "Este es el mayor desafío para Europa en su conjunto desde la Segunda Guerra Mundial"
Hay muchas cosas terribles que han sucedido a muchos pueblos de Europa desde 1945.
Y muchas de esas cosas terribles ocurrieron dentro de la Unión Soviética: deportaciones masivas al Gulag, por ejemplo, o deportaciones de grupos nacionales enteros. Todas esas cosas ocurrieron en la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial.
Y por supuesto la invasión de Hungría en 1956 y la invasión de Checoslovaquia en 1968, también por parte de la Unión Soviética.
Aunque ha habido conflictos en Europa desde 1945, no hubo un caso de una gran potencia que invadiera un país pequeño sin provocación alguna, con una agresión pura, como hemos visto aquí.
Y sabemos que Rusia, bajo el liderazgo actual de Putin, no tiene como único objetivo Ucrania. Sabemos que Ucrania es su punto más sensible, pero que tiene en mente precisamente socavar la democracia y el Estado de derecho por todos lados.
El río Dniéper puede convertirse en el eje de una Ucrania dividida
El río Dniéper nace en Rusia, cerca de Moscú, y discurre a lo largo del mapa por unos 2.200 kilómetros a través de Bielorrusia y Ucrania antes de desembocar en el mar Negro. El río fue fundamental para el surgimiento de la Rus de Kiev, origen de la actual Rusia y Ucrania; y en la actualidad es un eje vertebrador para este último país. Sin embargo, para Rusia es una frontera natural y una barrera complicada de atravesar.
El Dniéper es un río navegable a lo largo de la mayor parte de su recorrido, desde el mar Negro y el puerto de Jersón hasta el sur de Bielorrusia, e incluyendo la totalidad de su cauce en Ucrania, donde el río se ha convertido en un eje vertebrador para el transporte de mercancías en el país y en un elemento fundamental para entender su geopolítica interna.
Cinco grandes presas jalonan el río Dniéper a través de Ucrania, formando cinco grandes lagos y facilitando la navegación, pero también dificultando el cruce del río.
El caudaloso Dniéper discurre por la llana Ucrania de forma lenta y sinuosa, con anchas llanuras de inundación y riberas pantanosas a sus orillas
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La invasión rusa de Ucrania ha hecho saltar por los aires las relaciones comerciales entre la Unión Europea, Ucrania y Rusia y sus aliados de la Unión Económica Euroasiática (UEEA).
Hasta este momento, las dependencias mutuas han sido inmensas, y, aún con las sanciones aplicadas, lo siguen siendo, con una balanza comercial que se inclina desde Ucrania y la Unión Europea hacia Rusia.
Durante las últimas décadas, la Unión Europea siguió una política de apaciguamiento de Rusia mediante las relaciones comerciales, buscando que una mayor integración entre el bloque comunitario y el coloso euroasiático rebajase las tensiones.
Sin embargo, ya se había visto que esta política estaba resultando contraproducente, ya que Rusia ha presionado sistemáticamente con el gas a la UE para lograr sus intereses, lo que ha paralizado la política exterior comunitaria, especialmente por la inacción alemana.
Así, la importancia de los hidrocarburos (petróleo y gas natural) en las exportaciones de Rusia ha garantizado a Moscú una balanza comercial positiva que logró esquivar las sanciones de 2014 tras la anexión de Crimea. De momento, también lo está consiguiendo en 2022 tras la invasión de Ucrania.
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Cronología del conflicto
Noviembre de 2013
El
entonces presidente de Ucrania, el prorruso Víctor Yanukóvich, suspende
la firma de un acuerdo de asociación con la Unión Europea, prevista el
29 de noviembre, a causa de las presiones de Rusia, que le ofrece además
importantes contrapartidas económicas por ello, como la reducción del
precio del gas. Este anuncio cataliza el descontento de la población,
sobre todo en el oeste del país. El 24 de noviembre, decenas de miles de
ucranios se manifiestan contra el Gobierno en la plaza de la
Independencia (Maidán) de Kiev.
Febrero de 2014
Las
fuerzas de seguridad ucranias matan a al menos 100 personas en las
protestas. La indignación popular y la brutal represión fuerzan la huida
de Yanukóvich. Mientras, en Simferópol, la capital de la península
ucrania de Crimea, militantes prorrusos se enfrentan a partidarios de la
unidad de Ucrania. Al mismo tiempo, militares rusos camuflados y
agentes del espionaje del Kremlin penetran en Crimea para forzar su
anexión a Rusia.
16 de marzo de 2014
Se celebra un
referéndum en Crimea, en el que —en medio de acusaciones de fraude—
vence la anexión a Rusia por más del 97% de los votos. Dos días después,
Putin firma la incorporación de la península ucrania a su territorio,
que la comunidad internacional no reconoce. La OTAN congela su
colaboración con Moscú, y EE UU y la UE le imponen sanciones.
El
presidente ruso, Vladímir Putin, a la derecha de la imagen, firma la
anexión de Crimea con representantes de la península, el 18 de marzo de
2014 en Moscú.
Abril-mayo de 2014
Los acontecimientos de
Crimea se reproducen en la región ucrania de Donbás. En mayo, grupos
separatistas de Donetsk y Lugansk autoproclaman sendas “repúblicas
populares” y reclaman integrarse en Rusia. El este de Ucrania se
convierte así en el escenario de la última guerra de Europa entre los
separatistas prorrusos, con apoyo político y militar de Moscú, y el
Ejército ucranio.
17 de julio de 2014
Un misil Buk de
fabricación rusa derriba el vuelo MH17 de Malaysia Airlines y mata a sus
298 ocupantes cuando el avión sobrevolaba la región de Donetsk.
5 de septiembre de 2015
Ucrania,
Rusia y representantes separatistas de Donetsk y Lugansk firman en
Minsk un acuerdo para poner fin a la guerra bajo los auspicios de la
Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Entra
en vigor un alto el fuego que dura una semana.
19 de octubre de 2016
La
reunión en Berlín del Cuarteto de Normandía —auspiciado por Francia y
Alemania para resolver este conflicto— termina sin avances.
10 de diciembre de 2019
Putin
y el nuevo presidente ucranio, Volodímir Zelenski, acuerdan en París
retomar el proceso de paz en Ucrania. El 29 de diciembre, Kiev y
representantes separatistas canjean a 200 prisioneros.
Enero-abril de 2021
Rusia
comienza a trasladar tropas a sus fronteras con Ucrania y a la
península de Crimea. El 13 de abril, el secretario general de la OTAN,
Jens Stoltenberg, define el despliegue como “la mayor acumulación de
tropas rusas desde la anexión de Crimea”.
23 de agosto de 2021
46
Estados y organizaciones, entre ellas la OTAN, firman en Kiev la
Plataforma de Crimea, en la que Occidente exige a Rusia la devolución de
la península ucrania.
3 de diciembre de 2021
Estados
Unidos cree que Moscú prepara una invasión de Ucrania “a principios de
2022″, de acuerdo con The Washington Post. Según EE UU, el despliegue de
Rusia en las fronteras con ese país puede llegar a 175.000 soldados.
16 de diciembre de 2021
La UE amenaza a Rusia con “sanciones enormes” si invade Ucrania.
11 y 12 de enero de 2022
Una
reunión entre Washington y Moscú —el 11 de enero en Ginebra (Suiza)— y
otra celebrada al día siguiente entre la OTAN y Rusia concluyen sin
avances. Moscú informa del inicio de unas maniobras militares en el sur
de Rusia, el Cáucaso y Crimea.
Un tanque ruso disparaba su cañón
durante unos ejercicios militares en el campo de tiro de Kadamovskiy, en
la región de Rostov, en el sur de Rusia, el pasado 12 de enero.
14 de enero de 2022
EE
UU alerta de que Rusia planea “un ataque de falsa bandera”: un sabotaje
contra sus fuerzas en el este de Ucrania para atribuírselo a Kiev y
justificar una invasión. La madrugada anterior, un ciberataque masivo
inutilizó durante horas el sistema informático del Gobierno ucranio.
Transporte
de vehículos militares rusos el martes para hacer maniobras en
Bielorrusia, país fronterizo con Ucrania.Foto: AFP | Vídeo: REUTERS
18 de enero de 2022
Rusia
envía tropas a Bielorrusia para unas maniobras conjuntas cerca de las
fronteras ucranias. Entretanto, el secretario de Estado estadounidense,
Antony Blinken, inicia una nueva ronda de reuniones que culminarán el
viernes con un encuentro con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi
Lavrov.
24 de enero de 2022
El Departamento de Estado de
Estados Unidos ordena a los familiares de los diplomáticos de su
Embajada en Kiev que abandonen el país, ante la amenaza de una invasión
de Rusia. También autoriza a los trabajadores no esenciales a salir, y
pide al resto de sus conciudadanos que consideren “la oportunidad de
salir de Ucrania empleando vuelos comerciales u otros medios privados”,
dado que la embajada no estará en condiciones de prestarles ayuda en
caso de un ataque.
27 de enero de 2022
China se alinea con
Rusia sobre Ucrania. El ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang
Yi, rompe el silencio administrativo ―ese de “quien calla, otorga”― de
su país en torno a la amenaza de Rusia sobre Ucrania. Y lo hace para
dejar claro ―todo lo claro que permiten los protocolos diplomáticos, y
por si cabía alguna duda― que las simpatías de Pekín están con Moscú. En
una conversación telefónica con el secretario de Estado estadounidense,
Wang asegura que “las preocupaciones de seguridad de Rusia deben
tenerse en cuenta y recibir una solución”. Por otro lado, esos días
Rusia escenifica un notable acercamiento con Cuba, su antiguo aliado, y
lo hace en un ambiente de tensión internacional creciente.
28 de enero de 2022
Para
evitar que la dependencia energética europea de Rusia y las sombrías
perspectivas de falta de suministro añadan más tensión a la crisis
ucrania, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la presidenta de
la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, realizan un comunicado
conjunto en el que exhiben unidad para enviar un mensaje de sosiego: no
habrá desabastecimiento.
29 de enero de 2022
Joe Biden afirma
que planea desplegar tropas en el este de Europa y países de la OTAN “a
corto plazo”, si bien no será un gran número. El Pentágono cifra los
efectivos en 8.500 soldados, que se encuentran en “alerta máxima” para
desplazarse en caso de necesidad, a raíz de la crisis de Ucrania.
“Enviaré tropas al este de Europa y los países de la OTAN a corto plazo.
No demasiadas”, asegura el presidente estadounidense.
3 de febrero de 2022
Estados
Unidos y la OTAN rechazan firmar un tratado bilateral sobre seguridad
en Europa con Rusia y también cerrar la puerta a una futura
incorporación de Ucrania a la Alianza Atlántica. Esas eran dos de las
principales exigencias planteadas por Moscú para poner fin a la crisis
de Ucrania. En cambio, tanto Washington como la Alianza ofrecen a Putin
negociar acuerdos de desarme y medidas de confianza en diferentes foros
(como la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa,
OSCE, el Diálogo sobre Estabilidad Estratégica EE UU-Rusia y el Consejo
OTAN-Rusia), cuyo éxito condicionan a que se inicie una desescalada en
la amenaza militar rusa sobre Ucrania. Así figura en dos documentos
confidenciales enviados por Washington y la OTAN a Moscú, a los que tuvo
acceso EL PAÍS. El día 3, el Kremlin expulsa al canal alemán Deutsche
Welle de Rusia después del veto de Berlín a Rusia Today. DW no podrá
emitir en Rusia y será declarado por las autoridades como “agente
extranjero”.
7 de febrero de 2022
Emmanuel Macron pide a
Putin evitar la guerra: “Los próximos días serán decisivos”. Separados
por una enorme mesa —casi tan grande como la distancia que hoy aleja a
Moscú de la OTAN—, los presidentes de Rusia y Francia se reúnen en busca
de una respuesta al avispero ucranio. Putin ejerció de anfitrión y
escuchó el intento del presidente francés de lograr una desescalada que
alejara la amenaza de guerra. La visita de Macron a Moscú no logró
arrancar ninguna concesión en firme del Kremlin en torno a Ucrania.
12 de febrero de 2022
El
Ministerio de Asuntos Exteriores recomienda a los españoles residentes
en Ucrania que abandonen temporalmente el país por sus propios medios.
“Se recomienda a los españoles actualmente en aquel país que consideren
seriamente la posibilidad de abandonarlo temporalmente por los medios
comerciales disponibles, mientras persistan las circunstancias
actuales”, señala el comunicado de Exteriores. Al mismo tiempo, reitera
la recomendación de no viajar a territorio ucranio “dada la volátil
situación de seguridad”. El día anterior, EE UU, así como otros países
occidentales, habían hecho un anuncio similar.
15 de febrero de 2022
El
Parlamento ruso aprueba una resolución que insta al presidente Vladímir
Putin a que reconozca la independencia de las regiones ucranias de
Donetsk y Lugansk, autroproclamadas repúblicas en 2014. La decisión de
la Duma estatal (la Cámara baja rusa) del “envío inmediato” a Putin de
la iniciativa no es vinculante, solo el jefe del Kremlin puede dictar
que Rusia reconozca la independencia de los territorios, pero ofrece una
señal contradictoria de la postura rusa: el mismo día Moscú anuncia la
retirada de parte de las tropas desplegadas junto a las fronteras de
Ucrania y asegura que las respuestas que le ofrecieron Estados Unidos y
la OTAN a sus exigencias sobre la arquitectura de la seguridad en Europa
—y que adelantó EL PAÍS en exclusiva— son un punto de partida aceptable
para negociar.
17 de febrero de 2022
El Gobierno ucranio y
los separatistas prorrusos respaldados por Moscú intercambian
acusaciones de ataques a lo largo de la línea del frente en la región de
Donbás. Así, proyectiles de artillería alcanzaron una guardería en la
ciudad de Stanytsia Luganska, en la parte de la región de Lugansk
controlada por el Gobierno de Kiev. Hirieron a tres civiles, según el
Ejército ucranio, que informó de otros 47 ataques en una veintena de
puntos a lo largo de la zona de conflicto y en los que dos personas más
sufrieron lesiones. A su vez, líderes de las regiones secesionistas de
Donetsk y Lugansk denunciaron ataques de las fuerzas ucranias.
18 de febrero de 2022
Los
servicios de inteligencia de Estados Unidos informaron de que el
Kremlin ya había ordenado proceder a la invasión de Ucrania, según
fuentes de la Administración de Joe Biden citadas por The New York Times
y The Washington Post.
Este dato es lo que llevó al presidente a señalar, por primera vez, que consideraba que Vladímir Putin ya había “tomado la decisión” de atacar la antigua república soviética. Ese mismo día, los separatistas prorrusos dieron la orden de evacuar a civiles en Donbás.
24 de febrero de 2022
Vladímir Putin ordenó el
jueves 24 de febrero atacar la región de Donbás. El presidente ruso
defendió en el mensaje con el que abría las hostilidades contra Ucrania
que los enfrentamientos entre las fuerzas ucranias y rusas son
“inevitables” y “solo una cuestión de tiempo”.
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"Pa guerra la que yo provoqué en Iraq"
08 marzo, 2022
Felipón responde a Aznarito sobre si se ve en el PP: "Para cuando llegue yo allí no va a quedar nada de nada"
En este vídeo, Wyoming y Dani Mateo vuelven a convertirse en Aznarito y Felipón en una nueva función donde recuerdan cómo se gestionaban las crisis internas de sus partidos y critican lo que ha pasado estas semanas en el PP.
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