New adjustment at Telefónica: the bullet that confirms the absence of alternatives
Telefónica has already begun talks with the unions to negotiate by mutual agreement a new plan of incentivized departures for between 3,000 and 4,000 employees in Spain.
According to sources close to the negotiations, the company presided over by José Maria Álvarez-Pallete wants the workforce adjustment to focus on workers aged 54 and over.
These
will receive between 60 and 70% of their annual salary, including
variable remuneration. A reduction in the workforce with which the group
intends to save some 200 million a year and which comes in the midst of
the debate on pension reform.
Although the criteria on the basis
of which employees will be offered to leave the company have not yet
been officially specified, Telefónica wants the new temporary suspension
plan (PSI) to have similar conditions to the one applied in 2019.
At
that time, just before announcing the new strategic roadmap, the company
opened the door to 5,000 employees, of which only 2,600 accepted this
measure whereby they could go home from the age of 53, with about 68% of
full remuneration (both fixed and variable salary) until retirement.
Earlier,
in 2016, Telefónica did something similar for 3,600 people, who were
required to have a minimum seniority of 20 years. Now the company still
has to decide whether to offer the leave to employees who have been with
the company since 2006 or since 2001, with the ultimate goal of saving
between 40 and 50 million euros a quarter, a maximum of 200 million a
year.
The final date will depend on negotiations with UGT and CCOO, the
two main union forces at the telecommunications multinational.
By
the end of 2020, Telefónica had provisioned 4,479 million to cover
commitments to employees for the PSIs launched from 2015 to 2019. These
redundancy plans have allowed the group to reduce the workforce in Spain
by about 10,000 workers, from the 32,000 it had six years ago to the
22,000 it had registered at the end of last year.
The 200 million
in savings Telefónica intends to achieve coincides with the reduction
in revenue and operating profit estimates calculated by several of the
world's leading investment banks following the presentation of the
results for the first nine months of the year. Goldman Sachs now
forecasts an ebitda for the parent company in Spain of 4,771 million in
2021, compared to 4,908 million previously, while for 2022 it estimates
an operating profit of 4,668 million, compared to 4,882 million
previously.
Telefónica's decision, with which it intends to
compensate for the drop in revenues due to stiff competition from new
players, such as MásMóvil and Digi, comes at a very sensitive time
socially for the government.
The Executive of Pedro Sánchez,
through the Minister of Social Security, José Luis Escrivá, is now in
the midst of a controversy over the pension reform. In fact, the
European Commission has conditioned the disbursement of European funds
to lengthen the effective retirement age to 67 years and to a higher
contribution to Social Security in order to make pensions fiscally
sustainable in the long term.
Telefónica's incentive retirement plan
will reduce the contribution of these employees to the public coffers,
both through contributions and personal income tax.
Escrivá
emphasized the need to bring the effective retirement age (currently
64.6 years) closer to the legal age (65.8 years in 2020), which will
reach 67 years in 2027. The spirit of the project is to promote a
greater permanence of workers in the labor market, which, in the words
of the minister, is "to align the effective retirement age to the
ordinary retirement age".
Entities such as Banco Sabadell, Caixabank or
Unicaja, in the banking sector, and Vodafone and Orange in the
telecommunications sector, and even El Corte Inglés, have also announced
massive layoffs.
Another debate is that of early retirements. In
its recent appearances at the Toledo Pact Commission, the government
has shown its intention to adopt mechanisms to discourage this practice,
especially for workers with higher salaries.
Escrivá announced last spring that this would be done gradually, to avoid the announcement effect provoking a perverse reaction, in the form of a flood of early retirements of workers seeking to escape a subsequent downturn.
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Nuevo ajuste en Telefónica: la bala que confirma la ausencia de alternativas
La
compañía recurre a un recorte de hasta el 14% de su plantilla en España
ante la incapacidad para revitalizar la marcha de una división que se
ha convertido en su gran lastre.
elconfidencial.com
12/11/2021
Telefónica ya ha comenzado las conversaciones con los sindicatos para negociar de mutuo acuerdo un nuevo plan de bajas incentivadas para entre 3.000 y 4.000 empleados en España.
Según fuentes próximas a las negociaciones, la compañía presidida por José Maria Álvarez-Pallete quiere que el ajuste de la plantilla se centre en trabajadores a partir de los 54 años.
Estos percibirán entre un 60 y un 70% del sueldo anual, incluida la remuneración variable. Una reducción de plantilla con la que el grupo pretende ahorrar unos 200 millones al año y que llega en pleno debate por la reforma de las pensiones.
Aunque oficialmente todavía no se han concretado los criterios a partir de los cuales se ofrecerá a los empleados abandonar la sociedad, Telefónica quiere que el nuevo plan de suspensión temporal (PSI) tenga unas condiciones similares al que se aplicó en 2019.
En ese momento, justo antes de anunciar la nueva hoja de ruta estratégica, la compañía abrió la puerta a 5.000 empleados, de los que solo 2.600 aceptaron esta medida por la que podían irse a casa a partir de los 53 años, con cerca del 68% de la retribución completa (tanto el sueldo fijo como el variable) hasta su jubilación.
Antes, en 2016, Telefónica hizo algo similar para 3.600 personas, a las que se les exigía una antigüedad mínima de 20 años. Ahora la compañía aún debe decidir si ofrece la baja a los empleados que estén en la empresa desde 2006 o desde 2001, con el objetivo final de ahorrar entre 40 y 50 millones de euros al trimestre, un máximo de 200 millones al año.
La fecha final dependerá de las negociaciones con UGT y CCOO, las dos principales fuerzas sindicales de la multinacional de telecomunicaciones.
A finales de 2020, Telefónica había provisionado 4.479 millones para cubrir los compromisos con los empleados por los PSI lanzados desde 2015 hasta 2019. Unos planes de bajas que han permitido al grupo reducir la plantilla en España en unos 10.000 trabajadores, desde los 32.000 con que contaba hace seis años a los 22.000 que tenía registrados a finales del pasado ejercicio.
Los 200 millones de ahorro que pretende conseguir Telefónica coinciden con la reducción de las estimaciones de ingresos y beneficios operativos calculadas por varios de los principales bancos de inversión del mundo tras la presentación de los resultados de los nueve primeros meses del año. Goldman Sachs prevé ahora un ebitda de la matriz en España de 4.771 millones en 2021, frente a los 4.908 millones anteriormente, mientras que para 2022 estima un beneficio operativo de 4.668 millones, contra los 4.882 millones previos.
La decisión de Telefónica, con la que pretende compensar la caída de los ingresos por la dura competencia de los nuevos jugadores, como MásMóvil y Digi, llega en un momento muy delicado socialmente para el Gobierno.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez, a través del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, se encuentra ahora en pleno polémica por la reforma de las pensiones. De hecho, la Comisión Europea ha condicionado el desembolso de fondos europeos a alargar la edad de retiro efectivo hasta los 67 años y a una mayor contribución a la Seguridad Social para hacer las pensiones fiscalmente sostenibles a largo plazo.
El plan de bajas incentivadas de Telefónica reducirá la aportación de estos empleados a las arcas públicas, tanto vía cotizaciones como IRPF.
Escrivá ha puesto el acento en la necesidad de una mayor aproximación entre la edad efectiva de jubilación (64,6 años en la actualidad) y la edad legal (65,8 años en 2020), que alcanzará los 67 años en 2027. El espíritu del proyecto es promover una mayor permanencia de los trabajador es en el mercado laboral, lo que, en palabras del ministro, es "alinear la edad efectiva de jubilación a la ordinaria".
Entidades como Banco Sabadell, Caixabank o Unicaja, en el sector bancario, y Vodafone y Orange en el de las telecomunicaciones, e incluso El Corte Inglés, también han anunciado despidos masivos.
Otro debate es el de las jubilaciones anticipadas. En sus últimas comparecencias en la Comisión del Pacto de Toledo, el Gobierno ha mostrado su intención de adoptar mecanismos que desincentiven esta práctica, sobre todo para los trabajadores con salarios más altos.
Escrivá comunicó la pasada primavera que lo haría de forma gradual, para evitar que el efecto anuncio provocase una reacción perversa, en forma de aluvión de prejubilaciones de trabajadores que busquen escapar de un empeoramiento posterior.
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Tercer PSI, tercer atentado al empleo digno.
No es difícil de imaginar las caras de alivio de los dirigentes de CCOO y UGT ante el anuncio de un nuevo PSI para la plantilla de Telefónica. Tanto tiempo prometiendo al electorado las desvinculaciones como única salida, a las cada vez peores condiciones laborales que ellos mismos acuerdan con la empresa, que ya se intuía el nerviosismo de estos voceros de la patronal.
Más aún cuando la medida de la Jornada Semanal Flexible Bonificada, “parida” en la Prórroga del II CEV, ha supuesto un sonoro fracaso. Su encargo era concienciar a la plantilla para reducir costes laborales, y venderlo como una conciliación de la vida personal y laboral.
El “Plan B” es el PSI, la promesa electoral estrella que juega con los sentimientos de trabajadoras y trabajadores ocultándoles, con premeditación, que se están pegando un tiro en el pie.
Tiempo tendremos en las próximas semanas para profundizar en las miserias de estos sindicatos, que se autodenominan de clase, pero que no dejan de ser puros esbirros de la patronal que sigue destruyendo empleo de calidad y precarizándolo con salarios de subsistencia.
Algún día tendrán que explicar su responsabilidad en la destrucción del Sistema Público de Pensiones, toda vez que los salarios del momento no tendrán capacidad de pagar nuestras pensiones futuras.
El anuncio del nuevo PSI lanzado a los cuatro vientos muestra a las claras el papel de liquidador de la empresa para el que fue designado Álvarez-Pallete. Los bancos y fondos buitre que controlan el accionariado ya decidieron hace años que era tiempo de recoger rápidos beneficios liquidando la Telefónica, una empresa que adquirieron a precio de saldo y la endeudaron hasta las trancas para tenerla controlada.
La venta de la Fibra Óptica, sumada al resto de activos ya mal vendidos, supondrá la puntilla para el futuro de la empresa y el de la plantilla.
Solo restaba qué seguir haciendo con los trabajadores/as, pero para ello ya cuentan con sus sindicatos amigos, que saben vender perfectamente los retrocesos laborales y la pérdida de empleo como avances y mejoras.
Desde AST denunciamos públicamente el conchaveo de quienes están llevando a esta empresa a su desaparición, poniendo en riesgo nuestros empleos, el futuro de nuestras familias y el derecho a un Servicio Universal de las Comunicaciones para toda la población.
Exigimos la salida inmediata de la dirección de esta empresa de quien no está haciendo más que de testaferro de los bancos y fondos buitre: el presidente del Consejo de Administración. Ya ha demostrado con creces que está al servicio de los grandes capitales. Y todo esto no lo hacen gratis, ni el consejo de administración ni los sindicatos; todos sacan una buena tajada.
Manifestamos nuestro rechazo al colaboracionismo de CCOO y UGT para seguir desmantelando la empresa. Y pedimos a la plantilla que haga caso omiso de estos cantos de sirena que nos prometen una salida digna y, como segundo paso, desafiliándose de estos liquidadores de derechos.
Exigimos que esta empresa tiene que crear puestos de trabajo dignos para las personas más jóvenes que están en paro o tienen que emigrar. Es una vergüenza los millones de euros que la alta dirección se están llevando, mientras sus sindicatos cómplices sólo acuerdan liquidar puestos de trabajo y crear más precariedad laboral.
Con estas acciones, ¿qué empresa están dejando a los compañeros y compañeras más jóvenes? ¿Qué les esperan a nuestros hijas e hijos? salarios de miseria, trabajos precarios sin derechos… Siempre hemos luchado para que las futuras generaciones tuvieran mejores condiciones, les están dejando un legado cobarde y traidor a nuestra clase obrera.
Y, finalmente, interpelamos al Gobierno a que actúe inmediatamente y proceda a la nacionalización de esta empresa entendiendo que las Telecomunicaciones son un Sector Estratégico de la Economía y por tanto nunca debería haber sido privatizada.
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Third PSI, third attack on decent employment.
It is not difficult to imagine the relieved faces of the leaders of CCOO and UGT at the announcement of a new PSI for Telefónica's workforce. They have spent so much time promising the electorate the dismissals as the only way out of the ever worsening working conditions that they themselves agree with the company, that the nervousness of these spokesmen of the employers' organization could already be sensed.
Even more so when the measure of the Bonus Flexible Weekly Workday, "parida" in the Extension of the II CEV, has been a resounding failure. Its purpose was to raise awareness among the workforce in order to reduce labor costs, and to sell it as a way of reconciling work and personal life. Plan B" is the PSI, the star electoral promise that plays with the feelings of workers, hiding from them, with premeditation, that they are shooting themselves in the foot.
We will have time in the coming weeks to delve deeper into the miseries of these unions, which call themselves class unions, but which are nothing more than pure henchmen of the bosses who continue to destroy quality employment and make it precarious with subsistence wages. Someday they will have to explain their responsibility in the destruction of the Public Pension System, since current salaries will not be able to pay our future pensions.
The announcement of the new PSI launched to the four winds clearly shows the role of liquidator of the company for which Álvarez-Pallete was appointed. The banks and vulture funds that control the shareholding already decided years ago that it was time to reap quick profits by liquidating Telefónica, a company that they acquired at a bargain price and got it into debt to the hilt in order to control it. The sale of Fiber Optics, added to the rest of the assets already mis-sold, will be the final straw for the future of the company and the workforce.
The only thing left was what to do with the workers, but for that they already have their union friends, who know how to sell perfectly well the labor setbacks and the loss of jobs as advances and improvements.
From AST we publicly denounce the conniving of those who are leading this company to its demise, putting at risk our jobs, the future of our families and the right to a Universal Communications Service for the entire population.
We demand the immediate departure from the management of this company of the person who is only acting as a front man for the banks and vulture funds: the Chairman of the Board of Directors. He has already demonstrated that he is at the service of big capital. And all this is not done for free, neither by the Board of Directors nor by the trade unions; everyone gets a good cut.
We express our rejection of the collaborationism of CCOO and UGT to continue dismantling the company. And we ask the workforce to ignore these siren songs that promise us a dignified exit and, as a second step, to disaffiliate from these liquidators of rights.
We demand that this company must create decent jobs for the youngest people who are unemployed or have to emigrate. It is a disgrace the millions of euros that the top management is taking, while their complicit unions only agree to liquidate jobs and create more job precariousness.
With these actions, what company are they leaving to the younger comrades? What awaits our daughters and sons? Misery wages, precarious jobs without rights ... We have always fought for future generations to have better conditions, they are leaving them a cowardly and treacherous legacy to our working class.
And, finally, we call upon the Government to act immediately and proceed to the nationalization of this company, understanding that Telecommunications is a Strategic Sector of the Economy and therefore should never have been privatized.
Sánchez permite a las empresas el despido forzoso y gratuito a los 65 años y ahora el ministro de la Seguridad Social dice que es un derecho el trabajar y recomienda seguir haciéndolo hasta los 75 años.
Entrevista con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones - José Luis Escrivá
“En España hace falta un cambio cultural para conseguir que se trabaje más entre los 55 y los 75 años”
"In Spain, a cultural change is needed to get people to work more between the ages of 55 and 75".
Telefónica will open the voluntary redundancy plan to 4,000 workers over 55 years old
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